Crítica de El mundo según Barney
Tras haberse alzado con el Globo de Oro a la mejor interpretación masculina cómica (aunque con eso no evitó que fuera olvidado en la ceremonia de los Oscars) Paul Giamatti regresa a nuestras pantallas con «El mundo según Barney», película del debutante Richard J. Lewis (hasta ahora curtido en productos televisivos) que nos endosa cuatro décadas de la vida de un guionista de series basurescas para la televisión hastiado, mujeriego, borracho y a quien un detective retirado acusa de un asesinato sin pruebas que lo incriminen. Planteamiento visto una y mil veces pero nunca exento de interés, especialmente a sabiendas de que todo parte de una novela (de Mordecai Richler), y de la experiencia de su actor principal en la recreación de personajes del estilo… y aun así rápidamente debería echar para atrás al conocerse su duración, de nada más y nada menos que dos horas y cuarto. Han leído bien, 135 minutazos del ala. La última vez que un servidor se topó con un producto que aglutinara similares premisas y minutos fue el desafortunado debut como realizador de Charlie Kaufman, un «Synecdoche, New York» cuya gracia acababa tornándose en cansancio mental e incluso físico para el espectador, pero que por lo menos se justificaba con el siempre especial imaginario del cineasta en cuestión. Quiero decir con esto que repetir la misma historia de siempre y empleando tanto del valioso tiempo de una vida humana tiene razón de ser (con independencia de su resultado final) siempre y cuando haya un punto de innovación en algún lugar. Y si no, que el invento por lo menos cuente con una fuerte personalidad. O que sea una comedia o drama sin parangón. Que tenga algo, en definitiva, porque si no la definición es harto sencilla: perdida de tiempo. Y eso es lo que es «El mundo según Barney».
Y lo es por su total incapacidad por definirse, por encontrar un estilo propio o decantarse de una vez hacia uno u otro. En ningún momento queda claro lo que pretende ser la película, cuáles son sus objetivos más allá de darle a la manivela para contar, sin interés alguno, la historia del personaje. Lo es también por su total intrascendencia, puesto que lo único que aporta es una interpretación decente en medio de un fangoso pozo de corrección académica y carencia de brío. Y ni con esas, pues por mucho que nadie dude de las nociones interpretativas de Giamatti, que repita una y otra vez el mismo papel ya empieza a cansar o, directamente, irritar 1. Ese es precisamente el sentimiento que aflora con mayor ímpetu, emanando desde la exageración con que se describen sus personajes y las situaciones que los reunen, el aspecto de comedieta dramática indie (tras el que se esconde la enésima producción hollywoodiense de grandes proporciones) e inocua, o hasta la banda sonora que lo mismo parece extraída de «Anatomía de Grey» que de un concierto de violín con claras y cuestionables intenciones lacrimógenas. Todo en ella acaba cayendo en el recurso fácil, en lo simplón hacia donde ya se apuntaba desde su línea de partida (las historias de guionistas punzantes se antojan un recurso demasiado fácil, ¿no?), y por consiguiente en lo burdo y en lo irritante.
Pero por encima de todo, «El mundo de Barney» es una perdida de tiempo porque no hay nada que en ella interese realmente. Algunos momentos sí resultan logrados (punzadas de humor tirando de negro), y de tener que resaltar algo de su guión, habría que optar por el poso de tristeza absoluta que despierta su personaje principal, y que lo persigue allá donde va en forma de vergonzosas puestas en evidencia. Del mismo modo, brilla de manera inapelable un Dustin Hoffman de quien se recupera su mejor versión y a quien se coloca como punto de referencia tanto cómico como humano (y funciona, que ya es mucho visto lo visto). Pero en general, el visionado del film no resulta en absoluto gratificante, y el motivo principal después de toda esta parrafada sigue siendo el mismo: productos así no pueden durar más de los 90 minutos de rigor. Aquí, cada segundo de más invertido en arcos argumentales vacíos se paga con creces, cada nuevo personaje se torna más cansino, y el cómputo global queda en una muy dura prueba de resistencia para el espectador, agravada encima con un remate de pañolada (violines incluidos) que sumar a la larga lista de despropósitos de la que hasta el momento sobresalía cierta escena en la estación de trenes ridícula. Como es habitual, el espectador tiene la última palabra: a él le corresponde decidir si le compensa pasar por este calvario para ver un “American Splendor” mucho más largo pero con mucha menos gracia, aparentemente resultón pero de dudosas intenciones reales y peores sensaciones, que al final sólo resulta estar bien interpretado y maquillado. A mí, desde luego, no.
