Crítica de Senna
Caerá mejor o peor, pero lo cierto es que Fernando Alonso ha logrado que en el territorio español se reactive (y de qué manera) el interés por uno de los deportes más espectaculares, y deporte rey del motor como es la fórmula 1. Y que se reactive como Dios manda, con exacerbados apasionamientos, repentinas especializaciones en materia, e ingentes cantidades de morbo más cercanas a la prensa rosa que a ámbitos deportivos. Panorama perfecto para que llegue a nuestras carteleras «Senna», documental sobre la vida y obra del legendario piloto, reconstruido a base de imágenes de archivo con alguna de ellas nunca vista hasta ahora. Acercarse a la vida del mítico piloto brasileño podía hacerse desde diversas perspectivas, y la elegida por Manish Pandey (guionista debutante) y Asif Kapadia (director que hasta ahora había hecho poquita cosa) es la de partir desde su primer día en la fórmula 1 y realizar un seguimiento reverencial de su meteórica carrera hasta su triste final, el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola. Y eso incluye sus sorprendentes carreras, su pilotaje único, y sus encontronazos con Alain Prost en McLaren y con Jean-Marie Balestre (mandamás de la FIA). Por entre medio, declaraciones fuera de plano de sus compañeros, jefes o rivales, que por supuesto sólo sirven para ensalzar todavía más la figura del piloto. Y es que cuando se trata de trastear con leyendas como la de Ayrton Senna, mejor tener la fiesta en paz.
Huelga decir que nada en contra tengo del personaje en cuestión, es obvio que necesita ser recordado, y cada cierto tiempo los espacios dedicados a la retransmisión de la F1 deberían ser los primeros en dedicarle especiales. Ahí valdría todo, desde simples repasos a sus más celebrados grandes premios a detenidos estudios sobre su personalidad, pasando por la controversia de algunos de sus piques con Porst u opiniones en relación a las mejoras técnicas de los coches, la seguridad en las pistas, etcétera. Sin embargo, en el caso de un documental estrenado en cines, proponer poco más que una oda a su figura, realizada desde el amor más absoluto y borrando de un plumazo cualquier atisbo de la mayoría de temáticas recién enumeradas, quizás peque de intrascendente. Primero, porque ya de por sí, el concepto es más bien endeble. Segundo, porque se trata de una leyenda muy reciente, de la que se sabe ya mucho y de la que más o menos todos los espectadores interesados se han hecho una idea.
La vertiente devoción quasi-religiosa tiene que estar ahí, pero no ocupar el 100% de metraje, haciendo del mismo un discurso sumamente maniqueo e incluso con ciertos conatos de irrealidad: las palabras de algunos de los invitados suenan a forzadas, los recortes de los (pocos) momentos no gloriosos de Senna restan seriedad y el descarado ataque sin cuartel a todo el que le reprochara algo merman su crediblidad. Errores de bulto, propios del fanatismo, por los que un documental en teoría no debería pasar (salvo que su director sea un obeso revolucionario con ganas de armar una buena).
Todo ello hace que, obviamente, impresione volver a ver las carreras de un piloto mejor que perfecto, hiele la sangre recordar los accidentes de Donelly en Barcelona, de Ratzenberger en Imola y del propio Senna al día siguiente en el mismo lugar, y enternezca saber cómo funcionaba antes el deporte. Además, Kapadia logra pasajes sumamente épicos a base de un montaje sensacional de imágenes de archivo, destacando por encima de todo las dos carreras de Japón de los años 89 y 90. O sea, que a nivel emocional muy poco se le puede echar en cara a su «Senna» (y eso incluye la llorera final). Pero quien vaya al cine a verla buscando ¡con razón! alguna novedad, quien espere salir de la sala habiendo aprendido nuevos detalles sobre la vida del piloto o sobre la Fórmula 1 en general, apenas podrá rascar un par de discursos extrapolables a la actualidad (el tema de los cachivaches electrónicos de Renault antes versus el Kers y el DRS ahora), de breves reuniones entre bastidores, y de parecidos razonables entre los triángulos conformados por Prost, Senna y Dennis por un lado, y el propio mandatario de McLaren, Hamilton y Alonso por el otro. Muy poquita cosa, la verdad.
5,5/10
Ya veo que no re gustó demasiado… Yo lo disfruté mucho pero es que ya me estaba bien el panegírico… ¿Te fijaste en lo de los ojos Messi/Senna? ¿Es solo pajarraca mía?
