Crítica de Tres idénticos desconocidos
Marchando perogrullada: el documental puede adoptar infinidad de formas, y no ajustarse necesariamente a un recorrido o estructura por todos conocido. Lo hemos visto evolucionar en forma de descabellada telenovela (por qué no) en Wild Wild Country, convertirse en un Quién sabe dónde en Searching for Sugar Man, e incluso cobrar vida y desarrollarse en semi-directo con el escalofriante The Jinx. Ahora nos cae entre manos otro de esto de estos ejemplos de documental mutante, que en verdad no es sino un ejemplo perfecto de lo que el documental debería ser: sí, expone unos datos, descubre información, pero además sirve como arma para alterar al espectador. Hacerle saltar de un estado de ánimo a otro y hacerle reflexionar para que la película, en realidad, la acabe él mismo.
Porque Tres idénticos desconocidos empieza con una curiosidad: un tipo va paseando por la calle y le confunden tanto con otro que, al final, acaba descubriendo que tiene un gemelo. Pero luego, esos dos descubren que hay un tercero. Sonada noticia y primera viralización de la historia de los EEUU, quizá, que para quien no conociera se antoja como entrañable curiosidad y para de contar.
Ah, pero.
Pero resulta que poco a poco, a su responsable (Tim Wardle) le da por indagar. En el tema, sí, pero también en el cine. Explora las capacidades narrativas de una película y así, su ameno e intrascendente documental empieza a adoptar los aires de un thriller, el alma despreocupada se va oscureciendo, se flirtea con el melodrama tanto como con Hitchcock. Lágrima y denuncia se reparten el pastel. El entramado en sí pivota y se emponzoña en terrenos tan inesperados como necesitados de crítica.
Y aquí entramos nosotros. Absortos en este escalonado paso de lo anecdótico a la crítica social (y perdonadme que no vaya más allá, pero intento estropear lo menos posible la jugada de Wardle), nos vemos metidos en un tablero de juego en el que tenemos que tomar partido. Cuanto menos moral. Y lo hacemos, claro, porque Tres idénticos desconocidos está genialmente pensada y montada: entrega la información que debe, cuando y como debe. Se nos permite olernos parte del pastel pero nos es imposible alcanzar la magnitud de todo él mientras el director (y guionista) no lo disponga. Es la habilidad de este último la pieza que hace que la maquinaria funcione si no a la perfección, casi. Porque es verdad que a veces flirtea con la repetición, con dilatar un pelín en exceso el metraje. Pero parece que hasta eso está pensado para que nos relajemos antes de que la bomba estalle. Y cuando lo hace, bueno, ya siento el cliché pero: no deja indiferente.
Objetivo, pues, cumplido plenamente: documental fresco, trascendente. Y película sumamente recomendable.
Trailer de Tres idénticos desconocidos
Valoración de La Casa
En pocas palabras
Sorprendente documental que juega al despiste para pasar de una comedia intrascendente a un arma arrojadiza que invita a la reflexión y a la crítica. Muy recomendable.