Crítica de La piel que habito

Cuando, en las entrevistas en las que le hemos visto últimamente, le preguntan a Pedro Almodóvar cuánto ha conservado del original en el que se basa su película, él se apresura a dejar claro que su obra y la del escritor Thierry Jonquet comparten únicamente una escena. En consecuencia, La piel que habito es, como bien se lee en todos los carteles, «un film de Almodóvar». Y esto, sólo esto, ya da pie a opiniones divergentes: a Pedro Almodóvar se le admira ahí fuera como si de un Abbas Kiarostami se tratara, mientras que por territorio peninsular suscita siempre críticas de lo más dispares, malas entre las que más destacan. Pero, la verdad por delante, Almodóvar es un autor, y cuenta con una evidente sabiduría del que puede presumir de saber hacer películas, del que conoce cómo funciona esto del lenguaje cinematográfico. La Piel que Habito es buena muestra de ello ya desde sus títulos de apertura: imágenes de una villa toledana, un rótulo que nos sitúa en el espacio y en el tiempo, una presentación de personajes pausada y enigmática, que se mantiene en el más alto secretismo hasta llegados al momento adecuado. La historia fluye con lentitud al principio, casi carente de argumento sostenido o de la progresión dramática natural que cualquier otro le hubiera imprimido. Pero luego adquiere aristas por doquier, y en cuanto empieza a rodar, ya no hay quien la pare.
Ante todo, Pedro Almodóvar tiene el muy preciado talento de ser un narrador nato. Por lo general, es la forma de contar lo que acostumbra a hacer grande a un cineasta. En su caso le ha servido, por lo menos, para con los años proclamarse como director con denominación de origen.
Es difícil no pensar en que parte de lo que hizo grandes a sus anteriores, más recientes propuestas es el dominio que demostró su director en contener la película dentro del guión y, a partir de allí, escapar a menudo por la tangente de la narración. Son las ventajas de tener dotes tanto tras la cámara como sobre el papel. El uso atrevido de la elipsis y el juego con las estructuras temporales en general es un ejemplo bien claro en este caso. En La Piel que Habito, Almodóvar prefiere fragmentar el relato en dos y cambiar las piezas de lugar antes que optar por la linealidad, porque no sólo no estamos hablando de un director de concesiones que anteponga lo efectista, lo complaciente y lo insípido, sino que además es uno que sistemáticamente supedita los elementos nucleares de sus películas al adecuado funcionamiento de los engranajes narrativos. Un ejemplo: aquí, los personajes y sus identidades se revelan, poco a poco, precisamente gracias a la elección de la mencionada prosa fílmica quebrada. Y el personaje de Elena Anaya es, sin ir más lejos, uno de los más beneficiados, porque evoluciona y adquiere relieve sólo a medida que la sincopada narración se lo permite, a él y al espectador. En general, las personas que habitan La Piel que Habito sufren de pocos cambios en relación a su presentación inicial, pero es nuestra percepción de ellos y del entorno que les rodea, guiados y limitados por las formas narrativas, la que les moldea y les da realce ante nuestros ojos. La idea del poder del lenguaje sobre todo lo demás funcionó ya, y con su máximo exponente, en La Mala Educación, y vuelve a significar un triunfo en la nueva propuesta del director.

 

 

