Crítica de Pina

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Wim Wenders lleva desde 1945 campando, y desde finales de los 60 haciendo cine. De sus manos han salido obras maestras incuestionables (supongo que no hará falta enumerarlas) y recientemente ha tirado de las propuestas más variadas. Así, hace apenas tres años, el alemán presentaba en Sitges Palermo Shooting, una suerte de thriller dramático sobre un artista que busca (sin demasiada suerte) la calma tras haber estado a punto de perder la vida. Y ahora (dos cortometrajes después) estrena Pina, un documental tridimensional (!) centrado en la obra de Pina Bausch que fue, además de una buena amiga del director, una de las bailarinas y coreógrafas más interesantes de la historia de la danza. De hecho, la idea de hacer un documental sobre su arte ya llevaba algún tiempo rondando por la cabeza de ambos, pero la defunción de la protagonista trastocó los planes. De este modo, ahora más que un documental es un panegírico, una carta de amor abierta. Un esfuerzo por hacer llegar al espectador, con el mayor realismo y la máxima viveza posible, la excelencia del trabajo de la artista. De ahí que, dicen, sea el primer caso en la historia del cine, en que el uso del 3D tenga realmente sentido.Sí, dicen, y es que lamentablemente, un servidor sólo puede hacerse una idea de lo que puede dar de sí este espectáculo si pasado por el filtro estereoscópico. Y ya lo aviso ahora: por muy en contra que se esté del formato, por mucho que molesten las mierda de gafitas, si hay posibilidad de verla en 3D que nadie dude. Que la película es un verdadero torbellino visual y sensorial. Construida a la inversa de lo acostumbrado, Pina centra su protagonismo en la danza, y de ella pasa a los testimonios (pocos y puntuales) de actores y bailarines que recuerdan sus experiencias con la artista. Se trata de relatos expresados con las diversas lenguas maternas de cada uno de ellos (y en voz en off con primeros planos mudos de sus rostros, en su mayoría), lo cual da buena muestra del carácter universal de la obra de la que han sido partícipes, al tiempo que les resta protagonismo para no desviarse del principal foco de interés. Se insiste, pues, en que las entrevistas carecen de importancia; y de hecho, tampoco aportan nada excesivamente revelador.

Lo importante aquí son los pasajes musicales. Todos los entrevistados son llamados a filas para subirse una vez más al escenario; para rendir homenaje a Bausch mediante la recreación de sus obras más populares, ubicadas en las localizaciones más inesperadas, y captadas magistralmente por la cámara de Wenders. De ahí la importancia de verla en las mejores condiciones posibles, algo que dudo que vaya a ser posible en los cines españoles. Merece la pena subirse a la película, meterse por donde la cámara se mete, rondando por el escenario, rodenado a los actores… oxigenando y dinamizando la estaticidad del fondo para emparejarlo con el espectáculo, en definitiva. Entre la espectacularidad del material de base y la buena mano del director, cada nuevo baile pone los pelos de punta, cada detalle (la respiración de los actores, su total entrega, la necesaria perfección de sus movimientos…) ofrece un mundo en el que perderse y cada escenario apabulla más que el anterior. Atención a la coreografía inicial y a las que tienen lugar en una sala llena de sillas, en una fábrica, o en las aguas de un río en medio de la naturaleza. Inolvidables.

Claro, en el otro lado de la moneda aparece la delicada cuestión de estar ante un documental sobre danza. Poco importa la excelencia de su dirección y puesta en escena, o sus destellos más cinematográficos, como esos discursos metalingüísticos que lo mismo convierten al espectador en parte integrante de un grupo de baile, que a los bailarines en espectadores de cine asistiendo a declaraciones de la desaparecida maestra (y que en conjunto, sirven para hacer de Pina un producto diferente y de calidad). Si uno no es capaz de vibrar con la música y sus coreografiás, no encontrará absolutamente nada en un film que apuesta por la sobriedad emocional, que huye de declaraciones lacrimosas y limita la explosión de sentimientos justamente a eso, a los bailes. Por tanto, ocultaremos debilidades y fanatismos: si al lector no le interesa la danza realmente lo más mínimo, que pase de Pina. En cualquier otro caso (aunque el interés no pase de mera curiosidad), que acuda a su cine más cercano. Ah, y que vaya a la sala en 3D. Saldrá con el corazón agrandado.
8/10
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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Uf, qué guai… se me están empezando a acumular las de sala grande. Me hace mucha gracia el 3D para esta peli, ya lo dije. Yo la veré y ya diré algo.

  2. si la encuentras en 3D, avísanos, porfa!

  3. Pos aquí en Burgos la han estrenado en 3D. Iré a verla y te digo que me parece.
    Por cierto, ¿Para cuando la crítica de los mosqueteros? ¿O no vais a ir a verla ninguno?. Mas que nada para saber si es tan mala, porque seguramente quieran ir unos colegas al cine y estoy dudando entre llevarles a ver esa o esta de Pina.

  4. juas, tío! pero cómo pones esas dos opciones?? churros con merinas total! Si me dijeras, no sé si ver Pina o… o… no sé, El árbol de la vida, Somewhere o cualquier otro documental sobre la danza, vale, podríamos hablar muuuuy por los pelos.
    Pero aquí me pones eso, un documental sobre danza, de autor y sumamente elitista, frente a un petardo comercial de los de si te he visto no me acuerdo… vamos, noche y día.

  5. Ya me conoces. Si voy al cine o es de tranqui o la version ma burrera. Vamos que no hay termino medio

  6. hola, en Barcelona la dan en el Aribau club,g via 565 y en Yelmo cines Icaria las 2 en (3D V.O.S.E)
    pinta bien!

  7. Acabo de venir de ver esta película-documental y me ha gustado mucho. La verdad es que ha habido momentos que no me han gustado de la peli pero son los menos. Ah, y tenías razón al decir que hay que verla en 3D. Absolumente fabulosa.

  8. Je, Anónimo, yo la vi en el Gran Sarrià. También en 3D y VOSE.
    A ver si va a ser que aún queda un poco de cordura en esta ciudad.

    Curioso comentario-servicio público el tuyo, gracias! ;)

    Me uno al entusiasmo generalizado por la peli, por cierto

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