Crítica de Terminator Salvation
La cuarta entrega de la saga «Terminator» (obviando las dos temporadas televisivas de la Fox) sitúa la acción en el año 2018, en plena guerra entre máquinas y humanos capitaneados por un Christian Bale en el papel de John Connor. En plena acción, la aparición de Marcus Wright (Sam Worthington), un extraño cuyo último recuerdo es haber estado en el corredor de la muerte, cambiará las tornas de la batalla, aunque ¿para qué lado?
En su peculiar cara a cara con Michael Bay, McG se vanagloria de tenerlos más grandes, los robots quiero decir, y a falta de ver la inminente secuela de «Tranformers», lo cierto es que pequeños, lo que se dice pequeños, no son. Efectivamente, «Terminator Salvation» prometía tollas y tollinas de todo tipo entre seres humanos y máquinas, y en ese aspecto no decepciona en lo más mínimo.
De este modo, nos encontramos con una película visualmente espectacular y plagada de efectos especiales de última generación: T-600s, T-800s, aviones, motos, monstruosas abominaciones robóticas, todo tiene cabida en ella y todo tiene una innata facilidad por explotar de manera indudablemente golosa para el espectador hambriento de palomitas, acción y CGI a cascoporro.
Sucia y lúgubre, en la atmósfera de la post-apocalíptica Tierra se masca el terror y la tensión propios de vivir bajo amenaza constante, y es que los pocos supervivientes que (nos) quedan son blanco de un enemigo superior cuya ferocidad puede hacer acto de presencia en cualquier momento.
Y ya está.
Eso es prácticamente todo lo que tiene esta cuarta parte que ofrecer. No busquen ningún tipo de argumento, por pequeño que sea, ni desarrollo de personajes o profundidad alguna. De hecho, salvo los cuatro o cinco guiños de rigor (que harán las delicias de los aficionados a las primeras dos entregas, en especial con ese chusco pero convincente cameo -digitalizado- del Gobernator), tampoco intenten poner algo de luz en las diferentes pistas que James Cameron y compañía dejaron acerca del futuro que le espera a la humanidad.
El «Terminator Salvation» que McG nos ha preparado no es más que un videojuego fraccionado y tirando a aburrido ya que pese al empacho de efectos, difícil resulta encontrarle un mínimo de personalidad, alma o como demonios quiera que se llame, que atraiga a alguna que otra neurona en la sala de proyección.
Y al no haber ni argumento al que agarrarse ni espíritu del que acordarse, lógico, desde sus primeros compases comienza a desinflarse a velocidad de crucero sin apenas remontar el vuelo salvo en pequeñísimas ocasiones de tensión sorprendentemente bien orquestradas.
Lamentablemente, director y compañía (los guionistas, tan culpables como él, ya escribieron «Terminator 3») han sido incapaces de aprovechar el potencial que tenían entre manos, y pese a que su película es rematadamente académica, correcta y teóricamente espectacular, su fórmula ha fallado quedando en un blockbuster bonito pero vacío y tan olvidable como cualquier súper héroe con garras que se precie (de hecho, tanto «X-Men Orígenes: Lobezno» como «Terminator Salvation» pecan de los mismos errores). El único que realmente brilla con luz propia es un Danny Elfman tan en forma como siempre, que no se arruga a la hora de combinar la partitura clásica con efectivas composiciones.
Por lo demás, poco importa que su reparto sea de lo más interesante, que se haya invertido más dinero en ella que en las otras tres juntas («Terminator 2» costó 7 millones, esta la friolera de 200) o que sea la primera que rompa con lo visto hasta ahora y proponga un más que interesante cambio a la dirección de la saga; al final, «Terminator Salvation» se queda en un espectáculo tan disfrutable a nivel audiovisual como decepcionante a cualquier otro, superando tanto a la tercera entrega como a la serie de televisión (lo cual tampoco era tan difícil), pero quedando a años (siglos) luz de las otras dos.
Y es que la leyenda de John Connor debería haber concluido en 1991.
5,5/10
Yo tengo pendiente verla esta semana. He leído por ahí varios comentarios similares acerca de que la película «está bien pero sin más». Aparte, claro está, del hecho de que para mí ver una película de Terminator es casi obligatorio, la verdad es que dicho juicio no me sorprende ni me preocupa. Después de todo, tampoco es que realmente hubiesen podido hacer algo que remotamente se acercara a las dos primeras películas.
Para mí, el que sea disfrutable ya es un éxito. Al final, todo el hype del presupuesto, el entronizado Christian Bale y el tamaño de los robots se cae ante un hecho indiscutible: ¿realmente esperábamos una obra maestra del director de «Los Ángeles de Charlie»?