Pero esta vez, más que nunca, se hablará de la historia, como tal, más que de la forma de contarla. Del cambio de rumbo, de la nueva dirección tomada. Y aquí es donde aparecen los valores añadidos respecto a sus anteriores propuestas, tanto los negativos como los positivos.
De entre los primeros, a saber, la ficción es a menudo poco sutil, algo indefinida. Y extrañamente, cuando no lo es, se convierte en lo contrario. Porque en ocasiones la historia pierde algo de fuelle en cuanto se vuelve explícita y decide aportarnos motivos para darle justificación dentro de un marco reconocible y realista. Otras veces, algunos guiños argumentales causan incertidumbre, y uno no sabe si le están tomando el pelo y el film está cayendo en el ridículo o si se trata en cambio, y por esto me decanto, de una acertadísima pirueta autoral (me refiero, en especial, a (SPOILER) la resolución final y el epílogo del filme, que son predecible y dramáticamente alargado, respectivamente, conformando una culminación desconcertante, por evidente, a un drama ya de por si completamente inverosímil1) (FIN DEL SPOILER). Finalmente, algunas líneas argumentales secundarias quedan algo colgadas sin apenas volver a retomarse, como las escenas en las que se rememora el pasado familiar de ciertos personajes, o aquellas conectadas con los personajes de Vicente y Norma, sobre todo del primero. En todas ellas pesa la sospecha de que hayan sido escritas sin demasiado más propósito que el de dar algo de background y fondo humano a los personajes. O quizá, y en el peor de los casos, algo a lo que el espectador menos envuelto en la tónica general de la película pueda agarrarse y mantenerse a flote durante el resto de la cinta. Fuera como fuese, tales apoyos devienen casi accesorios, y el todo se resiente porque podría sobrevivir sin ellos.
El lado positivo en términos argumentales lo conforma todo lo demás. La historia es poderosa y atrayente como un imán, durísima y contada sin reparos pero tampoco excesos. La referencia del intenso melodrama al uso al que su director es siempre tan afín2 nunca se pierde de vista, pero se funde a las mil maravillas aquí con una especie de thriller rural y techno de tintes góticos (porque a mí Irma Vep o el doctor Frankenstein me han venido enseguida a la mente por motivos obvios), abrazando la presencia de un contraste extraño entre unos brotes de humor esporádicos y una violencia subcutánea que supura. Se pasa a hablar de la venganza, de la reencarnación y de la perversión de la carne, con intenciones incluso a veces rayando lo cronenbergiano, y todo se aprisiona herméticamente en ambientes de opresión e inquietud. Y sin embargo, algunos de los temas de siempre siguen estando ahí: la relación entre una madre y un hijo; la atracción fatal por el amor prohibido, por el perdido o, como en este caso, por ambos; el impulso primitivo del deseo; el cruzar los límites morales para satisfacer todo ello. Todo más o menos presente en la filmografía reciente más explícitamente almodovariana del director español. En general, así, un pastiche fantástico (y fantástico) que, a propósito, nada tiene que ver con Hitchcock o con Corman, como en cambio sí cabría haber predicho de antemano.

 

 

Acompañando, la planificación y la dirección de fotografía pasan la prueba y están a la altura del reto de romper con todo lo anterior (aunque siga el Almodóvar formal de siempre); en el apartado musical, la partitura a cargo de Alberto Iglesias, desde hoy mismo el Bernard Herrmann español, es impecable como de costumbre; y las actuaciones acompañan, aunque sólo a veces: Antonio Banderas ofrece un personaje muy concreto y dibujado pero poco matizado, Elena Anaya se desenvuelve como pez en el agua en un papel hecho a su medida, Marisa Paredes está irregular y sólo francamente bien a ratos, y de lo mejor en el apartado actoral junto con Anaya acaba siendo Jan Cornet, que está casi espléndido.
Un ejercicio narrativo, formal, estilístico y estético fabuloso. El Almodóvar distinto que nunca ha dejado de ser el mismo.
8/10

 

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1: Es más, y sigue el SPOILER, el último minuto antes de los créditos es un desconcertante pegote añadido que, sin embargo, dota a uno de los hilos argumentales olvidados de la película de una redondez muy especial.
2: Almodóvar se declara ferviente admirador de Douglas Sirk, aunque de éste esta vez hay más bien poco.
Pau es un devorador de cine y series que, además, tiene la manía de no parar quieto. Ha vivido en diversas ciudades a su corta edad... y desde todas ellas nos ha enviado reseñas, ha participado en nuestros pinitos en la radio, nuestros podcasts... estudioso en sus ratos libres del cine, cuenta con novelas, cortos y guiones que quién sabe, lo mismo acaben viendo la luz antes o después.

