Crítica de Outlander
Año 709. Era vikinga. Naves espaciales que se estampan en los fiordos, con alienígenas humanoides pero también otra clase de bichos. En concreto, un monstruo chungo y en busca de venganza. O sea, un Predator en toda regla, con dos especies dándose caza entre sí. Pero en… eso, época vikinga.
Seamos francos: de tan extravagante y surrealista, la premisa de «Outlander» no puede sino tildarse de molona, de lo más molona, en especial para el público eminentemente freak a quien va dirigida exclusivamente la cinta de Howard McCain (conocido por aquí gracias a la televisiva «El Coleccionista de Muñecas»).
Y es que quizá sólo ellos, los frikis, sean capaces de encontrarle algo mínimamente resaltable a este compendio de despropósitos que entra de lleno en la lucha por el honorífico puesto a peor estreno del año.
Protagonizada por Jim Caviezel (o JC, como le gustaba que le llamaran cuando interpretó a Jesucristo en «La Pasión de Cristo»), la película no es más que un tournamix en el que se introducen descaradamente elementos de «El Guerrero Número 13», «Druidas», «Eragon», «El Reino del Fuego», «Dragonheart», «Pitch Black», «El Rey Arturo», «Alien», «Parque Jurásico», «El Planeta de los Simios», «Beowulf» o «Depredador» por sólo citar algunas (a las que cabe añadir vagas y seguramente involuntarias reminiscencias a «Máximo Riesgo», «El Fugitivo» e incluso «El Padrino», si me tiran de la lengua).
Por tanto, con que el lector haya visto al menos dos de la lista de películas recién citada, puede ahorrar tranquilamente su dinero y tiempo, pasando de un (pésimo) direct-to-DVD que inexplicablemente tendrá su oportunidad en la gran pantalla española.
Cabe reconocer que cuando uno se enfrenta a una producción de corte aventuresco, fantasioso y/o vikingo, muy difícilmente puede albergar grandes expectativas, por lo que acaba por exigirle un solo requisito: que le entretenga. Consiguiendo dicha tarea, los creadores de la cinta en cuestión tendrán mucho ganado, y (relativamente) poco importarán carencias de ideas, actuaciones brillantes por su ausencia, guiones imposibles, o efectos especiales de pedorreta.
Sin embargo, y pese a las muchas cosas que pasan a lo largo de las casi dos horas de su metraje, «Outlander» nunca acaba de resultar atractiva, y eso se debe a un guión terriblemente previsible (obra del propio director junto a un tal Dirk Blackman que ojo, es el encargado de escribir «Underworld 3» y el nuevo «Conan»…), falto de enjundia y tan excitante como la programación televisiva de un periódico.
El que el espectador no se vea obligado a mantenerse atento a la pantalla para entender la totalidad del argumento supone una herida mortal para el film, pues significa que puede fijarse en el resto de sus virtudes. Quedan así todas sus vergüenzas al aire y potenciadas de sobremanera, y es entonces cuando del mero pasotismo y/o letargo se pasa a la irritación.
En el caso de «Outlander», ello sucede desde sus primeros compases, por lo que cualquiera puede analizar rápidamente sus demás lindezas, presentes en todos y cada uno de sus engranajes. Y es que una cosa es hacer las cosas mal, y otra es hacerlas mal… y por encargo.
Como viene siendo habitual en esta clase de películas, el reparto cuenta con un actor joven, guapo y musculado como reclamo, al que se le suma la aparición de uno más bien vetusto fichado para equilibrar la balanza actoral. Además del joven (!), guapo (!!) y musculoso (!!!) JC, y en vista de que Jeremy Irons debía de estar ocupado, el veterano elegido para la ocasión resulta ser John Hurt. A ellos dos les acompaña en forma de cameo el abonado Ron Perlman, además de un par de desconocidos rostros que seguramente no saltarán al estrellato tras «Outlander». Huelga decir que en el mejor de los casos, sus labores resultan sonrojantes.
Evidentemente, a la quema se suma sin remisión el propio McCain, no sólo por su inefable guión, sino por brindar una dirección torpe y confusa, en la que rara vez entendemos lo que pasa cuando de peleas o persecuciones (básicamente, de efectos especiales) se trata.
Aunque este es seguramente un recurso para ocultar las limitaciones técnicas del film, dignas de un telefilm de domingos por la tarde, razón por la que seguramente en su propio país de origen hayan optado por lanzarla directamente en DVD.