Estoy bastante de acuerdo con la crítica. Aún así, yo de pondría un 7.
Jolín Bender, tú "de" por "le" y yo "re" por "me", problemas con los pronombres hoy…;) Al menos las mías están más cerquita en el teclado..;)
Ez que me he moddido da dengua!
Ah, no, perdón, que soy un robot y no tengo de eso, pues se me habrá ido la pinza, je, je.
Juas, pues cuestiones ortográficas aparte, respondo:
SSR, sí, algo de eso que comentabas sobre los ojos sí hay, pero tampoco sé yo si es exclusivo de ellos, o de todo el que se concentra momentos antes de algo importante en general, no? Porque la mirada de Dinho, por ejemplo, o la de Alonso ahora… vienen a ser un poco lo mismo, no?
marc137, en realidad son tres estrellas, pero ese 5,5 en lugar de 6 es un castigo que le doy, qué coño. Un 7 sí que me parece excesivo ya que ya digo, aparte del rollo emotivo etc, como documental puro y duro es un poco miérder… no sé, no enseña ni dice ni explica absolutamente nada nuevo…
Pues yo vi imágenes que no había visto nunca y entrevistas que idem de idem… Ok a criticar el tono mitificador hagiográfico (a mi no me importa, pero te/os entiendo -Bender dijo lo msmo que tú, cuando la vio-), pero como documental no me parece una merda de ninguna manera. Yo lo disfruté ( de hecho, lo volveré a ver algún día que tenga ganas de lagrimitas mitificantes)….
Ah, sobre las miradas: no, no me sirve cualquier mirada concentrada, vi especialmente a Leo. Piensa en, por ejemplo, la mirada concentrada de Rafa Nadal, nada que ver. Es como un algo de ojillos de mono, por decirlo de alguna manera y sin faltar, es para decribir, pequeños y demasiado juntos, se les concentra toda la energia entre el entrecejo y la punta de la nariz… no sé, no sé describirlo, pero lo veo. Ronnie "miraba" más lejos, a un punto inexistente… cuesta describirlo pero en mi cabeza está claro.
vale, hay alguna entrevista nueva (hechas específicamente para el docu, entre otras) pero qué información nueva dan? eso fue lo que me estuve preguntando todo el rato mientras veía el documental. Opino que por su condición, debería darnos algo nuevo. Y nuevo de verdad, no sólo "con imágenes nuevas". La esencia, vaya. A mí no me aclararon nada del accidente, no me pareció que indagaran nada en la relación entre Prost y Senna, dice que los avances tecnológicos son una mierda según Senna, pero tampoco hay nada que expliquen para justificar o contrariar su opinión… no sé, ya digo, creo que la verdadera fuerza del género, lo que hace a un documental bueno, es que o bien te informe de cosas nuevas, o bien te dé elementos para generarte una idea personal, a debatir con la del espectador de al lado. Aquí es "SennaesDiosSennaesDiosSennaesDiosSennaesDiosSennaesDiosSennaesDiosSennaesDiosSennaesDios" durante 1h y 45… y ya digo, me parece poquito para justificar toda una película… no?
Sobre tu "ah"… Este… picueto me has dejado! Jejeje, no sé qué objetar a respecto, yo la verdad es que a tanto no llegué. Aunque creo que principalmente fue porque me estuvo recordando muchísimo a alguien, pero no sé decirte a quién y eso me jode big time!
A Messi, coño, te recordaba a Messi!! ;))
juas! que no, copón, que era como más así, y menos asá… mierda, era a Albertini? Demetrio? Really?
De Albertini sí tiene un puntito, tienes razón, Albertini más wapetón, pero sí… en los morritos y en los ojos, sí…
Y oíste el programa? No se parece también a De la Rosa? Algo así como UN HUEVO!?!?
Sí te oí y sí se parece, pero para mi a Albertini mucho más… te lo iba a comentar via chat pero fue tan rapidérrimo todo que no dio tiempo….
juas, sí fue rápido, sí… pero bueno, ya ves. Aunque luego JD (Jordi Domènech) no lo lea todo porque no da tiempo, siempre queda constancia. O sea, que guay, mola: la familia de los Horrores conquista la frecuencia moduladaaaa (a ver cuándo llamáis en directo, leñe!)
Yo soy muy vergonzosa. En serio. va a ser que no.
ñeh, no molas :P