4,5/10
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1 O sea, que más que justificado el olvido de su nombre de cara a los Oscars.
¡A sus órdenes, mi capitán! Completamente de acuerdo en la apreciación sobre el susodicho Giamatti. Sólo una pregunta: ¿tan mala es la peli para que le des menos puntuación que a (glups) "Torrente 4"? Hombre, entiendo que, si no te ha gustado, acabes hasta los mismísimos después de 2 horas y cuarto, pero, en fin, me parece un tanto radical…;)
A ver, la puntuación de Torrente tiene su justificación en la crítica: de ella digo que al peli es una mierda sin remisión, pero que sus objetivos los cumple, y que por tanto no sé muy bien cómo valorarla numéricamente. Le pongo el cinco por esa dualidad de conceptos.
Esta obviamente es cinematográficamente mejor, pero falla en cosas más graves. No tiene objetivos bien definidos, no sabe por dónde tirar, no acaban de quedar claras sus intenciones, y por lo general no tiene absolutamente nada nuevo que contar. Por eso, en su universo, esta es peor que Torrente en el suyo, no sé si me explico. Amos, que sea como sea, no veas ni una ni otra. Quédate en casa y… esto… (no Capi, no, no digas que se haga unas pajillas, por Dios, no te descubras!)
Perdona, Anónimo, te importaría entre copa y copa decirme por qué te ha gustado la peli? Es para ver si me animo…
Yo es que como me fío un montón de Spaulding ni se me había ocurrido verla…
Ei, y en esta Casa tienen cactus brutales, si quieres ver uno precioso, ves al link de Nita en los comments de "El lector opina: Valor de ley".
Mira, para que veas que en esta casa son/somos amables, voy a buscártelo y te lo copio. Si te gusta Jeff Bridges disfrutarás un montón.
https://www.gossiprocks.com/forum/magazines-photoshoots/123760-jeff-bridges-gq-magazine-march-2010-a.html
Un saludo
¿Qué le pasa a la gente? Quiero decir, ¿qué le pasa a la gente?
¿Serán ganas de llamar la atención?
¿Será mala educación crónica?
¿Será amargura vital?
¿Será complejo de inferioridad?
Será complejo de inferioridad
A la gente le pasa algo
Hombre, al mismo tiempo que tú con la peli giamattinesca, mi hora y media de aguante al leerte llegó demasiado pronto, concretamente cuando adjetivaste de desafortunado al film de Kaufman Synechdoque NY, aun así decidí seguir leyendo hasta el final para ver qué me deparaba tamaña calificación al debut de uno de los mejores guionistas en la actualidad en una película que catalogué de soberbia cuando caía el telón. Alguien que cataloga de esta manera tan zahiriente barney´s versión debe, en su estómago, hospedar el puño del estreñimiento. Me alegro, en definitiva, que en gustos cinematográficos nos hallemos a tantas horas de vuelo; yo en este restaurante con lago y copa de vino en ristre, usted en aquel desierto donde las gafas de pasta crecen como cactus. Un saludo y cague, por favor.
Que no sea el mismo que ha comentado en Sucker Punch! Porque que yo sepa, digo que es desafortunada, pero también explico qué tiene de bueno y qué de malo, y encima linko a la crítica para salir de dudas. Vamos, que antes de entrar al trapo, lo mismo debería hacer lo mismo que aquél, y leer BIEN las críticas que publicamos por aquí. Y no sé, eso de opinar habiendo visto películas bajadas chungas, o sin haberlas visto directamente… en fin, que me encanta la gente que viene, lee una frase, se hace una idea total absoluta, completita y contrastada de cómo es una persona, me encanta. Porque a ver, quién te dice a ti que a mí no me encante Kaufman como guionista? Por qué no te das una vuelta por aquí a ver qué opino de algunas películas de esas que te acompañan en tus (por Dios) restaurantes con lagos y copas de vino? O qué coño, ven a mi puto baño a ver cómo cago, no te jode.
