Crítica de Twixt
Dicen de lo último de Francis Ford Coppola (sí, Twixt cuenta con guión, producción y dirección del responsable de El padrino) que es a la vez un experimento y una suerte de diario personal camuflado. Lo primero se debe a que se realizaron diversos pases de la película por toda la geografía de los Estados Unidos, en los que el cineasta iba montando los rollos en función de las reacciones del público: si los notaba aburridos, les endosaba uno más activo, de terror o cómico, y si pese a ello las emociones no mejoraban, tiraba de puntuales escenas tridimensionales (dos, y de un par de minutos a lo sumo). Por su parte, lo del diario personal se debe a que la película está plagada de referencias a su vida, siendo la más obvia la concerniente a cierta tragedia familiar. Eso es lo que se dice para intentar que duela menos; para que la estocada mortal que le asesta el film al espectador quede en una mera herida de rápida sanación (vía olvido inmediato), una bromita de un hombre que a estas alturas se puede permitir eso y más. Y vale, cierto es que sabiendo toda esta información, el recuerdo que se tiene del film se hace algo mejor. Pero no nos engañemos, que Twixt, vista en una versión digital ya montada, sin experimento que valga y ciñéndose a lo que se proyecta en pantalla, es poco menos que un desastre absoluto. Esto es así.
Motivos hay varios. Desde evidentes fallos de un guión que se lía una y otra vez y no acaba de explicar correctamente ninguno de sus frentes abiertos (la cosa va de un Stephen King de mercadillo y con pasado trágico, en busca de inspiración para su nueva novela y que acaba metido en un mundo de sueños terroríficos); a una producción chabacana, propia de un DVD a incluir en packs casposos, con burdos efectos digitales, fotografía francamente hortera, y un blanco y negro para distinguir realidad de ficción, que hace de Sin City la elegancia personificada. No hay nada en Twixt que acabe de funcionar, salvo un humor extravagante del que hace gala sobre todo en la primera mitad, que adscribe al film en el género de comedia de terror, y que es lo que a la postre hay que esforzarse por recordar para conservar un recuerdo mínimamente positivo del film. El disparo de ortodoncias de Elle Fanning, el loco enfrentamiento de Val Kilmer con las primeras frases de su novela, la imagen de Val Kilmer con un cartelito de “se vende por 19,99 $”… un momento, ¿No lo sabíais? Oh, sí, sale Val Kilmer.
Y cuidado, que su interpretación aquí es digna de culto. Desde que sufrió esa mutación física de la que hace gala actualmente, el actor de Top Secret parecía haber desaparecido de la primera plana (y así sigue en verdad, puesto que difícilmente volverá a sus épocas doradas con esta cinta), y aquí parece haberse dado de bruces con la realidad, a tenor de una divertidísima labor en la que parece no hacer otra cosa que reírse de sí mismo. El resultado es, claro, una empatía especial con el espectador: enseguida se le coge cariño y gracias a ello, Twixt se acaba haciendo algo más llevadera.
Vamos, que los más devotos de Francis Ford Coppola podrán acabar rascando algún que otro factor al que atenerse para defender su última producción, y la verdad es que a fin de cuentas, hay que reconocer que el experimento podría haber salido muchísimo peor de lo que ha salido. Pero aun así, la pésima calidad del conjunto (las dos secuencias tridimensionales ponen la guinda; qué horror técnico) hace que no pueda valorarse positivamente este Twixt condenado al olvido y que difícilmente traspasará fronteras para editarse, ni que sea, en DVD. El de Coppola ha sido un golpe muy bajo, que no hace sino confirmar la cuestionable calidad de esta nueva línea suya de trabajo según la cuál hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Mal vamos.
3,5/10
Y no será que estas vacas sagradas se dedican ya solo a poner la pasta, el nombre y a pasearse por el rodaje?
Assu, que tan mala puede ser una peli de Coppola que hoy en dia su hija le de un par de lecciones? ¿Tanto billete tiene el tio que puede darse estos lujos?. Porque de Apocalipsis Now a esto (o Patch Adams)hay años luz de distancia. De repente el tio necesita harta presion o estar al limite para desahuevarse y hacer cine del bueno…Tranquilo y sin prisas, se relaja..una pena
marc, a mí me da que en este caso no. Primero porque la película está hecha con dos duros, así que poca pasta ha puesto xD
Segundo, porque ya digo, este tío se mantiene fiel a su filosofía de hago lo que quiero cuando y como quiero, salga como salga. Y ha salido un pedo maltirado. Ah, eso quizás no estuviera en sus planes…
CID, Uala, Patch Adams era suya?? Jejeje, tenía como una "negación subconsciente" hacia ella. Por Dios, qué tortura… y mira que la vi en el cine cuando era poco más que un moco!