Crítica de El poder del dinero (Paranoia)

El poder del dinero (Paranoia)

Es curioso: hasta hace poco, un reparto cargado de nombres reconocibles hacía que una película pintase bien. Pero de un tiempo a esta parte, a lo que se nos ha obligado es a desconfiar de todo y de todos. Qué hubiésemos hecho antes si, al acudir a una sala de cine, viésemos entre los diversos carteles uno con los rostros de Harrison Ford, Gary Oldman, Liam Hemsworth, Amber Heard, Richard Dreyfuss… demonios, hasta el último mono, aquí, es alguien: Julian McMahon y Josh Holloway son los esbirros del bien y del mal en este thriller conspiranoico del que hace unos años, no habría habido dudas al respecto: es la peli que hay que ir a ver de cabeza. Y ahora, sin embargo, thriller + reparto de lujo son las pistas de precisamente lo contrario. En especial, cuando por dichas geografías ronda la figura de Indiana Jones, quien sobrevive a base de dilapidar su carrera. Más pistas: estas producciones suelen contar con la dirección de uno de esos cineastas de encargo condenados al olvido, y en relación a su estreno en los USA, en ocasiones directo al mercado doméstico, llegan con meses y meses de retraso. Huele, ¿verdad? El caso de El poder del dinero (y otro detalle: esos títulos impersonales que adquieren los films en cuestión cuando rebasan nuestras fronteras) es uno más que añadir a esa lista de productos pensados única y exclusivamente para robar al espectador. Uno de esos que se hacen con el piloto automático puesto, y aplicando un sistema operativo básico que hasta se diría que copia y pega escenas de otros miembros de la familia, ya olvidados por parte del espectador.

Desde su argumento, ya suena todo a viejo conocido: dos empresas rivales (en este caso fabricantes de teléfonos móviles) y una joven promesa que es despedida de una para ir a trabajar a la otra… como espía para la primera, claro. Hemsworth hace aquí de Tom Cruise y Robert Luketic (Una rubia muy legal, Killers… sic) de Sydney Pollack en esta suerte de revisión tecnológica de La tapadera que a su vez apunta a remake de Enemigo público, puesta al día de La red con algún elemento de Hackers, y una pizca de El informe pelícano. Ejemplos, todos ellos (sí, todos), superiores a este impersonal batiburrillo que acaba conformando una pusilánime recapitulación de lugares comunes tan apática como impersonal, de la que a duras penas consigue rescatarse algo positivo. Desde luego, esos elementos a favor no salen de un guion francamente pobre, y no sólo por lo increíble de todo su argumento (que parte de la novela de un tal Joseph Finder) sino por hacer gala de un nivel de exposición prácticamente principiante, aglutinando pasajes con voces en off, diálogos forzados para que todo quede bien masticadito, y personajes burdamente dibujados para no dar pie a dobles lecturas. No salen del libreto, como tampoco salen de las interpretaciones, correctas en el mejor de los casos (Oldman y Ford están bien, pero sus roles exigen francamente pocos esfuerzos); ni de la puesta en escena, tan previsible e impersonal como el resto de factores que han ido a comulgar en un film que, para colmo, ni siquiera es que sea especialmente entretenido.

¿Qué queda? Pues sinceramente, no sabría qué decir. Busco excusas, pero ni de su ecléctica banda sonora consigue rescatarse algo más allá de un par de canciones reconocibles de gusto cuestionable; quizá el hecho de que una de ellas también forme parte del tracklist del Fifa 14 pueda entenderse como positivo, al provocarle a uno ganas de echar una partida. Pero antes he afirmado que algo bueno hay, así que saquen baberos, señoras y señores: ellas tienen un generoso festival de torsos descamisados y toallas arrapadas al body marca Hemsworth, mientras que ellos pueden contentarse con una Amber Heard muy sexy que se va cambiando constantemente de modelitos. Oh, y los amantes de las virguerías tecnológicas se encontrarán con alguno de los cachivaches que podrían marcar el futuro del universo móvil. ¿Vale con eso?

3/10

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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