Madredelcieloquerido!!! entro sólo para que haya un poco de aire entre tu parte I y tu parte II, haz puntos y aperte por favor, que entre lo farragoso e irritante que es leerte y sin espacios, se me regira el cerebro. Con todo el cariño, eh, amigo Franciso, que supongo que te apellidas Quevedo Villegas, porque tu prosa, tío, me ha recordado al Quevedo más repelente, pedante y pendenciero (es un halago, lo digo por si te lias), ala, preparada pa la parte II
oooohhhh, no me dio tiempo, iban todos seguidos…. Por lo demás. muy interesantes tus observaciones, gracias por iluminarme.
Y yo sí, yo me fio de l'Spaulding hasta la muette, ya le he leído lo suficiente como para saber que es justo la vara de medida que yo necesito para ir al cine, pero claro es que debo de ser tan lerda, inculta, inmadura, impaciente, simplona, manipuladora,tendenciosa y estúpida como él (adjetivos todos que he sacado del tono de tu texto, implícitos todos, eso sí, que con tu cultura hubiera quedado cutrillo que escribieras "muérete pedazo mamón" como hacen otros, cosa que se agradece, por cierto, pero allí están todos y cada uno de los adjetivos). Si me permites, con todo el respeto y sin ánimo de ofensa te lo aseguro, lo mismo (tus discrepancias y tus aportaciones) hubiera entrado muchísimo mejor sin ese tono tan pedantérrimo, tío, no sé, lo lanzo para la autoreflexión y si no papelera, don't worry. Es la opinión de una esclava numeraria del Capitán (a mi como soy mujer, no me dan ni rango, soy la que limpia la escalera y la que satisface tus bajos instintos…;))
Pues nada, bienvenido y Carpe Diem que ya veo que te gustan los latinajos… yo voy a intentarlo, gossar el momento digo, porque tu crítica me ha dejado un regustillo agrío y rancio en la boca.
"tus" bajos instintos no, perdón, perdón, "sus"… sorry
"al ver denostado al único forero que tuvo a bien levantarse en armas, o en palabras, si es que no son lo mismo, para cruzar el guante blanco de su crítica hacia la suya…" – Aquí se contesta con el mismo nivel de respeto con que uno deja su comentario.
"Nunca un seudónimo fue más acertado, ya que…" – En verdad es un personaje que me hace mucha gracia de una película en concreto. Se llega a llamar "Cabo Spaulding" y me lo pongo igual.
"cuyas opiniones (que la jerarquía convierte en prescripciones) a veces sólo pasan de pobres, otras son lamentablemente desafortunadas, y otras, en los casos más flagrantes, son directamente nefandas." – Eso lo opinas tú. Yo opino lo mismo de las tuyas. Qué cosas, eh?
"pese a contar con el fulgor de un Globo de oro en su haber." – Claro, los premios. Eso siempre han sido garantía de buenas películas, eh?
"Lo primero a matizar es que ver esta película en absoluto constituye una pérdida de tiempo, como sí lo es leer su texto." – Eso lo dirás tú. Para mí sí lo fue. Y si tan pérdida de tiempo te ha resultado, haber saltado directamente al numerito, qué quieres que te diga.
"una de las películas más brillantes de lo que llevamos de milenio come es Synecdoche, New York" – Esto lo dices tú. Desde cuándo es la tuya la verdad universal?
"(no debería, mi capitán, entrecomillar títulos de obras de ninguna clase, si acaso, para hacerlas destacar, usar las cursivas)." – Entrecomillo lo que me sale de donde yo me sé, gracias.
"A la opera prima del genial (y ya oscarizado)" – Ah, otra vez. Si tiene un Oscar es bueno. Amén.
"nunca se le pudo acabar la gracia, porque, gracia, lo que se dice gracia, nunca tuvo, a no ser, claro está, que a mi capitán se la provoque ese halo de personaje perdedor…" – Sí, esa es la gracia que le encontré al personaje. Que no es lo mismo "la gracia de algo" que "que algo tenga gracia". Espero que tan pobres palabras sirvan para que te quede claro, pues prefiero pensar que no lo has entendido, antes de tolerar esa infame forma de tergiversar mis opiniones.
Que muchos críticos, tal vez no más inteligentes que mi querido capitán pero sí más perspicaces, hayan visto en Kauffman…" – Te repito lo que a tu tan defendido duelista: ¿sabes mis opiniones sobre otras películas de Kaufman?
