Crítica de La última casa a la izquierda (2009)

Ya se sabe que con los remakes debe andarse con sumo cuidado, temiéndose lo peor y por tanto preparándose para ello.
Tal vez por eso, a la que se anuncia una nueva versión de cualquier película de terror uno ya baja automáticamente las expectativas y las ajusta al nivel de, por ejemplo, «The Eye (Visiones)» o «Presencias Extrañas«: sólo con que lo que se vaya a ver esté un par de puntos por encima de ellas (lo cual no debiera ser tan difícil) ya se puede hablar de película cumplidora.
Y «La Última Casa a la Izquierda» lo está.

Ojo, no lancemos campanas al vuelo todavía. Esta revisión del brutal debut de Wes Craven no es el nuevo «Las Colinas Tienen Ojos», el tal Dennis Iliadis está a años luz de Alexandre Aja, y por lo general la película sufre de muchas de las penurias propias de su condición de remake comercial.
Para empezar, los antagonistas han dejado de ser el grupo de sucios y sudorosos jóvenes -capitaneados por David Hess- para convertirse en una familia de atractivos degenerados absolutamente caricaturesca y, por consiguiente, falta de toda credibilidad. Eso implica que si en la versión de 1972 (recordemos que «La Última Casa a la Izquierda» se estrenó antes que «La Matanza de Texas») el miedo provenía de la verosimilitud de esos jóvenes, normales y corrientes aunque tocados del ala por las influencias de la cultura generacional, en la del 2009 tales sensaciones desaparecen al conocer a estas personificaciones de la maldad en plan «Los Renegados del Diablo», una especie de superhéroes satánicos desde los primeros -y risibles- minutos.
Con sus bíceps dorados, perillas milimétricas, ojazos claros y tetas turgentes (y muy visibles), la familia parece cometer fechorías como si de un trabajo remunerado se tratara, y no abren ninguna posibilidad a ser vistos como algo más, a diferencia de Hess y compañía, quienes acojonaban porque hacían el mal porque sí, como divertimento.
Además, en esta ocasión los malhechores cometen un error de bulto que sirve para desvirtuar totalmente el sentido de la idea original y para endulzar el entramado, justificando -para los ojos del joven público a quien se dirige la cinta- los actos de la pareja de padres protagonista, que casi parece que busquen su protección en vez de venganza, pura y llana. Y aunque el trailer ya desenmascara la monumental cagada, hasta aquí puedo leer.

Así las cosas, ya tenemos gran parte de los ingredientes necesarios para adaptar una película de culto de hace un par de décadas a nuestros puritanos días: violencia desvirtuada, corrección moral y reclamos sexys en pantalla.
Súmese a la fiesta una dirección pulcra con fotografía preciosista, apartado de sonido efectista, actores medio conocidos (entre los que destacan Garret Dillahunt, Aaron Paul, Monica Potter y Tony Goldwyn) y la fórmula está lista para servir.

Ahora bien, en este charco de convencionalismo (y consiguiente decepción, al menos para el que conozca la versión original) «La Última Casa a la Izquierda» guarda un par de sorpresas que merece la pena resaltar.
Ante todo, destaca la labor de su desconocido director, que con una cámara temblorosa y haciendo uso de planos cuidadosamente ‘desencuadrados’ provoca cierta sensación de incomodidad en los momentos álgidos de la película, como si se tratara de los ojos de un espectador indeciso entre los deseos de observar y los remordimientos por no apartar la vista. Esta elección artística le va como anillo al dedo a la principal y prácticamente única virtud real del film: su apuesta por la crueldad explícita.
Aceptada la total desaparición de la violencia conceptual que contenía la versión original, «La Última Casa a la Izquierda» nueva opta por una violencia visual rara vez vista en esta clase de producciones, con un par de momentos exageradamente suculentos y más bien durillos para los ojos de cualquier mortal.
Sin ánimo de desvelar más de lo necesario, usaré como botones de muestra la secuencia del acoso a las dos niñas y el primer ataque de los padres de una de ellas, que incluye uno de esos fregaderos con aspas para destrozar basura…

Si bien a este respecto cabría reprocharle cierta descompensación que desemboca en cierta precipitación hacia el final, lo cierto es que se agradece algo de ensañamiento explícito en pantalla, cuanto más gratuito mejor, algo de lo que parecen no dudar sus creadores. De hecho, ese término puede aplicarse a prácticamente todo lo que ocurre en pantalla, desde el nado en ropa interior a los destetes de la fémina del grupo de malosos, uno más injustificado que el otro.

Así las cosas, sin ser una gran película, ofrecer nada nuevo ni respetar a la película original, «La Última Casa a la Izquierda» se convierte en un producto apreciable por su falta de sentido (si uno se para a pensar en ella es de lo más risible) y su excesiva y más que bienvenida violencia en pantalla. Esto último es lo que genera los mejores momentos de todo el metraje, incluyendo su soberbio epílogo, una broma que muy pocos sabrán apreciar y que sin embargo es el único punto en el que puede encontrarse alguna relación conceptual con la original. Y al que no le guste, que no mire.
6/10

En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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Comentarios

  1. Mira, debe de ser una de las veces en que coincidimos más "casi-casi" al dedillo, incluida puntuación final para el film.

  2. DE momento no me animo. Principalmente, por que no he visto nada que me llame la atención…
    Saludotes

  3. Chacal, es que no está nada mal la película, sin ser ninguna maravilla…

    nonasushi, si te refieres a cierto festival, aún falta mucho por descubrirse del mismo. Si te refieres a la peli, violencia gratuita y tetas, puede haber algo que llame más la atención?

  4. Me gustó bastante esta película, más bien la continuidad de los hechos y no que sea la típica "persecución de los malos para con las víctimas".

    Lo único malo fueron los actores. No me gustaron para nada, sobretodo la chica rubia que me recuerda una de sus películas donde actuaba de sirena……

    En fin, es un film entretenido y dramático, los ingredientes perfectos.

  5. Vany, pues aunque le pesen mucho los años, te recomiendo la versión original de la película… mucho más sucia, y "creíble" pese a que los actores sean peores todavía, je!

  6. la vi en HBO el otro dia, como la empece a ver ya comenzada (en donde ya tienen a las 2 chicas secuestradas) no supe cual era y pues me quede viendola, ya hasta el final supe como se llamaba y si, esta pasable la pelicula, escenas algo explicitas y sangre gratis, para mi la escena final fue de lo mejor, hasta se me ocurrio hacer un experimento con un pollito!!!

  7. jajajaja, para que luego digan que el cine de terror no sirve para nada! pobre pollito… :P

  8. Pues a mi lo que mas me gusto de este remake son los actores…Sara Paxton en uno de sus mejores papeles (su filmografia es de horror y del malo), Martha MacIsaac tiene mi corazon desde Supersalidos, Aaron Paul antes de ser una estrellita, Garret Dillahunt increible como siempre y una Riki Lindhome, que por fin tiene un papel decentillo.
    La pelicula en si, es violenta pero muy contenida…visualmente no ofende, cosa que la primera creo que si hacia…Capi?

  9. la primera ofendía por muchas cosas, entre otras, porque estaba muy mal hecha XD

    No, en serio, n su día imagino que sí, ahora lo que provoca es mucho mal rollo… pero no sé yo si llegaría a decir que ofende… la original eh?

    De esta, la verdad es que he ido olvidado todo…

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