Crítica de Papá por sorpresa
Esta vez, el cachas (porque siempre son ellos, desde Arnold Schwarzenegger a Vin Diesel) elegido para el papel protagonista es Dwayne «The Rock» Johnson, quien esconde sus lagunas interpretativas con una agradable sensación de buen rollismo ya vista en anteriores trabajos suyos («El Tesoro del Amazonas»). Le secundan la joven Madison Pettis y la televisiva Kyra Sedgwick («The Closer»). Dirige Andy Fickman («Ella es el Chico»).
Joe Kingman, jugador de fútbol americano, es un hombre soltero, famoso y millonario que lleva una vida de ensueño. Pero todo cambia repentinamente cuando descubre que tiene una hija de 7 años. Ahora, justamente en el momento más importante de su carrera, tiene que ingeniárselas para compatibilizar entrenamientos, fiestas y citas con la responsabilidad de ser padre.
Como era de esperar, esta nueva producción de Walt Disney Pictures no solo no ofrece absolutamente ninguna novedad al tema tratado, si no que podría incluso ser acusada de plagio, al pasar por todos y cada uno de los lugares comunes del género.
Si a esta falta de innovación se le suman por un lado escenas sonrojantes, de esas que ni el más pequeño de los espectadores encontrará graciosas, y por el otro una dificultad para arranar sorprendente, no será difícil que un adulto se quiera tirar de los pelos al bajar la mirada a su muñeca y comprobar que solo han pasado treinta minutos desde que apagaron las luces de la sala.
Sin embargo, si bien la sensación de déjà vu no desaparece en ningún momento, sí que se reducen los chistes más embarazosos pasada la barrera de la primera media hora, en favor de otros igualmente ingenuos y destinados a los más pequeños, pero aún así capaces de arrancar alguna que otra sonrisa a los adultos. Y así, la película va ganando algún entero por lo menos en lo que a entretenimiento se refiere, hasta llegar a un punto en que, mira por dónde, ya no se vuelve a mirar el reloj.
Y ya en su tramo final, Disney demuestra una vez más su capacidad casi insultante de emocionar hasta al más pétreo de los espectadores, haciendo que nos olvidemos (casi) de la previsibilidad de todo el conjunto, la falta de riesgo de un guión fotocopiado, o de los bochornosos gags iniciales, en pro de una sonrisa y puede que algún que otro lagrimón.
Contra todo pronóstico pues, «Papá por Sorpresa» se convierte en un digno entretenimiento para niños que no desesperará a quienes vayan a acompañarlos, pese a que sea un cuento que ya nos han contando en infinidad de ocasiones. Lástima que se eche tanto de menos un mínimo destello de originalidad.
5/10