"siempre especial imaginario” o que su película cansa (sic), es muy de lamentar" – Su imaginario siempre es especial, pero su película cansa. Esto es así. Por favor, no confundas crítica con análisis de una película. Por cierto, notas que hay un "especial" en cursiva, verdad? No te da la idea de que puede esconder significados ocultos?
"su limitada cultura" – Por? Porque no ponga los nombres que tú quieres leer? porque tire mi crítica por otros derroteros en vez de hacerlos desde TU punto de vista? Hum… Decías algo al principio en relación a las opiniones y los rangos…..
"su excesiva duración, y ello tan solo por sobrepasar en 15 minutos la duración convencional de los productos al uso" – 1. Su duración es excesiva. 2. Dos horas al uso? Hitchcock dijo que una comedia debía durar como mucho 90 minutos. Frankenstein, Freaks o Drácula duran 70. Misterio de Lisboa 4 horas y Los 7 samuráis 205. Al uso no hay nada. Hay duraciones ajustadas o no, y en este caso, no lo está.
"que hay vidas cuyo tiempo nada tienen de valioso, pues…" – Continente, contenido, vidas poco importantes… una de dos, o hay algo ahí que valga la pena convertir a película (y ese algo no tiene que ser necesariamente una aventura, puede ser un simple sentimiento, por ejemplo) o que no la hagan. Mi vida es tan hueca como la de Barney, y seguramente deje a su final lo mismo que deja la suya, o sea nada. Solución; no se hace una película sobre mí y listos. Ni sobre ti, espero (por Dios, qué cosa saldría de ahí!)
"P. Giamatti, destaque que éste repita, a modo de cliché…" – La culpa será de quien sea, pero el caso es que se repite, aun así, digo que lo hace bien, como siempre, pero bien, y que nadie duda de sus cualidades. Dónde está el problema?
"como si solo algo nuevo, insólito o nunca visto fuera valioso…" – Sabrás tú lo que me gusta y lo que no, lo que encuentro novedoso y lo que no. Una novedad no tiene que ser algo que nunca se ha contando, sino también una forma de contar algo nueva.
"cuando muchas veces lo más interesante es la nota a pie de página, el comentario parasitario (Derrida sic) o el tour de fource o vuelta de tuerca ingeniosa de algo ya hecho con anterioridad…" – …Ves? si hasta tú mismo lo dices. Repito, entonces, dónde está el problema? en que para ti sí hay esa "vuelta de tuerca" (aka. novedad") y para mí no? Vale, pues dilo y ya está, no es necesario todo esto ni hacer valoraciones sobre una persona tan carentes de sentido.
"…blablabla… primera parte de la tercera, que paso de copiar" – Ves? haber empezado así desde el principio, con tu opinión (contraria o no, eso es lo de menos) y sin ofender a nadie. Tanto costaba? Y mira, si hasta en algo coincidimos. Así pues, no es pérdida total de tiempo! Ah, estamos de enhorabuena.
"que no se decanta entre la comedia o el drama, como si lo tragicómico hubiera de ser desmerecido" – Jamás he dicho eso.
"estar sentado viendo esta película más de 90 minutos o como mucho 120 minutos para una vida que debe ser tan interesante y cargada de momentos de plenaria intensidad existencial, no le salga rentable cuantificando el tiempo de su vida en términos cuasimonetarios." – Volvemos a las andadas, mierda, sólo fue un espejismo, en fin. Insisto, aguanté mejor que nadie Misterios de Lisboa, por lo que afortunadamente, ese problema que describes no lo tengo. A mí lo que me molesta es perder el tiempo con algo que me aporte menos que cero. Supongo que en eso estaremos de acuerdo, no? A quién no le pasa?
