Crítica de Spider-man 3
Tras tantos meses de espera, y una apabullante campaña publicitaria, por fin llegó a nuestras salas la tercera y (hasta hace poco) última película de la saga del Hombre Araña: «Spider-Man 3».
A priori, la cosa no podía pintar mejor. No solo partía con (casi) el mismo equipo encargado de las dos anteriores y excelentes entregas, si no que contaba además con el mayor presupuesto monetario de la historia del cine. Por si fuera poco, los malosos elegidos para la ocasión parecían indicar que realmente se trataba de la película definitiva del género del comicfilm. ¿El resultado? De lo más agridulce. Y es que quien mucho abarca…
Uno de los mayores (si no el que más) problemas que hacen de esta la peor de la saga es su duración. ¿Desde cuando para que una película sea buena tiene que durar más de dos horas y media? Ocurre cada vez con más frecuencia: si se trata de un film que apunta a ser de los mejores del año (ya sea por guión, dirección, recaudación, o efectos especiales), tendrá como mínimo veinte minutos de más. Pasaba con «Brokeback Mountain», «King Kong», «Crash», «Babel» (bueno, a estas dos últimas les sobra la totalidad de su metraje), «Piratas del Caribe 2», «Casino Royale», y un largo etcétera. A «Spider-man 3» le sobra media hora. Y eso, que cosas para explicar tiene.
Y este es otro de los grandes fallos de esta película. Teniendo tanto y tan bueno por explicar, el guión parece tomar en todo momento la dirección equivocada, centrándose justamente en los temas más olvidables. Que si MJ (Kirsten Dunst) y Harry (James Franco) no dejan de sentirse atraídos, que si Peter se quiere casar con MJ pero no encuentra el momento, celos de uno, y de otro, y otra vez del primero…
Temas que habiéndose tratado suficientemente en las anteriores entregas, se alargan en exceso, y aunque no se hagan del todo aburridos (es obvio que Sam Raimi es un buen director), sí que implican una resta de minutos destinados a la acción y peleas contra los enemigos, que acaban siendo totalmente desaprovechados. Green Goblin Jr. (Franco), Sandman (Thomas Haden Church, «Entre Copas»), y sobretodo Venom (Topher Grace, «La Sonrisa de Mona Lisa») daban para mucho más que para cuatro breves peleas, siguiendo todas el mismo patrón, y resultando por tanto exactamente iguales (excepto la última). Al final, y viendo la superficialidad con que se tratan, uno acaba preguntándose si de verdad era necesario reunir a tantos.
En cuanto al hilo central del film, la transformación de Parker, de Spider-man rojo a Spider-man negro, se le dedican bastantes minutos, eso es cierto, pero todo queda en una insufrible actuación de Tobey Maguire, un patético baile, y un cambio de peinado. Esa es toda la mutación existencial. Pretenden decirnos que otra de las acciones que lleva a cabo el Hombre Araña (y que aquí no desvelaré) es motivada a su cambio, pero en ningún momento queda claro si lo hubiera evitado vistiéndose de rojo (más bien nos inducen a pensar que hubiera tomado la misma decisión).
Así pues, ¿qué es lo que realmente vale la pena de «Spider-man 3»? Pues para empezar, se trata de una producción hecha por gente capaz en esto del cine. Dejando de lado la correcta labor (aunque menos entusiasta que otras veces) de su director, denota una elegancia visual resultante de una buena dirección artística y una impecable fotografía, caracterizada por una saturación de colores que como en las ocasiones anteriores evoca el colorido de los cómics (eso sí, se echa de menos la música de Danny Elfman). Es decir, pese a ser la peor (con diferencia) de la trilogía, sigue siendo agradable de ver, entretenida, y sobretodo muy superior a «Daredevil», «Elektra», «X-Men 3», o «Ghost Rider» (que confieso que empecé a ver y la paré aburrido a los veinte minutos).
El bueno de Spidey sigue siendo además uno de los héroes que mejor caen al público, y siempre se agradece verle en acción. Y más tal y como nos lo presentan en el film. El dinero invertido se nota en las espectaculares (aunque poco épicas) luchas, así como en la destrucción, creación, y varias mutaciones de Sandman, o en la caracterización de Venom (sobretodo cuando el simbionte aún no ha adoptado la forma humana). Además sale Bryce Dallas Howard («La Joven del Agua») guapísima en su papel de Gwen Stacy (que se la reconoce por el pelo y porque así la llaman, pues es completamente infiel al personaje original, lo que desatará seguro las iras de los más forofos).
No se puede, en resumen, decir que «Spider-man 3» sea una mala película, simplemente no está a la altura de las expectativas que había creado su campaña publicitaria. Tiene numerosos fallos, en mi opinión fruto del carácter conclusivo del film (pues se pretenden cerrar demasiados cabos sueltos), y para los no aficionados será más bien aburrida. Pese a todo, está por encima de la media. A ver qué nos depara la cuarta parte…
No entiendo lo que le pasa a este blog. Ahora, debo especificarle SIEMPRE que permita los comentarios… en el caso de Spidey, me olvidé… lo siento.
Ahora…Comentad!
Una cosa sí puedo asegurar: la escena «Travolta» pasará a la historia como una de las más lamentables de la historia de las pelis de superhéroes. XDXDXD
sí, para qué nos vamos a engañar, lo pasé realmente mal con esa escena… y no se acababa nunca!
Ni la peor escena de Hulk es equiparable a esto… (y ojo, que he oído decir a sus defensores que es la escena más personal, arriesgada, y buena del film).
Gracias por tu comentario!
Precisamente, yo me despatarre en esa escena… Es la esencia gamberra de Sam Raimi que resulta aun más desconcertante en el Blockbooster del mes (o del año) que en uno de sus primeros films comico/gores… Con toda seguridad, esto es un error en una película de estas caracteristicas, pero un cierto publico lo puede aceptar como una gran broma… Yo, por ejemplo… Aunque he de decir que hubiera preferido algo más sutil, como en la segunda entrega con la B.S. de Dos Hombres Y Un Destino…
Es que ese es el problema. Primero, no pega en una película de estas características (ver un montón de huesos con la cabeza de la novia de Ash bailando en mitad del bosque no tiene precio, en Evil Dead), y segundo (y sobretodo), ya ha dejado su huella humorístico/gamerra antes, en la escena del Restaurante con Bruce Campbell haciendo el enésimo cameo, que es, a mi juicio, mucho más divertida (aunque reconozco que la disfruté más porque, precisamente, aparecía Bruce)
Estoy de acuerdo en que Ghost Rider es la peor pelicula basada en comic jamas hecha, por el contrario, X-men 3 es infinitamente mejor a la 2 y esta a la altura de la primera. Impagable como lobezno cobra protagonismo (pese a que ciclope tiene 2 frases en toda la peli, demasiado escaso ¬¬)