Crítica de El oso Yogui
A veces, más de las que se quisiera, uno se siente como un poco inútil. Imbécil incluso. Ocurre cuando hay que enfrentarse a la tarea de ver primero y criticar después (señor, ayúdame a vencer la tentación de hacerlo al revés) una película que está claro y visto para sentencia que va a ser una enorme bosta fílmica; que lo estaba ya desde que salió de no se sabe qué mente perturbada de no se sabe qué enfermo ejecutivo. Porque la mera idea de hacer una película de esas características responde a cualquier cosa menos a la voluntad artística.
Pero aun así, se hace un acto de estoicismo basado en el compromiso periodístico y se ve la película. Y en rarísimas ocasiones se descubre que el destino puede dar extrañas vueltas y albergar pequeños milagros: películas que a pesar de tener el sentido común en contra terminan resultando en insospechadas maravillas audiovisuales.
Bien, «El oso Yogui» no es de este último tipo.
Todo lo contrario, es un producto tan frígido en todos sus aspectos que, por lo pronto, ha motivado una crítica en la que, con varias líneas escritas, aún no he dicho nada de ella. Socorro, que alguien me ayude: «El oso Yogui» anula. No sé qué demonios decir de ella porque no sé qué demonios tiene digno de mención.
Es tan deficiente en todo que difícilmente encontrará un hueco en algún lugar, y en ello incluyo las sombrías tierras donde almacenan la emotividad algunos de los chavales más obtusos del planeta. En general los críos no son tontos, pero sí hay algunos pequeños, muy pequeños, y otros estúpidos, muy estúpidos. Y son ellos probablemente el único reducto de esperanza que le quede a esta desmotivada adaptación de los míticos cartoons de Hanna-Barbera. Lo que nos lleva a otra observación, por cierto. En todo esto hay un grupo de gente especialmente damnificada: los que decidan meterse a ver «El oso Yogui» por aquello de la nostalgia.
A estos, y a todos los demás, se nos presupondrá el medio dedo de frente (cantidad mínima de dedo) para sonrojarnos con esa especie de engendro llamado guión (en el que han trabajado la friolera de seis manos) lastimosamente trufado de lugares comunes (¿otra vez todo eso? ¿nos toman el pelo?), una suerte de ecologismo naïf, gags de kindergarden mongoloide y una colección de recursos de TVmovie cómica, sacados del mismo infierno que cualquier secuela de «Beethoven», de «Casper» o de «Este chico es un demonio». Eso es, comedia de serie B con actores de serie C (¿dónde se han dejado a Brendan Fraser?) ofreciendo interpretaciones de serie Z para un catálogo de personajes diseñado por el grupo extraescolar de cine de la clase de primero. Una cochambre se mire por donde se mire, y con todos los respetos merecidos por la clase de primero.
Ah, pero siendo «El oso Yogui» por lo menos uno va a poder llevarse al buche una colección de estampas campestres con la América más forestal como protagonista. ¿Verdad? Desengañaos, la mitología rural norteamericana, la aturdidora belleza de los parques naturales y el innegable atractivo de las leyendas más profundas de los bosques son ajenos a todo esto. En realidad hacen un cierto amago de aparición en alguna de las secuencias, pero la desarmante inoperancia (o desinterés, quién sabe) del director parece estar más pendiente de lanzar cosas al espectador, absurdo 3D mediante, o de encuadrar a sus personajes en el plano más anodino posible.
Todo ello en la operación más indecente que recuerdo de «Garfield» a esta parte. ¿Operación de qué? Eso es lo que no tengo tan claro, pero estoy entre «de márketing», «de acoso y derribo de un mito de la infancia», «de investigación de los límites de la indecencia fílmica» y «de destrucción y licuado neuronal del espectador». Sea como sea, cualquier parecido con el cine es pura coincidencia.
¿Quién dijo que la mierda del monte no olía mal?
2/10
https://www.youtube.com/watch?v=MGtqmAziE40
Si el final de la peli fuera este, iría verla de cabeza.
La ¿hora y media? en que la película atenta contra tu inteligencia valdría la pena.
XDDDD
Un clásico Griffin
¿Hora y media? Gracias a Dios esto no dura más de 70 minutos (que se viven como si fuera el triple, eso sí)
Llámame sádico, pero disfrutaría viendo un Saw 8 con el oso Yogui. No me pararía de reir en toda la película.
Es que ese oso me cae gordo, además me parece un tanto deficiente mental.
Por cierto Bluto, ¿Has visto una película alemana que se llama "La Ola", del 2008 creo?
Supongo que sí, es que la he visto hace poco y pensaba que una película ya no me podía sorprender tanto. Increíble esa película.
Y aquí está Guillermo, spoileando sobre parte del contenido de la próxima gilitira XD
Qué asco. Había una pequeña parte de mí que decía: a lo mejor supera a Scooby, sería grande ver una peli de los dibujos de nuestra infancia (?) bien hecha. Y me encuentro con que ni Scooby ni hecha. Es más, si se hubiera quedado al nivel de Scooby hasta habría sido divertida. Pero claro, allí teníamos a un cuarteto protagonista sobreactuados digno de mención y aquí… en serio, qué le pasa a Anna Faris en la cara? Nadie le ha dicho que le metieron queso Emmental en lugar de botox?
Nunca debió haber salido de Tokyo.
Ascopena.
Pues que mierda! me iré al parque a robar cestas de excursionistas para quitarme el mono.
Ey Guillermo, ups, pues no, la verdad es que la peli se me pasó en su momento y luego no he tenido ocasión. Pero, por supuesto me la apunto!
Zack, marc… ¿a qué coño esperáis para gilipollecear a gran escala vía "El lector opina", tíos? Ración de risotadas para ambos, por Dios. You rule y todo eso…
Te admiro, Bluto, qué valor, que gallardía.
…qué daño cerebral permanente
Ala, las pocas neuronas que me quedaban, a hacer gárgaras por culpa de un oso y sus malditas cestas de picnic