Crítica de The Messenger

El desconocido Oren Moverman ofrece su carta de presentación como director (antes había escrito el guión de «I’m Not There», biopic sobre Bob Dylan que pese a contar con Heath Ledger sigue inédito en España) con «The Messenger», película que nos acerca al conflicto iraquí actual desde un punto de vista tan diferente como es el de los encargados de notificar los fallecimientos de soldados americanos a sus respectivos next of kind.
Con un interesante reparto compuesto por Ben Foster, Woody Harrelson, Smanatha Morton y (en un rol muy secundario) Steve Buscemi, el argumento gira concretamente en la incorporación a tan ardua tarea de un combatiente lesionado en la guerra, quien cumpliendo su nuevo deber acaba conociendo a una cliente de la que se enamora irremediablemente, al tiempo que estrecha su relación con su compañero de trabajo.

Del mismo modo en que su escueta sinopsis se divide en dos partes, el guión de «The Messenger» (escrito por Alessandro Camon y el propio Moverman) parece haber nacido de la fusión de dos entramados distintos. El primero, sobrio, sin florituras, serio y aflictivo, esconde lo mejor del film. Se trata de una hora de metraje en que, casi como si de un documental se tratara, el director sigue al dúo protagónico en sus diversas salidas de trabajo, para luego descubrirnos las primeras pinceladas de sus vidas por separado, solitarias, heridas y deprimentes y jamás alejadas de su deber (no pueden permitir que alguien se entere del fallecimiento de un familiar por otros medios). Sorprenden, gratamente, tres aspectos de todo ello.

El primero, sin duda, es la acertada actuación de todos los que por pantalla pululan, ya sean personajes principales, secundarios o simples apariciones lujosas. Obviamente, destaca por encima de todos un Woody Harrelson que definitivamente ha encauzado su carrera hacia una etapa dorada, y que con su lisiado capitán Stone se ha visto recompensado con una nominación a los Globos de Oro, premio que podría haber caído en manos de cualquiera de sus compañeros.
Merece también un aparte el curioso (no por ello menos bienvenido) acercamiento emocional por el que opta el film a un tema tan delicado y tendiente a la banalización lacrimógena como el que nos ocupa. Y es que alternando situaciones de altas cotas dramáticas con otras de un inesperado humor negro y corrosivo (y principalmente provocado por el personaje de Harrelson), «The Messenger» huye de artificios peliculeros, no está pendiente del pañuelo del espectador y, en vez de ello, le remueve las entrañas de una manera casi imperceptible pero no menos intensa.

 

 

Finalmente, en este primer tramo de película destaca por encima de todo la dirección, cámara digital en mano, de Moverman. Habilidoso y juguetón, el debutante regala un sinfín de planos secuencia largos y elaborados donde, perdón por el cliché, todo funciona con la puntualidad de un reloj en unas coreografías perfectas y sobrecogedoras. Su virtuosismo con la cámara se hace más patente aún cuando, por si fuera poco, sus movimientos no se limitan a travellings laterales (o directamente planos fijos) sino que el director camina literalmente entre los personajes, los rodea, entra y sale del radio de acción, hasta el punto de llegar incluso a desviar la atención del espectador hacia sus dotes fílmicas en lugar de centrarse en el peso dramático de la película.
Ahora bien, acabada la primera hora arranca un segundo mediometraje de duración similar donde «The Messenger» cambia totalmente de tercio.
Dando por agotado el filón documentalista del tan inesperado trabajo de los notificadores, la película se centra en los aspectos más personales de la pareja protagonista, deteniéndose con especial interés en la extraña relación que los une por un lado, y en la desmontada situación sentimental del personaje principal (el de Foster). Se trata de la parte más endeble de un film que, además de reducir sensiblemente ritmo e interés, parece descarriarse incidiendo de manera repetitiva en las heridas aún por curar de los soldados, claramente afectados por la tarea encomendada (como ya intuíamos desde el principio, se trata de una profesión que deja huella).
Hasta el propio director parece relajarse, al adoptar un estilo mucho menos vistoso y elaborado, y limitarse a una sucesión de planos más académicos y convencionales.
Afortunadamente, queda un nexo entre ambas partes, y es la obstinación por no caer jamás en las resoluciones fáciles. Valga como ejemplo la relación surgida casi de manera involuntaria entre Foster y Morton: ambos personajes son un castillo de naipes emocional, en construcción tras su reciente y no superado derrumbe, por lo que sus acercamientos son a un ritmo prácticamente inerte.