"Es muy de lamentar que opine esto de una película tan atractiva, sugerente, amarga, surrealista y, a ratos, divertida (como la vida de cada uno), amén de ser una película premiada con un Globo de oro, y sin embargo hable tan favorablemente en otra de sus críticas, oh capitán, mi capitán, y este tema lo menciono sólo de soslayo, de la vomitiva y execrable Balada triste de trompeta, epítome máximo de cine español subvencionado de calidad ínfima o directamente inexistente." – Tu opinión vale más que la mía? Genial. Yo en Balada triste encuentro todas esas inquietudes, esos experimentos, esos conatos de enfant terrible, de genio que aún está descubriendo un mundo (como Tarantino), que no se cansa por buscar el riesgo, que lo abraza con fuerza, que no se limita a poner la cámara ahí (como en Barney) sino que busca el más difícil todavía… elementos que aquí brillan por su ausencia
"Espero, ciertamente, capitán, que sus soldados no sigan el criterio de autoridad a la hora de ver o valorar las películas de que usted habla." – Pues yo espero que no sigan los tuyos. Lo dicho, opiniones. (Eso sí, como seas así en la vida real, madre mía, qué aburridos tienen que ser los consejos que des tú a tus "soldados")
Por cierto, nada de todo esto tiene sentido. Partiendo de que ni siquiera has escrito KauFman correctamente, me dirás qué credibilidad puedes tener.
GRUMETE ADAMANTINO:PARTE I
Oh Capitán, mi Capitán,
No sé si de barco o de infantería terrestre, lo cierto es que la variz que me quedaba por reventar tras leer su crítica, estalló al ver denostado al único forero que tuvo a bien levantarse en armas, o en palabras, si es que no son lo mismo, para cruzar el guante blanco de su crítica hacia la suya, aguantando mucho menos que yo y siendo apedreado por el aldeano medio de su blog. Dicho lo cual, paso a relatarle, si es que me concede este tiempo y la paciencia necesaria para con este amante del cine sin armas cibernéticas que blandir para con sus opiniones, participando y agradeciéndole la oportunidad brindada sin venia y esperando que no se moleste.
Nunca un seudónimo fue más acertado, ya que, utilizando para él una palabra cuyo campo semántico remite directamente a la jerarquía debida, para todo aquél cuya experiencia vital haya sobrepasado y cancelado con éxito la etapa universitaria, será fácil que se nos venga a mientes el recuerdo de un superior en rango, mas no en inteligencia, cuyas opiniones (que la jerarquía convierte en prescripciones) a veces sólo pasan de pobres, otras son lamentablemente desafortunadas, y otras, en los casos más flagrantes, son directamente nefandas. Me alegra que alguien dedique parte de su tiempo y esfuerzo en hablar sobre esta película tan injustamente soslayada por crítica y público en mi país, el de la piel de toro, pese a contar con el fulgor de un Globo de oro en su haber. Lo que lamento es el contenido de su escrito. Lo primero a matizar es que ver esta película en absoluto constituye una pérdida de tiempo, como sí lo es leer su texto. La primera opinión que resulta controvertible es que difame una de las películas más brillantes de lo que llevamos de milenio come es Synecdoche, New York (no debería, mi capitán, entrecomillar títulos de obras de ninguna clase, si acaso, para hacerlas destacar, usar las cursivas). A la opera prima del genial (y ya oscarizado) guionista Ch. Kaufman, nunca se le pudo acabar la gracia, porque, gracia, lo que se dice gracia, nunca tuvo, a no ser, claro está, que a mi capitán se la provoque ese halo de personaje perdedor que parece salido de una novela de Bukowski o la reflexión sobre el ser un ser-para-la-muerte more heideggeriano que es el auténtico leitmotive de la obra. Que muchos críticos, tal vez no más inteligentes que mi querido capitán pero sí más perspicaces, hayan visto en Kauffman un perfecto crossover entre el cine imbuido de la profunda reflexión kierkegaardiana sobre la rígida religiosidad luterana y la ausencia de Dios como puede ser el de I. Bergman ( a fortiori también un C. T. Dreyer) o el irregular L. von Trier, la ironía propia de la secularizada Weltanschauung de un judío no creyente como puede ser Woody Allen, y como tercer elemento de la encrucijada, el cine más (di)simuladamente comercial propio de cineastas que tienen la doble faceta de hacer cine decididamente independiente, pese a contar con actores y presupuestos más propios de los más influyentes insiders de Hollywood; digo, que el que muchos críticos perciban en este cineasta esa suerte taumatúrgica de mancomunidad de elementos tan sugerentes en Synecdoche NY y, de manera concomitante, nuestro capitán los despache afirmando que posee un “ siempre especial imaginario” o que su película cansa (sic), es muy de lamentar, y va a levantar acta de la recepción crítica que su limitada cultura nos regalará de la película que nos ocupa,
