Crítica de Los ojos del mal
Desde hace ya unos años, la avalancha de cine de terror que llega a este país es tal que más de la mitad de las películas se estrenan con retrasos de hasta más de un año (como este caso) o directamente en video (como iba a ser este caso, en un principio). Las cabezas pensantes de las distribuidoras deciden cuál tendrá mayor o menor acogida de público, y en base a ese supuesto deciden su futuro.
Lo que suele pasar muy a menudo (lamentablemente), es que en pantalla grande nos acabamos tragando basuras indecibles («Boogeyman», «La Caverna Maldita»…) o secuelas y más secuelas (tienen pensadas al menos cuatro partes más de «Saw»), en detrimento de otras que algunas veces son, cuanto menos, curiosas («2001 Maníacos«).
En el caso de «See No Evil» nos encontramos ante una película perteneciente a este último grupo, que sin embargo al final ha acabado por estrenarse en cines, veremos con qué suerte, un año y medio después de su premiere estadounidense.
Protagonizada por Kane, un «luchador» de la WWE (vaya, el Présin Cach de toa la vida), y grupo-de-jóvenes-aleatorio-multiracial (entre los que destaca Rachel Taylor, la rubia de «Transformers«), «Los Ojos del Mal» nos presenta a unos presos que tienen la posibilidad de ver reducida su condena a cambio de limpiar y ordenar un viejo hotel abandonado. Lo que no saben es que allí habita un asesino sin escrúpulos capaz de las peores y más sanguinarias fechorías…
Como se puede ver, no se trata de la revolución del cine de terror, pues no hay que olvidar los límites en que se ubica la película de Gregory Dark (curtido director de cine erótico y porno).
Sin embargo, cuenta con más de un aliciente que compensen su (por lo menos) descarga del eMule.
Es de agradecer, por ejemplo, que el guión no se detenga demasiado en investigar sobre las interioridades de los personajes, que no le importan a nadie, obviamente, y pase rápidamente a la acción. Además, la dirección suele ser bastante calmada, usando pocas veces el estilo videoclipero que tanto adoro y manteniendo la cámara fija (hubiese pagado por entender algo de lo que veía en «El Ultimátum de Bourne», pero el señor Greengrass estaba demasiado ocupado moviéndose a toda velocidad con la cámara en mano), puesto que la oscuridad del hotel destartalado ya es suficiente censura visual…
Pero más importante aún es la acertadísima elección del luchador como asesino, ya que se aprovechan bastante bien las dotes físicas de las que dispone. Así, en incontables ocasiones el gigantón se dedica a estampar literalmente a sus presas contra puertas, paredes, o armarios, alzándolas fácilmente con sus manos. Si a todo ello se le añaden escenas dolorosas y sanguinarias, con extracciones oculares y desmembramientos perfectamente visibles, se obtiene la combinación perfecta para un entretenimiento agónico y divertido, apto tanto para los amantes del terror a secas como para los devoradores de gore puro y duro, que para nada saldrán decepcionados con la experiencia (vaya, todo lo contrario a lo que ocurrió con «Hostel»).
Un consejo, ved los títulos de crédito un par de minutos. Hay una escena de lo más juguetona y maliciosa.
5,5/10
Pues fíjate que a mí me ha parecido uno de los mayores bodrios de los últimos tiempos. Aparte del hecho de que (personalmente) no puedo considerar la falta de pretensiones como la mayor virtud de una película, el resultado es tan previsible, tan «de salón», que resulta poco menos que patético. Lo absolutamente inverosímil de la trama y el absurdo desfile de clichés cantan demasiado. Ni hablar del Kane este, que lo da es risa haciendo pucheritos a lo largo de hora y media.
El caso es que yo creo que, incluso dentro de esos estándares de gore descerebrado sin «pretensiones», hay demasiados ejemplos superiores a esta película como para siquiera tomarla en cuenta.
jajaja, lo de kane haciendo pucheritos (y resoplando hinchando los mofletitos como un caballo) es lamentable, pero qué puedes pedirle a un «actor» como él? qué duda cabe, hay muchos ejemplos superiores. El problema es que creo que también hay demasiados inferiores, y esta deambula en mi opinión por la raya que separa el primer grupo del segundo. Ya digo, disfruté con las escenas gore, bastante más explícitas de lo que me esperaba (y solo eso ya es de agradecer), y me lo pasé bien cada vez que el grandote este estampaba a sus rivales contra las paredes y tal…
Eso que dices del tiempo que tardan en estrenar según que pelis es verdad. El troquelado de esta peli hace la tira que se está pudriendo en el descansillo del cine.
Ya he visto The descent… eso ya es otra cosa!!!. Me gusto/angustió mucho!
Como bien dices en la crítica, no es la revolución del cine de terror, pero tiene sus momentos, cosa que la mayoría de las últimas películas del género ni eso…
Personalmente, lo único que en verdad la salva de la quema es ese tufillo a splatter, con algunas escenas verdaderamente cafres, [spolier] como la muerte final del maloso, con cámara interna incluida, o la de la chica con los perros[ fin spoiler].
Un saludo!
Por cierto, te he añadido a la lista de mi blog, que me he dado cuenta que no te tenía.
;)
osukaru: sí, The Descent es una de las grandes sorpresas de hace un par de añetes. La pena es que el guión brille por su inexistencia, pero vaya, aún así es un peliculón, y punto pelota! saludos!
goethemola: la verdad es que yo tampoco te tenía a ti! no sé por qué, me da un palísimo absoluto siempre ir renovando los links a las páginas interesantes (aunque debería hacerlo con mayor asiduidad y orden). Ya mismo te meto entre mis enlaces! y te agradezco enormemente que me tengas tú, es un auténtico honor!
la escena final a lo CSI de See no Evil es genial, completamente gratuita y chocante. El resto sí, en cierto modo pretende evocar a los Vierneses 13 y demás… y nunca va mal (siempre mejor eso que niños toca pelotas que lo saben todo y te dicen que te vas a morir a manos de su amiga la niña muerte y blanca con el pelo largo y negro… qué pesados).
Salud!