Crítica de Santa Claus conquista a los marcianos
Bien, ya se ve por dónde va todo. Estamos ante la película que ocupa el dignísimo puesto número 87 en la lista de las 100 peores películas de la historia según imdb. No quiero ni deciros la nota media de sus usuarios. Así que era material perfecto para una sesión de chungocine casero. Os avanzo que a pesar de la decepción que comentaba, al final la cosa termina cuajando y llegando al corazón. Pero sinceramente lo pone difícil.
Para empezar porque a nivel expositivo la cosa se toma su buen tiempo. En un terreno donde una película tiene que durar no más de 60 minutos, 80 se hacen largos. Especialmente si lo que se tiene por contar es casi nada y ese casi nada se cuenta con los diálogos probablemente más churrescos oídos en mucho tiempo. Y aún más si el producto tiene un acabado de auténtica serie Z y una puesta en escena enferma, raquítica, micronésima: por un lado, el look se sitúa algo así como entre un anuncio retrofuturista de Coca Cola y el episodio piloto de «Los Mundos de Yupi». Y es que hablar de cartón-piedra para referirnos a las secuencias en el Polo y de retromodernidad naïf para hablar de los interiores de las naves sería dignificar esos decorados, involuntariamente camp, absolutamente casposos y alejados de toda sensatez escenográfica.
Y por otro lado, la realización del tal Nicholas Webster es inexistente respecto a lo que debía haber entre el «acción» y el «corten»: los planos no tienen ninguna enjundia, el montaje es torpe, brusco, desafinado. Sí, ya podemos decirlo. «Santa Claus Conquers the Martians» está dirigida con la parte esa de la anatomía donde la espalda pierde su noble nombre. Y no hay más.
En resumen, un descomunal mojón de producción que le habría subido los colores hasta a Ed Wood. O sea, una absoluta delicia.
Tío, no en serio, eso da más miedo que aquellas gruesome, en toda regla. En mi vida había tenido constancia de semejante cosa. Qué va a ser lo próximo, un musical colorido de Los Pitufos makineros con Baltasar?
Pero querido Bluto lo peor es la forma en la que hablas tan abiertamente tu condición cinematográfica intelectual…
Qué fuerte me parece todo.
Voy a ver si me pongo "Supernova", la española, para quitarme el sustito.
(oye, y esto dónde lo puede conseguir?, es que a un amigo mío le gusta mucho)
Zack, esta mierda de película es una auténtica joya sólo apta para los cinéfilos más elitistas. Que lo sepas… Así que si a ese amigo tuyo al que le gusta mucho le interesa, que sepa que nos costó eones conseguirla, y que…. bueno, que le podemos dar alguna pista previa recompensa monetaria :P!