Crítica de Them (la serie de Amazon Prime)
Si hay gallina y da huevos dorados, hay que explotarla. Y más si, encima, dichos huevos están bañados de cuestiones sociales. Jordan Peele se convirtió en La Voz gracias a su Déjame salir. Pistoletazo de salida a un sub-género que tiñe de terror y gore la historia y la sociedad actual de los Estados Unidos, afectada gravemente por el racismo. Que el miedo en el cine sirva como excusa para hablar de otros temas más elevados no es nuevo ni rompedor, pero situar a la población negra tan abiertamente en el epicentro del género, un poco más. Ahora bien, Déjame salir aún busca heredera digna, cosa que ni el propio Peele ha logrado, ni en la pantalla grande ni en la pequeña. No es tan sencillo. No, porque hay que hilar mucho más fino de lo que parece si se quiere mantener la balanza perfectamente equilibrada entre denuncia y terror/gore. So pena de quedar en una gilipollez como un piano, o en una mamarrachada de caspa y ketchup sin más. Que no pasa nada si se desequilibra, bien que disfrutamos con las mayores cafradas cuando de torture porn, splatters para encefalogramas planos, o cualquier lindeza de serie B se trata. Pero en estos casos prima la honestidad. Porque si no, pretender izar un discurso sesudo y mantener la denuncia en alto en todo momento, y a la vez caer en la desproporción, complica las cosas; y más cuando de un tema tan delicado se trata. Y es lo que ocurre con Them.
La serie de Little Marvin no esconde su referente: es desvergonzado el plagio a Peele tanto en fondo como en forma. Lo dicho de la explotación de la gallina. Y no sé si será lícito o no, pero de entrada cierto es que mola: exquisitez audiovisual para una trama que se sitúa en un pueblo de Los Angeles de los años 50, adonde se muda una familia negra sin saber la que se les viene encima: y es que sus vecinos están de todo menos felices al ver que la pureza racial del barrio se ve afectada por una inesperada mancha de color. Y así arranca una serie de diez episodios que va aumentando revoluciones en su mezcla de drama social con terror de diversa índole: un poco de gore por aquí, un poco de mal rollo espiritual por allá. O sea, Peele y sucedáneos (la inenarrable Antebellum entre ellos), con una puntita de La maldición de Hill House en lo que a factor miedo se refiere. ¿Traducción? Entretenimiento de buena factura durante uno, dos, tres episodios… hasta que la balanza se desequilibra. Llega un punto (y llega demasiado pronto) en el que Them descubre no tener nada más que contar: su tesis ha sido expuesta de manera llamativa, convincente, pero más allá de eso, queda un ejercicio de repetición que, simplemente, va añadiendo más violencia a la violencia. Hasta que se pasa de frenada, y bendita la ironía, consigue el efecto contrario al que buscaba.
Hete aquí el exceso por el exceso: tras un primer acto de unos tres episodios, Them no evoluciona, se encalla y ala postre no es sino un reiterativo torture-racism-porn en el que, por supuesto, el espectador se queda sin respiración, con el corazón en puño. Sí, pero al mismo tiempo, se olvida por completo de la crítica social: es tan bestia, cada vez más, que acaba en el rechazo. Y ojo, no se pone en duda lo salvaje que ha sido la población blanca norteamericana con la negra (o que sigue siendo, de hecho), pero en lo que a la serie se refiere, acaba cayendo en lo irreal y puramente esperpéntico, sólo válido para los fans del gore y poco más. Se provoca, en definitiva, una disociación neta y sin remisión entre las dos personalidades de la serie: jamás encaja el tema sobrenatural (no asusta lo más mínimo cuando lo pretende a base de jumpscares) ni su exageradísimo gore, con el drama de los personajes. Lo único que consigue es, de hecho, cavarse su propia tumba al provocar seguramente el rechazo de buena parte de su público objetivo. Dudo que apetezca mucho seguir con el visionado de la serie a partir de la mitad de la misma, cuando lo truculento se adueña del cotarro sin aportar absolutamente nada nuevo al discurso de inicio.
Es jodido, la verdad: Them es una serie vistosa y sumamente cuidada en todos sus aspectos. Intérpretes de lujo, puesta en escena digna de cine, duración de episodios muy ajustada… Y además es entretenida, a su manera. De verdad que hay episodios que no te permiten tomar aire siquiera. Sobre el papel, todo bien. Pero no solamente no tiene nada que aportar a la ya citada Déjame salir (insisto: nada ha conseguido superarla aún), sino que tampoco justifica sus diez episodios, habida cuenta de la brevedad de su mecha. A lo mejor si Little Marvin se hubiera contentado con un largometraje, las acusaciones de plagio hubieran tardado poco en llegarle; pero seguramente le hubiera quedado un producto mucho más redondo, contenido y con la mira siempre firme. En lugar de una serie de calidad innegable, pero de interés inversamente proporcional a su ascenso en salvajismo.
Trailer de Them
Them: Amazon Prime quiere su Jordan Peele particular
Por qué ver (o no) Them
El libro de estilo de Jordan Peele aplicado en una serie de 10 episodios que arranca indudablemente bien, pero va descarrilando por un exceso de violencia innecesario (y que puede generar rechazo) que sólo reitera su discurso central, potente pero de mecha corta.