Todo ello confluye en un mar de absurdidad cuya única virtud parece ser que ni el propio film se toma en serio a sí mismo, como atesoran las desenfadas escenas de casquería y gore más bien gratuitas, o aquella especie de homenaje a las zamburguesas de «Humor Amarillo» (lo entenderá el que se atreva a verla cuando escuche la palabra ‘escudo’ por primera vez en el film), tan absolutamente ridículo como para despertar alguna sonrisa.
Sin embargo, la teoría de la falta de la seriedad se viene abajo cuando a través de un burdo flash-back «Outlander» pretende adoctrinar al espectador con una crítica de tres al cuarto a la sociedad en general y al ejército (norteamericano) en particular, que lo único que logra es poner aún más en evidencia tanto a sus guionistas como a sus diseñadores de efectos especiales, además de forzar que nos aliemos con el Moorwen (como suele ocurrir en estos casos), un pobre bicho cuyo noble propósito es vengarse del exterminio de su raza exterminando a los humanos. En fin…
Por cierto, a todo ello cabe sumarle un enfrentamiento final en el interior de una gruta con un mar de lava (que sin embargo se convierte misteriosa y abruptamente en una alta montaña de la que cae una cascada), contenedora de la escena más ovacionable del film. Si van a verla (allá ustedes), atención a la grieta de una pared teóricamente infranqueable, cuyo único modo de atravesarla es… rodeando sus apenas cuatro metros de largo.
En resumidas cuentas, que ya me he alargado demasiado, «Outlander» es una fantástica opción para las cuatro de la tarde, cuando con el frío del demonio que hace estos días, a la salida del trabajo no hay nada mejor que pegarse una siesta en el interior de un cine calentito y cómodo.
Estúpida a morir, pésima se mire por donde se mire y más previsible e indiferente que una carta de ajuste, dudo mucho que convenza a nadie, convirtiéndose en una lametablemente mala fotocopia de fotocopias que jamás debería haber visto la luz.
¿En qué estarían pensando los productores de «El Señor de los Anillos»? ¡Huid, insensatos!
3/10
Creo que aqui va directa dvd aunque puede ser que en febrero vaya al cine… no estoy segura. Pero mira, te voy a hacer caso y no voy a verla. Si cae en la TV de gratis te aviso.
Bueno me voy al cine a ver Body of lies (no me apeteceee nada , odio a Scott odio a di caprio y odio a Rusell) en fin lo que hace una por amor…
Yo queria ver W (que me la van a quitar ya del cine) o la comedia tontorrona de Vince Vaughn y Reese Witherspoon pa pasar el raroooooo
Por cierto has visto Igor? Aqui esta en el numero 6 de la lista pero no me decido…
No sé, yo creo que cualquiera con dos dedos de frente la estrenaría directamente en DVD, pero ya se sabe, aquí las cosas se hacen diferentes, que Spain is different, en fin…
Aún no he visto ninguna de las que comentas, básicamente porque la de Scott me da un palazo sobrehumano, y las otras ni han salido ni parece que estén a punto de hacerlo ni nada… ya te contaré!
(y debido al retraso de esta respuesta: ya has visto Body of Lies? qué tal?)
Un saludo!
Los primeros 20 minutos prometen mucho… luego es una peli plana, aburrida, que deja de ser creible…OJO A LA HISTORIA DE AMOR, no se la cre ni el papa puesto de tripi y con toda su buena voluntad.
Rusell Crow esta pa matarlo… la misma cara, sin parar de comer, gorodo… vamos haciendo de si mismo. Di caprio esta mejor, pero el guion es malo y no se sostiene. Bien hecha (hay mucha pasta del gobierno USA de por medio) pero nada mas. Me aburri
Lo de Facebook mola…pero yo ODIO ODIO A peter pan y facebook…sorry. Te seguire leyendo como siempre. Saludosss
jajaja, pero entonces se confirma que es Russell Crowe? Porque por el trailer yo creía que era John Goodman!
Y tranqui que yo seguiré con esto al 100% (todo lo que la uni me permita) pero en el facebook hay otras posibilidades: foro, muro, etc, que bueno, a ver qué tal…
en caso de que cambiaras de opinión y te hicieras una cuenta, MÁS TE VALE unirte a mi grupo…