Crítica de V/H/S

crítica de v/h/s

Llegó el momento. El found footage alcanza su madurez y, finalmente, termina desapareciendo como género per se para ser otra cosa. Lo que hasta ahora había sido una manera de vender humo utilizando la forma como excusa -para un fondo al que al final no se prestaba atención- finalmente termina reducido a una simple herramienta más. Y nosotros tenemos que admitirlo y tenemos que aceptar este formato (que es lo que es ahora) como una manera más de hacer cine. Así que se acabaron las quejas. Sí, hay found footage por todas partes. Superémoslo. Y vayamos más lejos.
Porque V/H/S ofrece motivos de celebración más allá de su envoltorio, aunque este tampoco sea casual ni meramente funcional, relacionados con la simple vocación del producto: ante todo tenemos que saludar esto como una nueva muestra de aquello que durante los 80 dio, y actualmente sigue dando, tantas alegrías al aficionado. Nos referimos al recopilatorio de cortos. A la compilación de historias, a aquello que en su momento elevó a la categoría de arte serie B productos como Creepshow o Tales from the Crypt.

Fábulas de horror de las que se cuentan en un campamento y luego resuenan en la memoria a diferentes modulaciones, solo que ahora llevadas al terreno de lo home made y la democratización del arte. Porque, sí, hay nombres conocidos detrás de esto, pero al final, V/H/S es una celebración de la independencia creativa en el género terrorífico: la de cinco directores (Adam Wingard, David Bruckner, Ti West, Glenn McQuaid y Joe Swanberg) y un colectivo artístico (Radio Silence) que se han liado la manta a la cabeza para escribir y rodar sus propias historias, con la única condición de partir de una narración diegética (esto es, grabada por los propios protagonistas de la acción) sometida a las limitaciones técnicas de lo doméstico.

Cinco visiones engarzadas por una sexta que a modo de interludios da pie a cada historia. Una excusa argumental eficaz, la de unos rateros de medio pelo deben entrar en una casa a robar una cinta VHS, pero se encuentran que el lugar está atestado de grabaciones escabrosas, para otros cinco relatos que parten de clichés del género y se construyen mediante sus personajes arquetípicos. Ahí está la chica misteriosa conocida en una fiesta, el motel de carretera, el bosque y el lago, la casa encantada, la noche de Halloween… Surcados por espíritus, sicópatas, súcubos, exorcistas caseros y, especialmente, grandes cantidades de jóvenes agilipollados que terminarán siendo víctimas de los más macabros giros de los acontecimientos.

Los resultados son dispares, por supuesto, pero en todos los segmentos late una fuerte carga autoral o, por lo menos, un exultante arrojo juvenil. Y en todos se respiran considerables cantidades de mal rollo, de inquietud y desazón. Y salvando desigualdades y fragmentos claramente inferiores a otros, todos los realizadores saben sacar el jugo al material del que parten y manejan estupendamente sus herramientas expresivas. Sea la identificación del público (en el episodio Amateur Night), la gestión de la espera y la expectativa (Second Honeymoon), las convenciones del slasher (Tuesday the 17th), el recochineo con la saga Paranormal Activity (The Sick Thing That Happened to Emily When She Was Younger) o el puro clímax terrorífico como excusa argumental (19/31/98).

En algunos casos el resultado es un tanto tedioso, cierto. Su condición de película/compendio genera una serie de clímax que se van reseteando sucesivamente, abogando por el impacto directo en forma de punchline final, pero resultando a veces en lentas construcciones de algo que no termina de cuajar. El uso del plano secuenca (o falso ídem) a menudo arroja resultados brillantes, pero a ratos desemboca en confusas marañas de tomas distorsionadas, temblores incomprensibles y agresivos deterioros de la imagen.

Pero sea como sea, V/H/S resulta en un producto, no por libre de pretensiones, menos seguro de sí mismo y sus planteamientos ético y formales. Fiel a sus propios preceptos y compromisos adquiridos con la adscripción al formato (no se abusa del efecto sonoro y la música suele provenir del propio espacio narrativo), la película despliega una interesante variedad de texturas de imagen y capacidades simbólicas a partir de diversos dispositivos de grabación. Cámaras domésticas, iphones, microcámaras semiocultas o webcams desfilan en función de cada episodio y al final terminan operando en beneficio de lo que se quiere contar, dándole al conjunto una apariencia más despeinada, más estridente y amateur de todo lo que habíamos visto hasta ahora en cine comercial.

Con ello, desde su estética doméstica, su look retro fruto de la filosofía de la cinta magnética y la degradación de la grabación que pide a gritos el continuo tracking, V/H/S apunta a productos bastante más underground que los Jackass que de buenas a primeras sugeriría su política de la imagen. Por supuesto, la película no deja de ser en buena medida un oportunista cuento de brujas de diseño pensado para las grandes plateas, pero tampoco conviene obviar que esto puede hacer pensar (y probablemente ha sido realizado pensando) en productos contraculturales de distinta frecuencia y voltaje, desde los August Underground hasta el Trash Humpers de Korine.