 

Hablar de «The Messenger» es hacerlo, pues, de una película que va de más a menos, partiendo de una propuesta de lo más interesante para concluir en una algo más manida historia de amistad y amor.
Pese a ello, conforma una envidiable presentación de su director y co-guionista, Oren Moverman, quien opta por despojar a su película de prácticamente cualquier concesión propia de dramas convencionales (tan sólo cabe reprocharle algún despiste como la frase «que se jodan las reglas, la gente con la que tratamos son personas») para presentar prácticamente un documental sobre la vida de dos soldados heridos tanto a nivel interno como externo. Documental, eso sí, rodado con una exquisitez formal digna de un reconocimiento mayor al demostrar que, si se dispone de las dotes suficientes, se puede ser muy buen director de cine sin necesidad de acabar con las arcas de medio Hollywood.
6,5/10
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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Particularmente no disfrute esta pelicula muy lenta y no em gusto las actuaciones de los papaeles muy secundarios en fin normalita esta bien la puntuacion yo le pondria 6….

  2. Yo creo que esta película es Woody Harrelson. Y un poquito de lo demás.
    Y es 6 (0 6,5 en mi caso) es por eso, porque no mata, no es una gran película, incluso se hace lenta, pero aun así tiene cosas muy buenas (no me negarás que hay ocasiones en que gana mucha garra!) y en conjunto se deja ver sin problemas (y sin sueño!!)

    Saludos, y bienvenido de nuevo tío!

  3. En realidad si tienens razón tio hubo momentos que me ponia aburrido pero luego veia algo interezante de hehco al segunda parte de la peli es mas animada, se desvirtua un poco pero no cae mal…

  4. no sé, a mí es que llega un punto en el que casi prefiero que las películas sean pausadas y de ritmo tranquilo, a que me meta Michael Bay la última locura videoclipera, jajaja!

  5. A mi tambien pero que q sean lentas que haya algo por lo menos dialogos al estilo malditos bastardos….

  6. Bueno, el caso de Malditos Basrtados es bastante único en el mundo… y yo creo que en The Messenger precisamente se le da mucha importancia a los silencios, a las soledades…. si no recuerdo mal (la vi hace mucho) Woody Harrelson es un pobre solitario que si consigue compañía es, prácticamente, pagando por ella. Y el joven también vive solo y no ha superado sus traumas de guerra…. y esas miradas que se cruzan él y la mujer (viuda) interpretada por la Morton…

  7. Asi es la recuerdad bien pero tio oye la lentitud me aburre, de verdad lentitud y silencio no son mi fuerte, lentitud y dialogo me gusta mas q sean lento y luego sorprenda en fin, mala no esta pero en una parte se torna latosa jejejej

  8. jeh, bueno, es que evidentemente, hay diversos tipos de cine, y diversos tipos de público., Y yo creo que la gracia está en encontrar, cada uno, su "lugar cinéfilo". O algo así, jeje!
    Yo no sé, disfruto igual con películas como La mujer sin piano que con Iron Man. Pero entiendo que algunos prefieran el estilo de la primera, de la segunda, o de ninguna de las dos.
    Lo dicho, sobre gustos… ;)

  9. Estoy deacuerdo contigo por ejemplo para mi el caballeroscuro es lo maximo pero perdidos en tokio tambien son opuestas una mas animada y otra lenta, pero con esta no se q paso hay algo q no me cuadro…..

  10. ya bueno, es lo que digo en la crítica, que pese a todo algo alla…. aunque ahora tampoco me preguntes qué era, que no me acuerdo, jejeje!

  11. Concuerdo 100% con la crítica. Me pareció una película muy interesante. Puede ser que en la última media hora la peli pierde un poco el sentido que traía hasta el momento, pero creo que esa fue la idea del guionista, escapar de todos los clichés posibles del cine pochoclero. Le faltó una vuelta de tuerca para convertirse en un gran film.
    Actuaciones impecables.

    ¡Cuidado! ¡SPOILER!
    El final del personaje de Woody Harrelson llorando por haber traicionado sus principios y escapar a la guerra para meterse sólo en trámites burocráticos me pareció una idea excelente donde podemos ver las caras opuestas de los dos personajes protagónicos.

    Mi nota: 6,5 (no llega a un 7 lamentablemente, le faltó algo más)

    Saludoss!

  12. Demián, pues celebro que compartamos gustos y opiniones. Ciertamente, a The Messenger le falta algo para llegar a ese 7, aunque un 6,5 no está nada mal en absoluto!
    Esperamos seguir leyéndote por aquí!

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