Crítica de Una vida en tres días (Labor Day)

Una vida en tres días (Labor Day)

Lo que se ve en la carátula de la edición doméstica de Una vida en tres días ya es un aviso a navegantes. Pero antes de meternos en materia, un agradecimiento a los amigos traductores de títulos, por el spoiler: la versión original habla de Labor Day, día festivo que facilita la relación entre los dos protagonistas sin aclarar nada más; por su parte, la traducción española nos desvela alegremente y con puntillosa exactitud cuánto durará una historia de amor que, si ha salido bien la cosa, el espectador debería desear que no acabara nunca porque de hecho, con ese desconocimiento juega el film esgrimiéndolo como principal baza para mantener el interés… bravo, gracias. En fin, decíamos, que en la portada del disco sale lo siguiente: una historia de amor de gran trascendencia, firmado por Karen Durbin, de la revista Elle; y en la contraportada, la CBS-TV la empareja a El diario de Noa. Sendos avisos a navegantes que deberían hacer desviar la atención de quienes pudieran plantearse acudir a este film por intereses distintos. Pongamos, seguir la evolución de su director y guionista (adaptando en esta ocasión la novela de Joyce Maynard) Jason Reitman, después de Juno y de Up in the Air; o disfrutar de un par de intérpretes de escándalo como son Kate Winslet y Josh Brolin. Nada, nada: Una vida en tres días es un producto destinado única y exclusivamente al público de los dramas románticos comerciales actuales, esto es, de esos que ni siquiera se esfuerzan por ser, ante todo, películas, sino que centran todos sus esfuerzos en hacer sacar la mayor cantidad de pañuelos posible. Vale, pero una pena: los nombres involucrados podían haber dado para mucho, mucho más.

Tristeza pues, en especial por la parte de Reitman, quien le asesta un sonoro revés a su carrera pero sobre todo a su personalidad detrás de una cámara (o mejor, a manos de un guión): atrás quedan sus retratos sociales que no se asustaban ante temas de gran carga moral (una menor embaraza, la esclavitud laboral…), ni mucho menos en afrontarlos desde una perspectiva no exenta de humor. En esta ocasión todo se simplifica y se limita hasta lo bobo: una persona conoce a otra que tiene un pasado turbulento y por tanto un futuro poco halagador; más visto que el tebeo, pero con mucho margen para la maniobra, de haber querido recurrir a ella. Ya desde el principio queda claro, empero, que por ahí no irán los tiros y que si acaso, de hacer uso de algo será del piloto más descaradamente automático. Voz en off, planos largos y movimientos de cámara melosos, fotografía quemada y abuso de la contraluz… un manierismo de andar por casa del que a lo sumo, se puede extraer una introducción, que culmina con la presentación del personaje masculino, en clave de western como punto positivo. Buscan, Reitman y compañía, una gravedad emocional excesiva desde el principio, y asegura el tiro la banda sonora de un Rolfe Kent que pretende mantener el vilo al espectador con melodías expectantes que pueden alargarse en el tiempo hasta rebasar quince minutos de metraje. De locos.

Otro gran problema del film pasa por su propio desarrollo. Incapaz de (o desinteresado por) encontrar matices más profundos que rebasen la tragedia de un amor condenado y afectado por el síndrome de Estocolmo, y por tanto necesitado de chicha argumental, tarda poco en acompañar a la voz el off de flashbacks construidos a modo de puzzle que poco a poco van desgranando poco a poco un pasado, el de Brolin, que ya se intuía moderadamente injusto sin necesidad de tanto aspaviento. Simplicidad total y absoluta maquillada de complejidad desde un guión que yerra también sus intentonas de metáfora, burdas como ella sola: acaba cayendo en lo sonrojante la cantidad de minutos reservados a verles cocinar cual arcilla de Ghost. Normal que, a estos niveles, no haya atisbo de humor, de subtexto, de doble lectura. Todo en Una vida en tres días se destina a un drama que a cada minuto que pasa da un nuevo giro, baja un círculo más por ese infierno para el espectador más sensible, sin espacio para nada que no sea hundirle un poco más en la miseria. Y claro, al final, hasta una buena interpretación acaba pareciendo más una parodia que otra cosa: por muy estupenda que esté Kate Winslet (en un papel cercano al de Revolutionary Road, Juegos secretos o Descubriendo Nunca Jamás) uno acaba desesperado de su semblante apesadumbrado, tanto como de la pose de tipo duro rota por dentro de Josh Brolin, por no hablar de los menores que pululan por pantalla.

Tiene su público, no hay duda al respecto. Y a ese público se le recomienda encarecidamente el visionado del film. Al resto de mortales ojo, que por muy bien revestida que pueda parecer, esta película no dista demasiado de una tv-movie de aquellas que en el mejor de los casos no aportará nada al espectador (en el peor, mejor no saberlo)…
4/10

 

Y en el Blu-Ray…
Una cosa es la calidad de la película, y otra bien distinta la que ostenta en su edición doméstica. Paramount Pictures distribuye un Blu-Ray de calidad auditiva excelsa (Master DTS-HD 5.1 para el inglés, Dolby Digital Surround para sus doblajes) y visual que ídem: ni un solo pero puede achacársele a una alta definición que permite disfrutar de la fotografía quemada y el aspecto polvoriento, sudoroso, que pretenden director y responsable de fotografía.

Para rematar la faena, extras, en forma de un audiomentario de ellos dos junto al ayudante de dirección y coproductor, de un total de seis escenas eliminadas, y de Final del verano: Rodaje de Una vida en tres días, documental a modo de Cómo se hizo de casi media hora por la que pululan la mayoría de los involucrados en el proceso de creación de la cinta, siendo la primera de todos ellos la autora de la novela original. Más que satisfactorio para los fans.

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En diciembre de 2006 me dio por arrancar mi vida online por vía de un blog: lacasadeloshorrores. Empezó como blog de cine de terror, pero poco a poco se fue abriendo a otros géneros, formatos y autores. Más de una década después, por aquí seguimos, porque al final, ver películas y series es lo que mejor sé hacer (jeh) y me gusta hablar de ello. Como normalmente se tiende a hablar más de fútbol o de prensa rosa, necesito mantener en activo esta web para seguir dando rienda suelta a mis opiniones. Esperando recibir feedback, claro. Una película: Jurassic Park Una serie: Perdidos

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