Crítica de Only You
A un drama romántico se le hinca el diente de infinitas maneras. La inmensa mayoría de ellas, ya manidas hasta la saciedad. Quizá la forma más estimulante (para gustos…) sea la que más se quiere aproximar a la realidad. Evitando grandes aspavientos, se sitúa una cámara a la menor distancia posible de los protagonistas, y se les empieza a dar forma por dentro y por fuera. Viene a la cabeza el cine de Carles Marqués-Marcet, por ejemplo; y muy especialmente su última propuesta, Els dies que vindran. Ya que la que ahora nos ocupa, Only You, podría definirse acaso como su otra cara.
En esta ocasión también hay una pareja que centra la práctica totalidad de la atención, pero si en la catalana se investiga cómo afecta un embarazo, aquí es todo lo contrario: de manera fortuita, chica y chico se conocen y parecen hechos el uno para el otro. Su relación crece, y llega el momento de querer aumentar la familia. Y empiezan las dificultades.
Para su debut en la dirección y guión de largos, Harry Wootliff, ya lo veis, evita grandilocuencias y complicaciones. Se aferra a una situación que le interesa, la desnuda de casi todo efectismo peliculero, y… deja que fluya.
Con dos excelentes vasos conductores (Laia Costa y Josh O’Connor desprenden una química tan brutal que se maquillan tranquilamente sus puntuales traspiés), Only You va cobrando forma pincelada a pincelada, con detalle y sin precipitaciones. Se dan altibajos rítmicos, pero en general la sensación es de una película que no es ni rápida ni lenta, sino (y perdonadme por recurrir a esta expresión) como la vida misma: hay espacio para la emoción de los comienzos de una relación, el apasionamiento, el establecimiento de rutinas… así como para el progresivo desgaste que una situación tan anecdótica como potencialmente destructiva puede generar.
Todo ello retratado con sutileza, elegancia y a la vez, sorpresa, naturalidad. Only You no altera la realidad que rodea a la pareja más de lo necesario: su mundo tiene luces y sombras, se colorea y torna gris al compás de sus sentimientos pero sólo para acompañarles en la construcción/destrucción de su universo personal. El espectador no tiene puntos de fuga, por tanto; su mirada se mantiene en la diana así como sus emociones, siempre acompasadas.
No es que se trate de una película perfecta. Quizá lo malo de esta película, además de su ya comentada irregularidad rítmica, sea que no sobresalga en ningún aspecto. Pero es que tampoco se habla de grandes gestas, reversos ni twists imposibles. Es una vida cotidiana que se ve forzada a lidiar con un revés inesperado. Es… eso, como la vida misma.
Trailer de Only You
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Una película sobre la vida en general y la de una pareja en particular que debe afrontar un problema. Natural, creíble, y por tanto sumamente sentida sin necesidad de añadidos.