Crítica de The Dead Girl
Dividida en cinco capítulos, la película toma como punto de partida el hallazgo del cadáver de la joven Krista. A partir de ahí, se irán desarrollando las vidas de unos personajes más o menos cercanos a la víctima, descubriéndose sus virtudes, carencias, y vacíos…
Si pasamos a analizar cada una de sus características por separado, no cabe duda de que nos encontramos ante un buen trabajo.
El reparto, compuesto por Toni Collette, Brittany Murphy, Marcia Gay Harden, James Franco, Giovanni Ribisi y Josh Brolin entre otros, está perfecto, con mención especial para todas y cada una de las mujeres que parecen enzarzadas en una disputa por saber quién es mejor actriz.
Además, Karen Moncrieff dirige con elegancia y una plasticidad loable, con lo que consigue escenas muy sugerentes en más de una ocasión.
Lo mismo vale para los aspectos más técnicos de la película. Banda sonora, fotografía y puesta en escena en general son impecables, llegando a ser en ocasiones casi un protagonista más, ya que como es habitual en producciones por capítulos varían perceptiblemente al pasar de uno a otro.
Entonces, ¿qué falla en «The Dead Girl»?
La respuesta a esa pregunta no es tan simple como parece, y es que el motivo de esa falta de algo que ofrecer de la que hacía referencia al principio, se debe a varios motivos.
Primero al guión en sí, que se esfuerza en evitar por completo el pilar alrededor del cual giran las cinco partes. El asesinato de la chica parece importarle más bien poco a Moncrieff, que lo utiliza como simple punto de partida (o final) para hablar de historias que solo se conectan a él de refilón, por mucho que sean partes interesadas del mismo (caso del personaje de Brittany Murphy). Aunque a simple vista podría resultar digno de alabanza por su originalidad, lo cierto es que no acaba de funcionar, ya que a fin de cuentas una muerte en pantalla siempre interesa al espectador, que irremediablemente se pregunta cómo ha ocurrido, y más si, como en este caso, el cadáver aparece en condiciones más que intrigantes. Así pues, la arriesgada apuesta por centrarse en el resto de historias su lugar es, lamentablemente, bastante desacertada.
Sobretodo porque estas mismas no tienen ni mucho menos la fuerza que cabía esperar. Aquí el problema es doble. Por un lado el metraje se antoja demasiado exiguo para poder desarrollar cada capítulo como es debido, y por otro, cinco capítulos son demasiados. El caso es que todos ellos resultan superficiales y anecdóticos, sin lograr transmitir absolutamente nada más que, como mucho, algún atisbo de sentimiento al espectador más predispuesto. Y eso, que todos los personajes son un cúmulo de aflicción y opresión.
Así pues, no podemos decir que «The Dead Girl» sea mala, pues cuenta con una dirección e interpretaciones realmente logradas, pero no estoy muy seguro de hasta qué punto pueda calificarse de película, ya que más bien parece un conjunto de filmaciones montadas una detrás de la otra, sin alma ni sentimientos. Con otras palabras, uno cuando va al cine espera salir de la sala de manera distinta a como ha entrado, y con esta película no hay suerte. Una pena.
4,5/10