Crítica de Otra Tierra
Si de la noche a la mañana se descubre que hay un planeta con características prácticamente idénticas al nuestro, y visible a simple vista, es de esperar que cambien mucho las cosas, tanto a gran escala como a niveles más reducidos. Una consecuencia puede ser que la humanidad dedique buena parte de sus recursos a viajar al mismo; pero también que una chica salga de una fiesta, se embobe mirando el planeta, y estampe su coche contra el de una familia de tres matando al hijo y a la madre, y dejando al padre en coma. A partir de aquí arranca el debut de Mike Cahill en la ficción cinematográfica, este Otra Tierra que a los pocos minutos da un salto cuatro años hacia delante, para ir a investigar en la relación entre el hombre y la chica, quien acude a su casa para pedirle perdón sin parecer encontrar el momento idóneo. Y mientras, la segunda Tierra que ahora ya es bien visible e identificable, y que permite especular sobre la posibilidad de que, si tan parecida es a la nuestra, lo mismo sea una versión desdoblada, una realidad alternativa en la que si hay suerte, esos dos coches nunca llegaron a impactar. O no. Salir de dudas pasa por el sorteo de un primer viaje de Tierra 1 a Tierra 2, que bien podría servir como excusa para empezar de cero y dejar todos los males del pasado en casa. Entre el deseo por mandarlo todo a la mierda y el de arreglar las cosas con el hombre se mueve la chica, Rhoda, mientras el otro sigue con graves problemas ante la imposibilidad de superar su pérdida. Salta a la vista que Otra Tierra tiene más que contar de lo que parece.
Y es que irá muy desencaminado quien acuda a verla esperando algo cortado según el patrón de la ciencia-ficción (más o menos indie, pero ciencia-ficción al fin y al cabo) puesto que la cinta se adscribe más bien a un drama sobre personajes que durante buena parte del metraje, apenas salen a exteriores. La presencia de ese elemento extraño al que los humanos denominan Tierra 2 se queda por tanto en un nivel en apariencia más secundario. Aunque, claro, su presencia se mantiene ahí, en las sombras, y marca personalidades, relaciones, esperanzas y miedos de propios y extraños. Así, tanto el personaje de Brit Marling (co-guionista junto a Cahill) como el del lostie William Mapother están claramente condicionados por esa vía de escape fácil que es el otro planeta, ya sea en clave de placebo emocional como de posible desplazamiento hacia un nuevo comienzo en el futuro. De ahí la trascendencia de su presencia, que sentimos con intensidad pese a verlo de refilón la mayor parte del tiempo.
Sin ánimo de desvelar nada más de lo necesario (Otra Tierra es un film que merece ser descubierto), un aparte merecen ahora los dos intérpretes principales de la cinta. Tanto él como ella dibujan personajes que son todo sutileza. Rotos por dentro pero necesitados de repararse, como si tuvieran un muro que les impidiera explotar a nivel emocional, tanto uno como otra derrochan credibilidad y humanidad, haciendo de la evolución de su relación una escalada verosímil, sincera. Se trata del pilar maestro sobre el que toda a cinta gira, y responden a ello con interpretaciones contenidas pero sumamente potentes, vívidas y de inmediata empatía con el espectador.
Quienes, en todo esto, acaban quedando algo rezagados son a juicio de un servidor el propio Cahill y Fall On Your Sword (ente responsable de la banda sonora). El primero hace abuso de zooms y encuadres propios de cámaras digitales y/o al hombro, pecando de excesivo en más de una ocasión en la que parece querer demostrar que, ante todo, está él y su labor como director. El segundo, compone una música un demasiado marciana, que en los momentos de mayor emoción roba el protagonismo provocando un distanciamiento con el espectador que, de lo contrario, mil y una veces acabaría como una magdalena, atrapado por el derroche emocional del film. Afortunadamente son dos males menores de cuyas heridas apenas se resiente Otra Tierra, película sensacional donde las haya. Puro sentimiento, puro corazón y gran originalidad se dan la mano en este maravilloso e impecable drama de ciencia-ficción o ciencia-ficción dramática que, desde luego, está llamado a convertirse en uno de los importantes de la temporada. Altamente recomendable.
8,5/10
Humm… bien bien, por fin una con buena pinta que parece no defraudar. Salu2!
sí tío, muy chula, aunque ojo, que si no entras en ella, puede convertirse en un tostón de cuidado. Yo creo que es una de esas películas-experiencia, que apunta directamente a los sentimientos y que, por tanto, hay que ir "con los chacras abiertos", o así! En fin, que espero comentarios cuando se estrene!
Ya planteé en una amistosa conversación, bien regada la teoría que demostraría por fin el efecto mariposa mediante la observación de dos Tierras paralelas en la que sucede una pequeña diferencia. No es exactamente el argumento, pero es un principio. Estoy harto de que me roben ideas.
Una vez más, gracias por vuestro gran trabajo. Nos vemos en los cines.
Jejejej, AlterEdu, si es que nunca hay que decir nada entre amigos. Que luego vete a saber! Había un tío así com pelo largo, perilla y pinta de jipi entre ellos? Ya está, era el tal Cahill… Nada, la próxima vez sólo nos lo cuentas aquí en forma de comentario, que seguro que nadie te roba la idea…. no….