Crítica de Super (2010)
Antes de haberla visto, no podíamos ni imaginar lo mucho que necesitábamos esta película. Acostumbrados como estábamos a la corrección religioso-política del género superheroico, creíamos que el máximo de la trangresión era Kick-Ass, y lo más adulto que nos podíamos echar a la cara El caballero oscuro. En cambio, de una cinta como Super, dirigida por James Gunn (responsable de ese genial divertimento post-Troma llamado Slither: La plaga) y protagonizada por Rainn Wilson en plan vigilante, tan sólo podía esperarse lo que de hecho se nos vendía: una comedia paródica y poco más. Angelitos, cuán engañados estábamos.
Cierto es que aun limitándose a eso, la historia del hombre que se crea una identidad de capa y mallas a raíz de descubrir la infidelidad de su mujer con un traficante hubiera bastado para quedar igualmente entre lo mejor del género. Pero no, Super va mucho más allá; su profundidad nada explícita se hace evidente en seguida (y se recalca en los minutos finales) y sus dimensiones verdaderas sólo rivalizan con la desorbitada cantidad de riesgo que Gunn y compañía han asumido con un film que, pese a ser una maravilla, resulta casi imposible de distribuir en los grandes mercados.
El argumento no esconde demasiado secreto: una vez convertido en Crimson Bolt, el personaje de Wilson se dedica a combatir el crimen callejero armado con llaves inglesas, martillos y demás herramientas; el objetivo es recuperar a la chica (of course) y para ello deberá enfrentarse a la banda del malhechor que la retiene. Entramado clásico en el género (se recurre incluso a un sidekick), por lo que toca buscar frescura en otro sitio.
En concreto, en su tratamiento a caballo entre el indie y la caspa, mixto que permite secuencias como la de los maravillosos títulos de entrada o la de la perturbadora aparición divina.
O precisamente en el rollo religioso, otro de los puntos atípicos de los que Super saca sumo partido: no sólo se convierte en objetivo a derrocar por parte del cada vez más incendiario film (buena parte de los actos del protagonista parecen encontrar justificación en la palabra de Dios) sino que gracias al cristianismo existe un superhéroe (Nathan Fillion, desternillante) que constituye momentos inolvidables aunque sólo sea por contemplar su estrafalario atuendo.
Por su parte, condena comercialmente y a su vez acrecienta virtudes el empleo de una violencia visual y conceptual desmedida, impensable a manos de cualquier otro director. James Gunn es discípulo de la factoría Troma, y eso se nota. Se nota y se necesita, pues aunque lo parezca, y aquí está la gracia del asunto, Super no es en absoluto una cinta festiva de acción, héroes con antifaz y supremacía del bien por encima de todo.
En verdad, se trata de la historia de un par de desequilibrados mentales cuyos actos pueden contar con cierta validez moral, pero desde luego siguen siendo exagerados y tan graves como para recapacitar sobre ellos. Esa es la reflexión que le falta al cine de superhéroes, y que hace de la que ahora nos ocupa una película tan necesaria.
Pero no temáis, que ante todo, Super es una comedia, y como tal cumple a las mil maravillas. Tanto por un guión cargado de gags sobresalientes, como por un reparto excelente (perfectos Wilson y Ellen Page como compañeros de fatigas) o una película en líneas generales ágil y dinámica. Y es que, de hecho, se trata de una maquinaria en la que todas y cada una de sus piezas funcionan, y tan sólo el gusto personal de cada espectador decide si merece ser encumbrada a la excelencia o no. Un servidor lo tiene bastante claro, y ya reza por que una de las mejores películas del año encuentre distribución en España.
Ver Super (2010) online aquí
https://www.youtube.com/watch?v=TCnw2RIiXsw
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Agradabilísima sorpresa en forma de película indie de superhéroes que a cada año que pasa se va confirmando como adelantada a su época. Sabe cómo reírse del género, y cómo entretener al respetable por el camino.
Peliculón, como la disfrute, hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien…apenas pude parpadear.
Ellen Page es la niña de mis ojos, pero Rainn Wilson se sale, maravillosa su escena final. Todavía la tengo clavada.
Violencia muy heavy y un montaje correcto.
Me ha encantado.
Pues imagínate esto en la pantalla gigante de Sitges, todo lleno. Aplausos, risotadas… joer, qué experiencia (y qué peliculón, of course. No entiendo por qué tardan tanto en estrenarla por aquí. Luego nos tocan las pelotas con la Ley Sinde, pero es que tiene delito la cosa)
Pues si, entiendo que no quieran que se descargue, pero la oferta de peliculas y series es muy corta, Super es un peliculon, divertido, gamberro, emotivo.
Una pena.
Shut up Crime!!!!