Crítica de El sueño de Casandra
La primera de ellas pone al espectador ante la difícil tarea de aceptar a un protagonista infiel que empieza mintiendo a su mujer y acaba tomando medidas terriblemente drásticas ante la posibilidad de ser descubierto cuando todo lo que creía tener controlado se le empieza a ir de las manos. El primer enfoque al tema antes citado se presenta pues desde un punto de vista moralmente indigerible, en que el mal triunfa: todo acaba inmerecida e incluso afortunadamente bien para un protagonista que a fin de cuentas es un mentiroso adúltero y asesino, por muy obligado que se haya visto a tomar determinadas decisiones.
La siguiente, «Scoop», es la más positiva de las tres. Aquí el personaje amoral es visto en todo momento a través de la perspectiva de la protagonista, que en todo momento duda de él y tarda poco en descubrir sus mentiras y doble vida. Al tratarse de una comedia amena e inofensiva, todo acaba plácidamente, con el triunfo del bien por goleada.
«Cassandra’s Dream» retoma el aroma dramático de «Match Point». Cuenta la historia de dos hermanos (Ewan McGregor y Colin Farrell) que hacen realidad su sueño de comprar un velero (el que, por cierto, da el título a la película).
La vida sonríe a Ian y Terry hasta que este último, debido a su adicción al juego, pierde una gran cantidad de dinero y se endeuda vertiginosamente. Ni siquiera Ian puede ayudarle. Sin embargo, la visita de su tío Howard (Tom Wilkinson), empresario de éxito en Estados Unidos, puede ser la solución a sus problemas, aunque no les será fácil recibir su ayuda. Si quieren que su dinero, deberán aceptar un encargo espeluznante, que traerá consigo consecuencias demoledoras.
Pese a lo que muchos dicen de ella (y es que de repente parece que Woody Allen sea el peor director de la historia, según los críticos de por aquí), «Cassandra’s Dream» no es ni mucho menos una mala película.
Se trata de un intenso drama que conforme progresa aumenta su capacidad de desazonar al espectador, hasta llegar a su cúspide con un final que sirve como lógica conclusión de toda la trilogía. Esta vez, el mal no gana, pero en realidad tampoco lo hace el bien. Podría decirse que es la visión contraria a la de «Match Point», pues para todo el que acabara indignado con la injusticia de aquella podría verse reconfortado con esta. Pero la realidad es bien distinta. De nuevo, Allen juega al engaño con el espectador haciendo que se alíe con los protagonistas, independientemente de la moralidad de sus actos. Por eso, como ya ocurriera con el personaje de Jonathan Rhys Meyers, se desea que todo les vaya bien a los hermanos, que se salgan con la suya. Por eso, al aparecer los títulos finales, no se puede evitar un sentimiento agridulce. ¿Se ha hecho realmente justicia? ¿Era este el final que debería haber tenido «Match Point»?
Centrándonos ya en los elementos más pragmáticos de la película, cierto es que no se trata de la obra definitiva del cineasta. Pese a la preciosa fotografía (algo a lo que ya nos tiene acostumbrados), el inteligente uso de la música, o momentos realmente brillantes, «El Sueño de Cassandra» adolece de un ritmo irregular que provoca más de un tedioso bajón, lo que impide estar a la altura de la que abrió esta particular trilogía. Además por mucho que lo intente, Colin Farrell no da la talla y se hunde ante el carismático McGregor o el todopoderoso Wilkinson, reduciendo su labor a un constante ceño fruncido similar al del estreñimiento.
Así pues, es obvio que no está a la altura de «Match Point», pero lo último de Allen no deja de ser una más que correcta película, con momentos de mucha intensidad dramática y, lo más importante, capaz de hacer pensar al espectador, algo cada vez más difícil de ver hoy en día.
7/10
P.D. Es que no entiendo la postura de los críticos profesionales, de verdad que no. ¿Es que acaso por venir a rodar a la península Woody Allen ha dejado de ser guay? Antes, película que estrenaba, película que partía del 8/10, aún tratándose de comedias simplonas (ojo, no estoy diciendo que no me gusten) como «Un Final Made in Hollywood» o «La Maldición del Escorpión de Jade». ¿De verdad está «Cassandra’s…» tan por debajo de ellas? Miedo me da la acogida de «Vicky Cristina Barcelona»…
Pienso lo mismo que tú, fuí a verla al cine después de haber escuchado y leido mil barbaridades a cerca de «la peor pelicula de Woody Allen desde hace tiempo».
Con lo que las espectativas depositadas no eran demasiado grandes, pero la película me gustó,dicen que no tiene ritmo (cierto es que hay escenas de bajón)y critican que los personajes no son creibles, que no saben mantener una conversacion creible, y patatín y patatán.
Pues a mi me gustó, el argumento, los personajes (sobre todo Mcgregor), y sobretodo la fotografía, no veo donde está el truño que los críticos nos querían vender, y tampoco veo donde está el fin de Woody Allen.
Yo le doy un 8 (puede que fuera un 7, pero le subo la nota por joder a los críticos profesionales)
jejejeje, olé, ese es el espíritu! todo sea por joder a los que se cargan películas «porque les da por ahí». Si ellos son subjetivos, nosotros también, así que ponle un 8, con dos cojones!
me alegra ver que no soy el único que piensa así de esta película