Crítica de The Countess
A Elizabeth Bathory, la countess del título, se la conoce como la condesa sangrienta por haber sido una de las más temibles asesinas en serie que ha dado la historia de la humanidad, y de hecho no pocos comparan su persona con el mismísimo mito del conde Drácula no sólo por la cantidad de muertes cometidas (ni se sabe cuántas llevó a cabo desde que empezara su afición, en 1585, hasta que concluyera veinticinco años más tarde) sino también por su justificación: creyéndose rejuvenecida por la sangre de sus víctimas, la mujer se bañaba a diario en ella, previo desagüe de los cadáveres que, por cierto debían ser puros, o lo que es lo mismo niñas vírgenes.
Tan entrañable personaje es el que ha llamado la atención de Julie Delpy, quien retoma una vez más las tareas de guionista, directora y protagonista a la vez en una película que pasó sin pena ni gloria por el pasado festival de Sitges.
Pese a su proyección en diferentes festivales de todo el mundo (destacando la Berlinale por encima de todos) y a su estreno limitado a algunos países europeos, lo cierto es que más bien poco se sabe de la existencia de “The Countess”, que por supuesto no cuenta con fecha de estreno en España de momento. Por ello, el visionado de la película es una apuesta totalmente ciega, sin ninguna expectación, menos prejuicios, y apenas información. Debido a ello, el prometedor arranque del terrorífico cuento de la Delpy sirve a las mil maravillas para disipar temores, posiblemente causados por su ambientación (la Hungría del s. XVII… ¡ah!), e incluso enrocar al espectador gracias a un prólogo muy logrado. Con él apenas se necesitan unos minutos para describir completamente tanto al personaje principal como a la película en sí, ambos fríos, apáticos, grises y malignos. Se trata de momentos de auténtica lucidez, movidos por un devenir trepidante y un buen puñado de diálogos brillantes y corrosivos, tan sólo contrarrestados por la voz en off de Daniel Brühl (reciente basterdo de Tarantino).
Cabe destacar que si bien el joven actor barcelonés sigue pecando de una falta de garra preocupante, su narración se muestra muy acertada y sobresale su apuesta por el realismo formal, es decir, por explicar la historia sin hacer caso del orden lógico de los acontecimientos y adelantándose a situaciones que, en un lenguaje falseado y propio de una película o novela, se habrían reservado para el final.
Si a todo ello le añadimos momentos de puntual enfermedad o directamente gore, distribuidos aquí y allá a lo largo de toda la película, “The Countess” contaría con elementos de sobra para convertirse en una muy grata sorpresa para el público, y desde luego no tendría ningún problema en ver la luz en los cines de todo el mundo.
Si no es así es porque algo falla, y concretamente el problema reside en que la apatía, con que se caracteriza a la condesa Bathory, y la propia voluntad del film, distante y gélida, acaban contagiándose a todos sus niveles, haciendo de su segunda parte un mucho más cansino ejercicio de repetición que va rebajando paulatinamente las buenas sensaciones iniciales. De nada sirve el esfuerzo de la actriz por exagerar hasta el exceso las cualidades de demente y fría asesina, o que el de Brühl sea un trabajo menos desacertado que de costumbre. En pocos minutos, el espectador se descubre a sí mismo ojeando el reloj de su muñeca con cada vez mayor frecuencia, y eso que el metraje del film es de lo más comedido.
Quizás las cosas hubieran sido distintas con una firme resolución: decantarse bien por la espectacularidad sangrienta de los actos de la protagonista o por un estudio más apasionado (que no pasional) de su cerebro y/o relación con el resto de personajes que pululan por pantalla. Lamentablemente, dicha selección brilla por su ausencia, y “The Countess” no acaba de abandonar jamás el miedo a desprenderse de ambos conceptos, naufragando por ello en una superficialidad en ocasiones alarmante. Confirma tamaña sensación de apatía e intrascendencia el total descarte de una situación final mínimamente climática, que además de dejar un amargo reflujo de película incompleta en el paladar, se ve agravado por un mensaje conclusivo, a modo de moraleja, totalmente desacertado habida cuenta de su consabida cantinela (que la historia no la escriben los perdedores se sabe desde antes de la propia existencia de la humanidad).
Queda por hablar de los aspectos más artísticos del film, entre los que destacan por encima de todo un vestuario y maquillajes sencillamente perfectos. Así, jamás queda del todo claro si el rostro de Elizabeth ha cambiado o son imaginaciones del espectador, lo cual le adentra en la locura de la propia condesa.
No puede decirse lo mismo de la dirección de Julie Delpy, tan académicamente correcta como falta de pasión y, de nuevo, más bien apática.
No es más que el reflejo inequívoco de lo que, a fin de cuentas, acaba siendo «The Countess»: una producción tan precisa (hasta preciosista si se quiere) como carente de alma y sentimientos. Con todo, supone un interesante descubrimiento de un personaje del que no todos habíamos oído hablar.
5/10
De acuerdo contigo en "casi" todo: creo que todo lo que busca la directora, en cuanto al clima gélido, al ambiente asfixiante, a la ansiedad, la decadencia, la desesperación, la obsesión…lo transmite, incluso cuando la recuerdo me provoca olor a sangre!!! Una película oscura, de época y limpia que demuestra que la maldad y la crueldad puede llegar a unos límites tan insospechados como presuntamente ciertos…
Bravo por la prota, bastante flojete el tal Daniel, aunque solo perdonable por poner el contrapunto a tanta locura.
Felicidades de nuevo!!!
Anda, al final has leído la crítica eh? sí, todo eso lo transmite, pero al final se hace un poco pesado el asunto, demasiada falta de alma o algo así, no sé cómo decirlo… bueh, gracias por leerme, hay más cositas de Sitges interesantes… aunque aún no has dicho nada del súper título nuevo… te mola??
Me gusta, me gusta!!! Y seguiré leyendo cositas de Sitges, que te tengo muy abandonaete!!! Muakas!!!
jiji, gracias gracias, tanto por las lecturas queme debes como por el piropo del Na'vi, que se quedará ahí hasta que pase el boom-Avatar… DOS SEMANAS PARA SU ESTRENOOOO!!!! [fanatic mode /off]
Besines…