Crítica de El secreto del cofre de Midas (Mariah Mundi and the Midas Box)
Mariah Mundi es un tío. Y ya partiendo de ahí, queda claro que la intentona (con producción española –y catalana) de buscar sustituto a Harry Potter, que es como se pretende vender este Mariah Mundi and the Midas Box que ya ha cambiado su título por The Adventurer: The Curse of the Midas Box, no saldrá bien. Y no lo hará, porque un héroe infantil con nombre de niña va a provocar, inevitablemente, las risas de buena parte de su target, que los niños son muy cabroncetes cuando quieren. Pero es que aún peor lo tiene si su carta de presentación es un pase especial en el pasado festival de Sitges, festival que si bien en los últimos años se haya ido abriendo al espectador más joven de la mano de la sección Sitges Family, sigue estando destinado a un público adulto e implacable. Un público que no tiene por qué aguantar aventurillas infantiles sin ningún otro aliciente. Y aquí, aliciente cero, salvo quizá el de un reparto secundario compuesto por los reconocibles rostros de Sam Neill, Lena Headey y Michael Sheen en la habitual ristra de adultos de esta clase de propuestas. Vamos, que el abucheo fue de escándalo. ¿Merecido? Pues la verdad es que no, salvo que fuese dirigido a quien tuvo la brillante idea de proyectarla en el certamen.
Oh, y hay más decepciones. En esta serie de catastróficas desdichas sin carisma alguno, el espectador debe lidiar también con un montaje cuanto menos desafortunado, que convierte los primeros treinta minutos en un galimatías soporífero con una habilidad para engrescar cercana al cero absoluto. Le cuesta mucho entrar en calor (para que luego a la máxima temperatura que llegue sea más bien tibia…), y lo único que debería demandársele a la primera adaptación de las novelas de G.P. Taylor, es que fuera un entretenimiento completo, de principio a fin. Algo que sólo parece entender su reparto adulto, hiper sobreactuado y pasado de roscas según la batuta de un delirante Sheen. En fin, que se mire por donde se mire, El secreto del cofre de Midas ha salido mal, y este intento de lucrarse de manera tan evidente, puede salir más caro de lo deseado.
Ahora bien, de ahí al desastre absoluto hay un trecho. Y es que si bien todo lo dicho hasta ahora es difícilmente cuestionable, no menos cierto es que cuando por fin enlaza un par de pasajes atinados seguidos, la cinta de Jonathan Newman adopta cierto color que puede traducirse en 95 minutos de moderada evasión si no se piensa demasiado en ella. Eso, y que el despliegue de medios se traduce en un empaque audiovisual más que digno, que ya es mucho. Excusas que desde luego no salvan los muebles, pero sí alivian la herida hasta dejarlo todo en un espectáculo fallido, sí, y olvidable también, pero no flagrante. Podía haber sido peor: ¿hace falta que os recuerde que cómo se llama el protagonista masculino?
4/10
La he visto hoy en el AVE y casi me bajo en marcha a 300 Km/h
Hombre yo tb la acabo de ver en el ave y tampoco esta tan mal xD. Hombre he visto cosas peores en el cine, la verdad. Ah y siempre tienes la opción de quitarte los cascos y mirar para otro lado ;)
A mi me ha encantado y creo q esto no le hace justicia por cierto alguien sabe si hay 2 parte me encantaria q la haviera por la intriga del final wuauu
Pues la verdad es que creo que se descartó. No gustó a nadie, ni a público ni a crítica quiero decir, por lo que ni se llevó buenas críticas, ni hizo buena taquilla. Me temo que la continuación está más que descartada.
Saludos
Hay por favor quiero una segunda parte es fabulosa hay unas peliculas horribles que salen en cine ¿y esta porque no? Si esta hermosa.