Crítica de Murieron por encima de sus posibilidades

Que la vida esté bajo mínimos ya no lo duda nadie. Por eso, el cine de todas las latitudes estrena mil y un dramas sociales, críticas a esta o aquella economía, comedias sobre la falta de sentido de la vida, etcétera. Especialmente activa en lo que a denuncia se refiere está la industria cinematográfica española (nada más faltaría), cuyos lanzamientos de cócteles Molotov son continuos, y adquieren las formas más variadas. El penúltimo ejemplo es la defenestrada por la prensa (es ya una costumbre) sátira que propone Isaki Lacuesta. Una Murieron por encima de sus posibilidades que hace aún más evidente el carácter revolucionario de la filmografía del de Girona, añadiendo a la fórmula un discurso de crítica social mucho más evidente, un arma de formas en absoluto disimuladas, y un carácter directamente incendiario. Infinidad de actores de primer nivel (Raúl Arévalo, Julián Villagrán, José Coronado, Imanol Arias, Bárbara Lennie, Luis Tosar, Carmen Machi, Ángela Molina…) se dan cita frente a la cámara para apoyar al de Los condenados en su fusilamiento a todo y a todos. Porque más que una película, esto es un llamamiento al (des)orden irreverente, excesivo, descompensado y de aspecto variable y destartalado, del que no se salva nadie. Ni un solo. Y es irregular, vale; pero condenadamente necesario… y divertido: desde Airbag que no se pasaba por nuestras carteleras una comedia tan alocada.

Planteando una tragicomedia urbana coral, Lacuesta abre de entrada y tras un delirante prólogo a modo de flashforward, varios frentes que luego retoma, de los que viene y va según le rote, para ir presentando a los varios personajes principales de manera que vayan quedando claros los motivos por los que se reúnen donde se reúnen. Esto es, un loquero. A través de sus respectivas historias, van quedando expuestas prácticamente todas las carencias económico-sociales que actualmente plagan la vida del español de clase media. No falta la precaria situación de la salud pública, los políticos y fantoches y ricachones, Alemania, los trabajos de mierda, los telediarios parciales (geniales los minutos de Eduard Fernández en escena) y hasta los tú pon la pasta aquí que nada puede salir mal.

Un panorama desolador que desemboca en tensión y exabrupto, y luego en planes de acción indebidamente planificados y, por tanto, de consecuencias previsiblemente catastróficas; oh, sí, también pillan de lo lindo movimientos a lo 15-M, como por lo general todo iluminado que se cree capaz de poder cambiar las cosas. Esto tiene tanto de sátira como de comedia clásica con el plan perfecto de turno, y como tal se desarrolla, combinando gags visuales o absurdos (se establecen ciertos parecidos con Dispongo de barcos) con frases hirientes o giros hacia un humor negrísimo. Una mezcla bestia, sin concesiones, y pasada de rosca. Y de mensajes muy dolorosos.

Y no, Murieron por encima de sus posibilidades no es perfecta: cuenta con alegorías de escándalo (la comida frente al cristal) pero a veces se obsesiona por hacer captar sus mensajes y mastica demasiado su guion, perdiendo enteros a velocidades de vértigo, que recupera tan solo con la siguiente barrabasada (atención al impagable monólogo de Albert Pla). Por su parte, Lacuesta sigue explotando al máximo las posibilidades expresivas de su cámara, juega con el lenguaje cinematográfico todo lo que puede y más, y el resultado son fases sorprendentes… que se convierten en armas de doble filo al provocar desvíos de atención: la virguería técnica de la visita al hotel en ruinas de la costa catalana es claro ejemplo de ello.

Ahora bien, tampoco parece que nada de ello se escape de los planes del director: hasta los pasajes más descontrolados parecen controlados, por así decirlo. Hay excesos de brocha (muy) gruesa que incomodan y de qué manera al espectador, pero todo es buscado, y al fin y al cabo, remover al respetable es el objetivo final de una película que, aunque pueda resultar odiosa, debe ser vista. El cine español debe arriesgarse, e Isaki Lacuesta es de los que más se tiran a la piscina. El público, la crítica, la industria en general debería valorar estos experimentos por mucho que nos joda sabernos señalados con el dedo, y criticados sin miramientos de arriba abajo. ¿Que aquí se nos acusa sin tapujos? Bueno, a ver si así despertamos de una vez. Necesaria. Obligatoria.

8/10

Y en el DVD…
Cameo nos trae esta película en formato DVD, de manera muy sencillita: apenas un par de fichas (técnica y artística) y un tráiler son los materiales añadidos de una edición que, eso sí, se puede disfrutar sin problemas a nivel audiovisual. Impecable su imagen, respetuosa con los coqueteos formales de Lacuesta (y no son pocos), como su sonido, un 5.1 más que suficiente.

En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

Te puede interesar...

Escríbenos algo

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en Comedia