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Comentarios

  1. Esperaré a que la pongan en la tele. Y si cae un domingo, solo, en el que no tenga internet, se me hayan perdido o quemado todos los libros, escacharrado la batería del kindle y la tele se esté estropeada y solo se pueda ver el canal en el que la ponen… pues la veré.

  2. A mí tb me da perecilla. Curiosidad del volver a ver al Banderas con él más que otra cosa. Supongo que algún día caerá.

  3. Oye, pues no sabéis lo que os perdéis, que la peli es estupenda! (o es que no habéis leído la crítica? :P)

    Pau R

  4. Si no digo que no. Lo único, es que paso de hacer el esfuerzo (porque ya han sido muchas veces con Almodóvar) y de pagar una entrada, para ver si esta vez ha dejado de hacer la misma película que hace siempre.

  5. La crítica es muy buena, por eso, que me hago una idea perfecta de lo que es la peli y así de entrada… nop. Me cansan los últimos almodóvars. Y Elena Naya con ese maillot "nude" me da grimilla. Pero yo la veré, no corriendo y volando, pero la veré.

  6. Anaya, que le quitado una A, vete tú a saber porqué…

  7. No me la pierdo,hoy mismo ire a verla…Incondicional de Almodovar esta por llegar la peli que no me guste (a escepcion de matador que ha sido la que menos)…las criticas son muy buenas y el placer de sentirse guiado por el en una sala de cine,para mi es de lo mejor que hay…ya comentare despues de verla…

  8. Buenas! A mi me ha parecido una película espectacular por la estètica i la creación de la trama i sobretodo del guió para mí ha sido sublime. No así, nombrar el gran papelón que hace Antonio Banderas, lo borda y eso se nota.

    Pues nada espero que le den bastantes Goyas a esta magnífica peli.

    Saludos cinéfilos!

  9. Pues sí, Sidney, Almodóvar ya no es el de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o el de Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios, pero aún hace estupendas películas como esta o La Mala Educación. Así que nada, oye, te sigo animando a que la veas. Y lo mismo para marc137, que si quiere la entrada se la pago yo(*).

    Albert, a mí la interpretación del Banderas como que no me gustó demasiado… Pero sí, la estética y el guión son de lo mejorcito.

    ¡Saludos a todos!

    Pau R

    (*) = Espera, mejor no

  10. Anónimo, dejé de leer justo antes de llegar al asterisco. Ahora mismo te paso el número de cuenta, pero no te puedo asegurar que me lo gaste en la entrada. ;)

  11. Hombre, lo de comprarte la entrada lo he dicho en calidad de autor de la crítica más que de anónimo. Así que el número de cuenta, ya sabes, el de La Casa de los Horrores.

    Saludos

    Pau R

  12. (en efecto, no estoy seguro de que mi último comentario tenga sentido alguno. pero todo dinero que nos quieras enviar va a ser igualmente bien recibido)

    Pau R

  13. Es que si te decía Pau, se hundía mi coartada de que había dejado de leer justo antes del asterisco.

  14. No, si yo la veré, que le tengo cariño a Pedrooo y siempre acabo viéndolas, pero de entrada, pereza, aunque la crítica anime, lo reconozco; a mí "La mala educación" es la única que me ha gustado de las últimas… Con Almodóvar me pasa como con Woody Allen: tengo la sensación de que ya he visto todo lo que podía dar de sí, que difícilmente me va a sorprender, que nada me gusta tanto como las prmeras, no sé… (yo no soy tan fan de Midnight in Paris" como los Masters)

  15. Ep, la cuenta de La Casa sólo recibe, nunca da nada a cambio. Es una ONG invertida, vamos, una GNO. a que somos buenos?

  16. SSR, Ñeh, ya estás reviendo Midnight ;)

  17. Broche perfecto a la colección de películas que he visto últimamente sobre la trasgresión del género.

    Qué peliculón.

  18. "películas sobre la trasgresión del género". Jummmm, interesante… ¿has visto "Private Parts"? ¡Mola!

