Crítica de Salvando las distancias
Es curioso lo que a veces puede causar un nombre, tanto por su presencia en los créditos de una película como por la ausencia en los mismos. El caso de Judd Apatow es el mejor ejemplo de ello: tanto da que estrene cosas como “Hazme reír” -seguramente la comedia que, como comedia, peor funcione de los últimos tiempos-, que si su firma la acompaña, el beneplácito de la crítica también. En cambio, una ya puede ser la cinta romántica del año y resultar incluso superior a la mayoría de producciones del enésimo Rey Midas del momento, que si éste no la ha apadrinado, yacinta puede ir olvidándose de una valoración positiva. Y este es el caso de “Salvando las distancias”.
Nanette Burstein y Geoff La Tulippe, directora y guionista respectivamente, tratan pros y contras de las relaciones a distancia en la película que sirvió para reunir a Drew Barrimore y Justin Long, reconciliada pareja en la vida real, o para que cortaran a causa de ella, que estas cosas no se me dan nada bien.
El caso es que la ex-niña prodigio y el chico-para-todo interpretan aquí a una periodista en ciernes y a un productor discográfico (o así) que por cuestiones laborales se ven obligados a vivir en San Francisco y Nueva York respectivamente, haciendo de su relación un calvario de horarios cambiantes, escalas aéreas y, ay, sobrehumanos esfuerzos para tratar de evitar el devenir natural de tan imposible relación.
De acuerdo en que el argumento no alberga demasiada sorpresa, y menos aún su devenir. Aquí no hay revoluciones cinematográficas, ni twists imposibles que den un nuevo significado a la comedia romántica.
Pero bien es sabido que a veces, muy de vez en cuando, sienta de perlas una película de aquellas cuyo final se da por hecho desde el primer instante y donde, simplemente, lo inesperado no tiene cabida, siempre y cuando ofrezca otros valores añadidos que son los que sí cuentan para ensalzar o condenar a una producción de estas características. A saber: un buen reparto, y “Going the Distance” lo tiene no tanto por su pareja protagonista (que también), como por sus secundarios. Atención a la cantidad de rostros reconocibles que pululan por pantalla, con un Charlie Day tan brillante como nos tiene acostumbrados en “It’s Always Sunny in Philadelphia”, Jason Sudeikis (glorioso bigote), Christina Applegate (sorprende su atractivo, no así sus ya conocidas dotes para la comedia), o incluso una Kristen Schaal cuya contrastada vis humorística ya va mereciendo más presencia en la gran pantalla.
Otro valor fundamental es, por obvio que parezca, la existencia de un guión. No son pocas las veces en que un libreto se limita a darle al piloto automático sin preocuparse lo más mínimo por hilvanar un entramado de manera amena, por buscar gags que funcionen o por otorgar algo de profundidad al asunto (este año ya llevamos varios ejemplos similares). Por eso es de agradecer el trabajo de La Tulippe, que hace de “Salvando las distancias” un producto más entretenido que de costumbre, con un tramo inicial soberbio al que le sigue un devenir irregular pero por lo general aceptable. Cargado de diálogos y situaciones que remiten a esa subcultura de la que Apatow ha hecho su principal fuerza (el amor por “Top Gun”, las conversaciones sobre mujeres maduras, los grupos musicales), busca ubicarse a medio camino entre “Lío embarazoso” y “(500) días juntos”, algo a lo que responde una dirección de corte muy indie y una banda sonora a ritmo de The Cure o Albert Hammond Jr.
Pero lo más importante para que una comedia romántica funcione es la química que desprendan sus personajes, no sólo entre ellos sino también en relación al espectador. Con gente simpática en pantalla, los errores de una película pasan más desapercibidos. Y Drew Barrimore y Justin Long (así como el resto de sus compañeros) lo son. Su relación en la vida real queda patente en la cinta a base de ingentes dosis de verdadera ternura lo cual, si se suma a unos personajes inteligentes y con gracia, se traduce en una intensa empatía potencial por parte del público.
Y efectivamente, la cosa funciona, ya que las buenas vibraciones de “Salvando las distancias” son tales, que se le perdona prácticamente todo. Desde sus varios bajones rítmicos (ubicados principalmente en el tercio final) hasta esos momentos videoclip dignos de colegiales, ciertos minutos de empalague máximo totalmente evitables, o puntuales excesos de gafapastismo de usar y tirar.
En definitiva, no hay nada como que una película caiga bien. Desde luego, la que ahora nos ocupa no es perfecta; de hecho, es más bien tontorrona y tira siempre por la vía fácil. Es una de esas que se engloban en el género de para ver con la pareja, y como tal tiene poco que aportar. Ahora bien, lo mismo ocurre con cualquiera de los ejemplos similares del grupo Apatow, y es que “Salvando las distancias” no tiene absolutamente nada que envidiar a esos de aventajados humoristas, y de hecho es mucho mejor que la mayoría de sus trabajos por lo que al final, si uno es capaz de adaptar sus expectativas en la justa medida, tiene serias probabilidades de disfrutar holgadamente de un rato agradable y distendido, con una producción que provoca una sonrisilla continua, más de una carcajada sincera y, sobre todo, un buen humor digno de admiración.
Así que a tomar viento lo que diga la crítica (seguro que ya se han olvidado las sonoras carcajadas que se escucharon en todo momento durante el pase de prensa): “Going the Distance” es la comedia romántica del año, y uno de sus productos más buenrollistas, simpáticos y divertidos. Quien pida peras a los olmos, que vuelva a pagar la entrada de “Origen”, y todos tan contentos.
6,5/10
No sé si la comedia romántica del año, eso me parece decir mucho, yo que sobrevivo a base del género, pero desde luego que sin vas con las expectativas de "esta peli la veo pq la hace Justin Long, que llega a ser otro y ni piso el cine" pues sí que sales mejor parado de lo que pensabas.
Y no por la historia, que estructuralmente puede hacerse con los ojos cerrados, si no por los diálogos, que como bien dices, se puede seguir el piloto automático pero a veces no cuesta nada ya que lo haces meter alguna frase por medio que lo endulce un poco.
Estará en mi estantería con mis otras 200 comedias románticas (más que nada pq tengo 150 peores, seguro) pero no cuando salga en dvd y cueste 17€… esperaré a que baje a unos 7.95 como mínimo…
Bueno, lo digo porque yo también he visto varias, y de este año de verdad que no caí en ninguna mejor que ésta. No es que esté ensalzando Salvando las distancias como una obra maestra, sino cagándome en el género en sí, jejeje! En serio, dime tres comedias románticas mejores que ésta, que sean de este año, y te creeré :P
Por lo demás, cuando salga en dvd también acabará cayendo, sí… aunque eso del 7,95 ya es una utopía, que desde que subieron el iva…….