GRUMETE ADAMANTINO: PARTE II
…que no es otra que El mundo según Barney; y es que también parece sobremanera desafortunado que lo primero que destaque de ella (intentando no caer en la falacia de pensar que lo primero de algo es lo más importante o enjundioso) es su excesiva duración, y ello tan solo por sobrepasar en 15 minutos la duración convencional de los productos al uso (oh mi capitán, espero que ese ramalazo tradicionalista le sea corregible). Decirle también al capitán, para mitigarle ese prurito suyo por aprovechar al máximo cada momento, ese tempus fugit que tan mal se solidariza con el visionado sereno y reflexivo de un filme, que hay vidas cuyo tiempo nada tienen de valioso, pues extraña me es la idea que el continente tenga algo de valor si no lo tiene, al menos, algo de lo contenido. Y también parece molestarle al capitán que, lejos de dejarse llevar y disfrutar con la magnífica encarnación de tan goloso personaje por parte de P. Giamatti, destaque que éste repita, a modo de cliché, mismas interpretaciones, para diferentes películas, y concediéndole esto último, más cabría achacarle el defecto a los responsables de los sucesivos casting que al actor en sí mismo ( que estoy seguro que clava por la escuadra lo que la dirección de actores le pedía en esta película ). Y aún sin participar para nada en esta “avidez de novedades” en la que cae nuestro capitán, como si solo algo nuevo, insólito o nunca visto fuera valioso, cuando muchas veces lo más interesante es la nota a pie de página, el comentario parasitario (Derrida sic) o el tour de fource o vuelta de tuerca ingeniosa de algo ya hecho con anterioridad ( por citar un par de ejemplos, la clásica película Luz que agoniza o la más reciente y patria Los otros son, entre otras cosas, pero sobre todo, una fantástica vuelta de tuerca de la novela homónima – Vuelta de tuerca- del escritor norteamericano H. James)…
GRUMETE ADAMANTINO: PARTE III (y última)
…Dicho esto, también hago la siguiente consideración: no estoy del todo de acuerdo con que P. Giamatti repita el mismo personaje de siempre, ya que en El mundo según Barney , aunque se reconozcan muchos tics de su personaje arquetipo, este Barney parece dominar situaciones ( que a los personajes de películas del mismo actor como American Splendor o Entre copas se les irían de las manos), tales como seducir mujeres muy por encima de sus posibilidades, despreciar a otras, o poner en su sitio a su suegro el día de su propia boda. Es cierto que la película no es una reflexión profunda sobre nada, como podría serlo la cita Synecdoche NY, es, ni más, pero tampoco menos, la narración de una historia (y creo que sí es un defecto que intente, lo consiga o no, ceñirse tanto a la novela que la inspira), una sucesión de momentos que van desde lo potente cinematográficamente hablando ( ese panegírico paterno en lugar inopinado condensado en el adagio “pareces un puto rey”) al sketch simplemente hilarante ( la filiación paterna de su “primer” hijo, cuyo color de piel es un tanto sospechosa). En esto estoy de acuerdo con el capitán, hay momentos muy logrados, como él dice en su reseña, y también en que el capitán destaque la recuperación para la causa de un D. Hoffman que, como otros grandes del celuloide, aún vivos, parecía ya perdido del todo en su histrionismo senescente. En definitiva, al capitán le parece una pérdida de tiempo el visionado de una película, ligera, sí, pero con fuertes golpes de un guión bastante destacable, que no se decanta entre la comedia o el drama, como si lo tragicómico hubiera de ser desmerecido por ambiguo o tibio o porque estar sentado viendo esta película más de 90 minutos o como mucho 120 minutos para una vida que debe ser tan interesante y cargada de momentos de plenaria intensidad existencial, no le salga rentable cuantificando el tiempo de su vida en términos cuasimonetarios. Es muy de lamentar que opine esto de una película tan atractiva, sugerente, amarga, surrealista y, a ratos, divertida (como la vida de cada uno), amén de ser una película premiada con un Globo de oro, y sin embargo hable tan favorablemente en otra de sus críticas, oh capitán, mi capitán, y este tema lo menciono sólo de soslayo, de la vomitiva y execrable Balada triste de trompeta, epítome máximo de cine español subvencionado de calidad ínfima o directamente inexistente. Espero, ciertamente, capitán, que sus soldados no sigan el criterio de autoridad a la hora de ver o valorar las películas de que usted habla.
Gracias por su tiempo.