Crítica de Saw VII 3D
¿Y ahora, qué hacemos? No han pasado ni seis meses desde que se estrenara finalmente la polemiquísima «Saw VI» (tras tirarse un año entre bambalinas y acabar viendo recortadas la mayoría de sus escenas), y ya llega la siguiente y última entrega de la saga del asesino del puzzle, que casi parece una respuesta directa y sin cuartel a quienes negaron el estreno de la anterior en España. ¿Que si calificación X por ser extremadamente violenta y hacer apología de la violencia? Toma dos tazas: «Saw VII» cuenta con las pruebas más grotescas, rebuscadas y truculentas de la saga, con la mayor cantidad de tripas y hemoglobina por minuto, y por si fuera poco, alguna de ellas tiene lugar en un escenario de cristal a la vista todo transeúnte que por ahí pulule (con las correspondientes reacciones, desde la curiosidad, al rechazo, a la filmación vía móvil…), sin mayor justificación para la tortura que un lío de faldas. Más: buena parte de su argumento se centra en quien se lucra de las trampas del asesino Jigsaw, generando libros y programas televisivos que devora medio mundo. Así que siendo como es infinitamente más gore, incendiaria y provocativa que la anterior, ¿por qué esta sí se estrenará sin problema alguno en todas nuestras salas? Elemental: no hay nada como colocar ese seguro de vida comercial que es el «3D» al final del título, ya que de este modo el discurso pasa del «es muy violenta» al «es muy violenta, pero asegura una buena cantidad de pasta». Vía libre, pues, que eso de conciencia o moralidad es muy bonito, pero carece de sentido cuando el dinero suena.
Iba a decir a continuación que aparcáramos el tema y nos centráramos en la película en sí, pero la verdad es que con lo dicho hasta ahora ya están todas las cartas al descubierto para saber las pintas que se gasta esta (aparente) conclusión de la franquicia. Desde algo así como la mitad de su segunda entrega, la saga perdió absolutamente todo interés argumental y la atención se desvió a las trampas mortales de cada nueva aportación, por lo que en este sentido, “Saw VII 3D” podría ser en una de las mejores al contar con un buen número de juguetitos mortales que hacen la delicia de todo aficionado a la hemoglobina; rebuscadas y tan absurdas como surrealistas, consiguen algo inusual, como es que muchas de ellas queden en la memoria horas después (hablar de días ya sería extralimitarse) de haberlas visto. Y encima con la posibilidad de ser degustadas en 3D, que ostenta una nominación a los Razzies al peor 3D del año, pero seguro que a alguien seguro que convence. Nada que objetar por tanto a las asignaturas de sadismo y morbo que, de hecho, ya demostró tener bien asimiladas el director de todo esto (a Kevin Greuter también le debemos “Saw VI”).
Ahora bien, como viene siendo habitual, a una película se la tiende a considerar película, y como tal debe contar con otros valores tales como argumento, guión, personajes y demás. Por aquí la saga lleva dilapidando carreras de cineastas a diestro y siniestro (¿alguien dijo Darren Lynn Bousman?) y en el caso de la que nos ocupa, se siguen una vez más los mismos derroteros. Un par de previouslies vuelven a conectar todo el sawniverso, como si se pretendiera que el espectador recordara más de quince segundos de lo visto en años anteriores, y a partir de ahí se desarrolla un nuevo entramado rematadamente idiota, de escasísima lógica y menor interés. Por supuesto, por él pululan intérpretes mal considerados profesionales, entre los que destacan viejas glorias de la franquicia como Costas Mandylor (demasiado demacrado), Betsy Russell (digna de otros géneros cinematográficos) o Cary Elwes; de más está decir que ninguno de ellos resulta creíble en lo más mínimo, y eso que se supone que ésta es la más personal e intensa (!) de todas las “Saw” hasta ahora, por lo que la excusa de que los personajes no den más de sí, sencillamente, no cuela.
Aclarados ya los factores sangre (bien) y arte (muy mal), todavía queda una última forma de medición de calidad, que es valorando este capítulo final en relación a los seis que le preceden. Y ojo, que se da la sorpresa: no vamos a decir que de golpe y porrazo “Saw VII 3D” sea una buena película, pero sí que es una de las mejores de la saga, lo cual no es decir mucho pero al menos asegura un elemento fundamental que parecía haberse extraviado años ha: el entretenimiento. Y es que si con “Saw VI” ya apuntaba maneras, con ésta Kevin Greutert ha demostrado tenerle el pulso tomado a la saga, que adquiere una tónica ascendente gracias a él. No me cabe duda de que, de seguir el progreso, antes o después habría caído alguna entrega válida. Lástima que ya no vayan a estrenarse más, ya que éste es el punto final y definitivo. ¿No?
4,5/10
Serán un tremendo truño todas a partir de la 1ª pero siendo del género que son saben entretener y, hasta en algunos casos, sorprender como hacía mucho tiempo que ninguna franquicia de "terror" hacía. Y a fin de cuentas de eso se trata.
pues ponte ésta, que lo fliparás. En seiro, si eres capaz de disfrutar con la saga a cada una de sus muescas (yo no, la verdad, eso de hacer siempre lo mismo me cansó a la tercera…), esta es la más cachondona de todas. A ver qué te parece!
No estoy de acuerdo con la nota final.Me parece de las mejores de la saga.Con un final arrollador e impredecible.
final impredecible? juas, lo adiviné desde que "el personaje" apareció en pantalla por primera vez. En serio, la primera de todas. Me parece de las mejores de la saga, sí, pero de ahí a ser "buena"……