  19. No, me la apunto.
    Pero he visto como 6 en 10 días (una de ellas ha sido LPQH, (y no me gusta LODVG, lo digo por si acaso, y eso es mucho ver) me va a dar algo.
    Le daremos un poco más de tiempo a esta.

    De momento me quedo escuchado Finally de Ce Ce Peniston. (¿Casualidad?)

  20. ¿Casualidad? No, que simplemente eres una caja de sorpresas (¿o no tanto?)

    Otra que mola para ciclos como ese tuyo: "M. Butterfly" de Cronenberg…

  21. Lo de la casualidad era por el Penis del nombre… pero anyway, qué mono tú =)

    Thank you for the suggestion ^^

  22. Ah, pues entonces equis y dé.

    Es que soy daltónico para las cursivas. Esto, dal… itálico? ¿dalitálico?

    (también soy daltónico para hacer buenos juegos de palabros, ñññj)

  23. ¡Excelente crítica! Se lee con tanta pasión como se ve la película…o casi :-) felicidades

  24. Amén! se ha ganado las lentejas, este chico, sí…

  25. Bueno, vi ayer la película rodeado de extranjeros y puedo constatar que Almodovar le encanta a la gente más allá de nuestras fronteras. Creo que aquí siempre crea debate por las dichosas dos Españas y su conflicto, que el mismo Almodovar nutre a veces. Pero en esta ocasión creo que ha dado con el toque de rareza sin llegar al histrionismo que consiguió en Todo sobre mi madre, o Hable con ella, y que no consiguió con otras cintas (a mí personalmente los abrazos rotos me parece patética de lo cutre que es), yo recomendaría a todos ver esta peli, me parece una mezcla de géneros genial, el final me parece un final que lo pide la historia. Aunque otra vez Almodovar "la caga" con algún miembro del casting (lo del médico de águila roja con acento brasileño me parece demencial e innecesario, o píllate un brasileño o que el personaje no sea brasileño, pa qué) De verdad me ha parecido de lo mejor de Almodovar. Y claro, Elena Anaya es mucha Elena Anaya, mamma mía

  26. ah, pues mira, aun a riesgo de dármelas de algo que no soy, a mí sí me pareció genial lo del tipo brasileño. Me pareció que sólo un tipo con un par de grandes testículos era capaz de hacer una película así y, sin que nadie se lo espere, meter a un personaje que parece sacado de sus películas y que, de cualquier otra forma y con cualquier otro director, no hubiera pasado del ridículo y punto. Aquí, no sé, me lo tomé como la marca de la casa, la búsqueda de la personalidad, o algo así. Me gustó.
    Igual que la Anaya, claro, pero en eso estamos todos de acuerdo, creo…

  27. Pues no sé, algo así ya entiendo yo, que esa cutreces son como una firma de Almodovar, como voy a poner algo que rechine y que quede bien, y a veces le sale y a veces no, pero de todas maneras la película me parece buenísima, y bueno, aunque Pan negro también me pareció genial y digna, no sé yo si era buena idea mandar aquella y no esta a los oscars. Bueno, quizás la academia española cuenta con que esta tendrá oportunidades en otros premios, y así tener más posibilidades, no lo sé…

  28. Yo estoy como tú. Me gusatron mucho las dos, y quizás Pa negre (;)) más que la de Almodóvar… pero aun así, es mucho más oscarizable (salvo milagro) La piel que habito, así que creo que nos hemos metido un poco en un pozo del que saldremos con las manos vacías. Sí que es cierto que una nominación a mejor director y tal puede que cuele, pero…. difícil lo tendrá!

  29. Vaya tela!!estoy flipando todavia con lo que acabo de ver!!que enfermo!!lapeli es buena si, pero vamos que enfermo!!estoy escandalizado!por si no le he dicho ya Q U E E N F E R M O!!!

  30. pero mola o no mola? Es de Goya, o no es de Goya? Es de nominación a Oscar o no? jeh…

  31. Le deberian dar algo no?¿

  32. juas, no hombre, que eso provocaría un enfrentamiento entre Academia y organismo-que-le-dé-el-premio que no veas

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