Ouuuuu!! ¿Ya la has visto? Te odio tanto…
La veré el viernes sin falta por lo que debo decir que NO he leído ni una línea de lo que has escrito porque no quiero que te interpongas entre Bale y yo en este punto pero me has agobiado con el cinco y medio…
Oye, ¿que le pasa a Goethemola que tiene su blog tan abandonado? No es por el blog pero es que uno ya piensa en la persona, y es por si le ha pasado algo.
Hombre Lobo, no, obra maestra no (del mismo modo que tampoco se esperaba de Terminator 1 y 2, por otra parte) pero sí un entretenimiento a la altura de las circunstancias, y quién sabe, John Favreau logró un espectáculo la mar de divertido con Iron Man, JJ Abrams algo aún mejor con Star Trek… Terminator Salvation podía tener algo más de enjundia. Yo confieso que en ocasiones se me cerraban los ojos, aunque en ese momento estuviesen habiendo explosiones en pantalla. Es todo tan carente de sentimientos (por así decirlo) que al final acaba por darte igual, y eso es lo que me jode de estas películas… con todo, qué duda cabe, Terminator es siempre obligatorio!
ANA, lo que tienen los pases de prensa y el tiempo libre (ñañaña). Bueh, el Bale no sale tan guapo aquí, la verdad, y además cuenta con una gran desventaja: el Sam Worthington de marras no está nada mal, believe me… ;)
Chacal, jejeje, está vivo, eso seguro, que le vi en el pase ;) Nada, se estará tomando un periodo sabático, que siempre vienen bien!
Saludos a todos!
Valeeeeeeeeeeee.
Como es posible que con dos maromos como estos no haya descamisamientos más que para enseñar engranajes???
Na, que para uq no sirva de precedente pobdría incluso la misma nota. ¡Qué inmensos océanos de guión nene!
Me enfado y no respiro…
jajaja, pues yo le he puesto una nota "tan alta" porque está muy bien hecho todo y eso, que si no, no aprueba ni de coña, que la tengo a la altura de XFiles 2 o Ángeles y Demonios (o Lobezno, por cierto)
Cómo podréis comprobar los administradores de la web, esta noche no duermo y me he dedicado a ir escribiendo posts al tun tun.
Algún día explicaré mi teoría de los guionistas y los monos, pero la dejaré para otro día que sea un caso más flagrante.
Yo recuerdo de pequeño ver Terminator, y quedarme preso de un terror atávico al ver las imágenes del futuro… y recientemente la ví y me quedé de nuevo con esta sensación.
Una noche perpétua llena de humo y niebla, montañas de calaveras, los 4 humanos supervivientes viviendo entre la basura, sucios, con la ropa hecha trizas (no sé pk pensaban que era buena idea hacerse jirones en la ropa), muriendo a decenas por la incursión de un sólo terminator; 4 soldados heridos y exhaustos luchando como podían encima de coches oxidados y achatarrados, también sucios, con ropas rotas…
Esperaba ver esto en la cuarta, en la película en la que definitivamente se nos iba a enseñar este futuro… y que tristeza al ver que no nos lo enseñan. Aquí en el futuro es de día, hay campos verdes de hierba poblados por transformers y los soldados van a la moda…
Y me quedé fascinado con el tema de que la fábrica del final (una fábrica supuestamente 100% automatizada y maquinizada) tuviera pasarelas, escaleras y barandillas para que los humanos pudieran pasear por allí.
Primera desilusión.
Luego está otra cosa. La tragedia presente en la primera y segunda película, y en parte también en la tercera, que aquí no está por ningún lado.
La lucha desesperada y al límite contra un enemigo implacable, la tragedia griega de saber que hagas lo que hagas, estás condenado por el destino. La máquina seguirá persiguiéndote incansablemente y, en el caso que la mates, el apocalipsis del juicio final es igualmente inevitable.
No encontramos nada del espíritu de esas películas aquí…
Y en fin, por más méritos de actores, efectos digitales y anchoas en vinagre que le hubieran podido poner, invariablemente me habría decepcionado igual.
Jeje, recuerdo aquel día salir realmente triste del cine.
Una pseudomierda, que no se puede echar a la basura porque visualmente mola. O así. El caso es que seguramente se trate de una de las películas más desaprovechadas de la historia, y como bien dices, no será que no lo tenían a huevo!
Pero en fin, a ver si ahora, con la 5, buscan ese cambio que pides.
Lo cierto es que si acaban haciendo (como decían) una nueva trilogía, habrá que esperar a la tercera para ver el futuro chungo, me da a mí… así que vayamos preparándonos para más campos verdes poblados de transformers y soldados a la moda XD