Crítica de The Contract
Ahora, son John Cusack y Morgan Freeman, y Bruce Beresford tras las cámaras, los que repiten estrategia, componiendo una película casi idéntica a la antes citada, aunque cambiando río por montaña.Un viudo y su hijo adolescente tratan de reconstruir el vínculo que los une organizando una acampada. Al poco tiempo de comenzar su excursión, deben rescatar de un automóvil estrellado a un asesino por encargo. Padre e hijo deciden llevar al asesino ante la ley, pero un grupo de compinches del criminal tratarán de impedirlo, por lo que se verán metidos de lleno en una persecución sin tregua por los inhóspitos bosques.
Muchos son los problemas con los que «The Contract se ve forzada a lidiar.
El más grave se halla sin duda en el guión, obra de nada menos que dos autores, Stephen Katz y John Darrouzet. Además de ser una historia absolutamente previsible en todo momento, no logra encontrar esa profundidad que busca en la relación entre los personajes de Freeman y Cusack, por lo que todas las conversaciones que mantienen durante tan peculiar travesía acabar cayendo en saco roto, resultado nada más que un impedimento para el proseguir de la acción. Acción que, por cierto, en ocasiones tiene lugar de manera bastante ridícula, a través de situaciones del todo imposibles y pasadas de vueltas.
Por si fuera poco, el libreto está plagado de chistecillos que no solo no hacen gracia, sino que resultan incluso enervantes ya que se encuentran justo al final de cada escena, dando como resultado una fórmula repetitiva hasta la saciedad que lo único que realmente consigue es ir alargando segundos a la duración final de la película a la vez que le resta la seriedad y el dramatismo que las antes citadas charlas entre asesino y héroe pretenden.
Otro impedimento se le debe achacar al propio Beresford, que compone una película absolutamente impersonal y digna de una tv movie cualquiera, desaprovechando por completo las posibilidades que un bosque oscuro y desapacible ofrecía. Así como el río que da el título a la antes citada «Río Salvaje» se convertía en un personaje más de la película, árbitro que en cualquier momento podía decantar la balanza del lado de uno u otro, en «The Contract» la montaña se antoja como mero espectador de los hechos, sin influir prácticamente en nada que pudiera hacer tomar a la historia algún tipo de acontecimiento inesperado.
Sin embargo, no todo es tan malo.
Entre los aspectos positivos de la película encontramos a unos actores que parecen pasárselo bien en sus roles de asesino sin escrúpulos y héroe ex-policía, y componen unos trabajos a la altura de las circunstancias, resultando su relación todo lo lo creíble que el guión permite. Es tal el nivel de compenetración al que llegan Cusack y Freeman, que puede apreciarse con tan solo una mirada que uno de los dos le eche al otro.
Pero sobretodo, pese a la previsibilidad y la ridiculez de algunos momentos (muchos de ellos provocados por los personajes que rodean a los principales), pese a los sonrojantes momentos en que se pretende hacer gracia y no se consigue ni una sola sonrisa, pese a todo ello, «The Contract» acaba siendo entretenida. La escasa hora y media que dura pasa literalmente en un soplo, y eso es algo que se agradece enormemente.
Por consiguiente, si lo que se busca es una sesión sin pretensiones, de aquellas de domingos por la tarde, bien cargadas de palomitas y con el único objetivo de apagar neuronas y pasar el rato, «The Contract» acaba siendo una opción posible. Para todo el que busque algo más, por poco que sea, que pase de largo, que el cine está muy caro.
4,5/10
Cambia Feeman por Michael X y a cusack por Charles A y tendrás una película digna de Antena 3 a las dos de la tarde… ¡Y de las malas!
¡Como para fiarte del cartel! Que es posiblemnete lo mejor de la peli.
jajaja, cuánta maldad en tu comentario… y cuánta razón! ya te digo, al menos me entretuve viéndola…si no, qué desastre!
de Cusack está bien La Vida sin Grace… intentaré publicar la crítica mañana!
salud y gracias por pasar!
Bufff. Bueno es saberlo. Saludos.