Una película sin muchas más pretensiones que la de acojonar al respetable adaptando las viejas historias de toda la vida a un formato actual y comercialmente sano y de ofrecer de paso un billete para las grandes ligas del terror a un grupo de directores más o menos indies que parecen tener ideas claras y sangre espesa. Gracias a ellos V/H/S termina siendo en muchos momentos un interesante ejercicio de entretenimiento gamberro y una insospechada fuente de placer malsano en virtud del regocijo por algunas secuencias francamente memorables. De esas que quedan en la memoria y no se van. Y eso, teniendo en cuenta cómo está el patio, es todo un logro.

7/10

Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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Comentarios

  1. Yo no le he terminado tan satisfecho… solo el primero y el último me parecen curiosos.

    El fragmento de Ti West me ha gustado, muy realístico y efectivo en los momentos de terror… pero el repentino final me dejó muy frío.

    Se agradece el intento de innovar pero yo lo dejaba en un 5,5 – 6.

    El relato del bosque me parece aberrante.

  2. Jur, pues a mí el del bosque me encantó; tan bueno como el primero y el último.
    Combina lo previsible con lo bizarro de manera superdespendolada, crea un villano hiperinquietante y manjea el fuera de campo de una manera muy cachonda: mantieniéndolo DENTRO del campo. Pa mí, muy majo…

  3. Es el único fragmento que no parece real…los otros son bastante creíbles.

    Ademas en ese todo es mucho mas cinematográfico y el villano… a mi me parece cutre, cutre… Y no puedes hacer honor a un slasher de bosque y lago sin tetas. Mal, muy mal.

  4. No comparto todo lo demás, pero cuando tienes razón, la tienes de verdad: +1000 a lo de las tetas

  5. ay, me da que yo soy definitivamente intolerante al formato.

    Todo lo que pasa en esta película salvo uno o dos giros ya lo he visto y ya lo he visto en found footage en demasiadas ocasiones (sin ir más lejos, el año pasado en Sitges se vio una con los mismos efectos de las manos saliendo de las paredes mientras un grupo corre por pasillos de un recinto cerrado).

    Me ha gustado más que muchas, pero he acabado como de costumbre, con un dolor de cabeza de la hostia.

    Dicho lo cual, me ha apasionado el de las conversaciones por Skype. Ahí he sentido terror puro. Sudor frío incluido

  6. Ya, pero eso es lo que digo. Que aunque el found footage como modus operandi tenga aquí un peso narrativo específico y una razón de ser, al fin y al cabo tenemos que tratarlo de formato como cualquier otro y dejarlo ya como asumido.
    ¿A partir de ahí lo que has visto ya lo habías visto antes? Bueno, sí, pero en general creo que es la idea de la peli, retomar lineas maestras, clichés casi, no para transgredirlos pero sí para "limpiarlos" y construir a partir de ellos relatos emocionantes y/o desafiantes.
    (vale, lo de las manos saliendo de las paredes es un recurso supermolón; y si es copiado como que baja puntos)

    ¿no? ¿o sí? ¿o no? o qué sé yo

  7. sí, retomar lugares comunes está claro que sí, pero luego, cuando se les da la vuelta que se les da (por ejemplo, la fiesta de Halloween)… también eso ya lo he visto, me explico? O sea, entiendo lo que quiere la película (y si no lo hubiera entendido antes, ahí arriba lo dejas bien clarito) pero sigo pensando que, con todo, no les ha salido del todo.

    Aunque ya digo, es de lo mejor que he visto en el apartado found footage últimamente, esto seguro. Y lo del skype me sigue cagando pero bien

  8. soys todos invéciles y surnormales

  9. (eh, que ese era yo, intentando animar un poco el cotarro…
    jo, echo de menos aquellos haters con cerebro de macadamia)

  10. juas, maldita sea, en mala hora te enseñé lo de los anónimos!

  11. La acabo de ver y estoy muy en la linea de Carlos. No hay nada nuevo bajo el sol, a excepciòn de algun momento molòn!
    Por cierto soy yo el unico que no ha "entendido" el fragmento de la webcam donde una pareja empieza a liarse, que va apareciendo de vez en cuando durante el metraje..? En fin, un 5 pasable amigos de los Horrores!

  12. Uh? Una pareja empieza a liarse? Coño, no me acuerdo de eso… imagino que te refieres a la historia que sirve de unión entre uno y otro cortos? Es que me confundo con la segunda parte? Juas, maldito alzheimer cinematográfico… con todo, eso sí: si estás de mi parte tienes razón en todo! ;)

  13. Pues yo… tampoco me acuerdo (llevo un día fino): Recuerdo que me gustó moderadamente la peli, que es irregular pero algunos fragmentos son francamente interesantes y que… ese día estaba solo en casa, cené pizza y llevaba una camiseta de PJ Harvey.
    Ergo callaos que la peli es buena.

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