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Crítica de Steve Jobs

Realmente, la expresión Dios los crea, ellos se juntan, a veces va que ni pintada. A un lado del ring, Steve Jobs, ser irritante donde los haya si tenías la ¿suerte? de formar parte de su equipo. Eso decían de él, al menos, y eso demuestra en verdad su empresa, que tiene a tantos devotos como detractores gentileza de unas características tan concretas como inamovibles. El tipo no daba su brazo a torcer fácilmente, y sus sistemas operativos, tampoco. Al otro lado del ring, un cineasta irritante como pocos, con permiso de Baz Luhrmann: Danny Boyle. Histriónico empedernido y con el ego en exponencial aumento película a película, hay quienes se pirran por Slumdog Millionaire y a quienes, en cambio, provoca alergia. Arbitra otro qué tal: Michael Fassbender. Nadie, creo, podrá decir de él que sea un mal actor (de hecho, no pasa nada si se dice que es el mejor del momento), pero sus papeles no son amables ni de fácil deglución. Al contrario, siempre son llevados al límite, arrastrando por el camino al espectador. Bien, pues toda esta irritabilidad ha ido a encontrar su hábitat natural en la forma de un muy peculiar biopic del genio de Apple, titulado simplemente Steve Jobs.

Lo que busca desde el primer momento el film es poner al público de los nervios mediante el descubrimiento de un personaje negativo, sin escrúpulos y dispuesto a todo con tal de realizar la presentación de un nuevo producto tal y como él quiere. Es cabrón, es histriónico. Es una nueva interpretación de Oscar de Fassbender, claro, pero logra remover a la platea gentileza también de un guion de Aaron Sorkin muy marca de la casa: la cantidad de información que se derrama a través de la pantalla llega a ser desbordante, y eso que, curiosa y brillantemente, a la hora de la verdad su mecanismo es harto sencillo. Tres arcos, cada uno con la presentación de un nuevo producto como foco de interés, y ya. Un lapso de tiempo relativamente escaso en relación a toda la vida profesional de Jobs, pero suficiente como para ahondar en ella, y en la persona, con todo rigor y profundidad. De manera que al final, pese a haber visto una parte del total, el espectador lo sabe absolutamente todo.

Y le toca a él decidir.

Ahí está la grandeza de Steve Jobs: por mucho que presente a una figura cuanto menos cuestionable, no lo demoniza. Ni lo canoniza. No emite apenas juicio de opinión para que seamos nosotros quienes debamos apreciar a ese monstruo de los negocios o despreciar a ese sacrificado perseguidor de sueños. Entender a ese robot hijoputa u odiar a ese ser humano con carencias emocionales desde que fuera abandonado por sus padres al poco de haber nacido.

Lo que sí hace la película, por obra y gracia de Boyle, Sorkin y Fassbender, es intentar introducir al espectador en el ritmo tanto vital como mental del personaje, y para ello la irritación del principio, esta vez con todo el sentido del mundo. Pese a que se vaya relajando con el paso del tiempo, Boyle trufa el metraje de una dirección de vueltas, con planos relamidos y montaje espitoso, mientras que Sorkin mantiene el listón de su libreto siempre en alto, lanzando información constante cuando no sobre el nuevo cachivache tecnológico, sobre la psicología de Jobs y de quienes le rodean (mucha atención a una Kate Winslet de la que nos estamos olvidando demasiado pronto, y cuya relevancia no es precisamente exigua). Por su parte, el actor parece cambiar físicamente en cada plano, según si su alter ego deba hacer más o menos fuerza por evitar exponerse en lo humano. Es un Jobs complejo y ambiguo, conocedor aunque no lo parezca, de lo que arriesga en todo momento, a cada frase y movimiento. Y todo ello se percibe únicamente por el gran trabajo interpretativo del de Shame.

Quizá la apariencia de una propuesta como esta, a estas alturas y ya con un biopic sobre el malogrado genio del marketing, pueda jugar en su contra. Steve Jobs parece no tener demasiado sentido. Pero no os dejéis engañar, tiene mucha tela que cortar, llegando a convertirse en todo un dechado de cómo se debería hacer una película biográfica. De las imprescindibles de 2016.

 

Trailer de Steve Jobs

 

 

Valoración de La Casa
  • Carlos Giacomelli
3.5

En pocas palabras

Boyle, Sorkin, Fassbender y Winslet se sacan e la chistera una película sobre Jobs que pasa de convencionalismos y aporta tanto en su fondo como en su forma.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Esperaba más de un 7'5, entiendo el porqué, pero sigo teniendo muchísimas ganas de verla. Ya diré.

  2. Un 8 para mí, medio más que tu (because of Fassblove? maybe): guión excelente (con el plus de ser guión de biopic y cuarta peli sobre Jobs), dirección efectiva y un Fassbender magistral. Lo mejor que he visto sobre Jobs seguro, la aproximación a la persona y al personaje es mucho más sutil que las vistas hasta ahora y como biopic también la he encontrado excelente. Mostrando con matices y sin buscar manipular al espectador. Y creo que teniendo como principal objetivo entretener, cosa que consigue. Tal vez tienes razón y la sensación de "jolín, qué buena!!" me la ha dejado el genialoso trabajo de Fassbie, pero creo que no sólo (Sorkin y un Boyle como mínimo, efectivo y más sobrio de lo habitual, sin emojuegos tontunos -o casi, alguno ahí-).
    Eso sí, he quedado fascinada (una vez más) con el trabajo de Fassbender. Mientras la veía me ha venido a la cabeza varias veces que ni veía físicamente a Jobs ni veía a Fassbie (por ejemplo, en la de Ashton Kutcher se buscaba muchisimo más el parecido físico con Jobs), ya sabemos que es supercamaleónico, que crea desde muy dentro sus personajes y los dota de personalidad clara, pero aqui al ser un personaje real y además muy conocido -y controvertido, poliédrico-, veía a Fassbender introducirse en el personaje (ya no le veía ni su cara propia, en serio) pero tampoco es que se pareciera físicamente a Jobs, eso sí, me acercaba a la persona (a sus carencias emocionales y a sugifted mind) más que nunca. Sensación de, por primer a vez, haber entendido un poco a Steve Jobs, mérito de Fassbie seguro. Yo la he disfrutado mucho. Sorkin se nota un montón. Y los secundarios de lujo molan (Winslet, Rogen, Daniels). El personaje de Winslet (un acierto de guión) y el excelente trabajo de Kate ayudan un montón a completar y a empatizar con Jobs, o al menos a acercarte un poquito a entenderle… Muy disfrutada

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