VI Festival de Cine Fantástico Nocturna de Madrid: The Night Sitter, Heretiks, St. Agatha & Blood Fest
Comienza la VI edición del Festival de Cine Fantástico Nocturna de Madrid, un año más, prometiendo traernos buen cine de género, diversión a raudales, invitados de excepción, numerosas actividades paralelas y estrenos comerciales de lo más jugoso.
La primera jornada, pese a ser lunes, era un plato fuerte y de gran interés: el poder ver en pantalla grande La marca del hombre lobo de Enrique Eguiluz, la primera incursión en pantalla grande de nuestro internacional Paul Naschy como el famoso licántropo Waldemar Daninsky, 50 años después. Esta proyección se engloba dentro de un grupo de sesiones coordinadas por la Fundación SGAE y 8 Madrid Tv, con la intención de dar a conocer algunos de los grandes títulos del conocido como fantaterror español, surgido en el año 1968 y finalizado sobre el 75-76, con una producción de más de 200 títulos que gozaban del apoyo del público, no así de la crítica, y donde tenían cabida vampiros, hombres lobo, momias, fantasmas, demonios, asesinos en serie… Todo un caldo de cultivo para la imaginación, para fijarse en todo el terror pasado (Universal, Hammer, las filmografías de terror italianas y francesas…) con el fin de construir genuinas y oníricas pesadillas, no siempre con las mejores técnicas, medios y efectos, pero siempre con pasión e imágenes memorables.
Tras una interesante mesa redonda donde se debatió el significado del fantaterror, su auge y sus filmes más representativos, llegó el turno del visionado de La marca del hombre lobo, de la que Sergio Molina, hijo del malogrado Paul Naschy (Jacinto Molina en su nombre real), comentó que existía metraje no encontrado, escenas censuradas (una muy interesante en la cual la criatura llegaba bañada en sangre tras una salida nocturna “complicada” a una iglesia, donde se limpiaba con agua bendita) e incluso una versión en 3D que se había proyectado en un cine en Estados Unidos hacía poco.
Sin duda, una película de incalculable valor histórico y que supone la creación del mito peludo, pero que resulta bastante floja y risible vista hoy. No obstante, las apariciones del monstruo siguen siendo antológicas y hay un buen puñado de sangre pese al año de su estreno. En el filme conocemos a Waldemar, un estudiante de Leyes polaco que, tras ser mordido por un hombre lobo antepasado suyo, se empieza a transformar en el asesino de la luna llena por las noches, provocando matanzas y el terror en la zona. Para acabar con semejante maldición, un amigo y su amada le ayudan contactando con un doctor que años atrás estudió el extraño caso. Pero toma sorpresa cuando descubren que el científico y su esposa son dos vampiros que solo quieren aprovecharse de la situación. En definitiva, una película con multitud de errores, pero de fotografía intensa y muy entrañable.
Después se proyectó el mediometraje de un joven estadounidense de 20 años, fan fatale de la saga de Daninsky, titulado The Legend of El Hombre Lobo, que mezcla varios conceptos y personajes de la franquicia, para dar como resultado un pequeño filme lleno de referencias y mejor construido de lo que cabría esperar, pese a ser una obra amateur. Un filme realizado por un fanático en la actualidad, demostrando la influencia 50 años después de la creación de este personaje.
Ahora empieza con fuerza el certamen, con el esperado preestreno de La noche de Halloween. Que Carpenter nos conja confesados.
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Los viernes en los festivales suelen ser uno de los días grandes, de los que más platos fuertes incluyen su programación, antes de pasar a la recta final del fin de semana, cuando más afluencia suelen tener estos eventos.
Y así ha sido en Nocturna, un viernes cargado de títulos esperados y amparados por cineastas con obras muy interesantes en su curriculum. Pero algo ha fallado, tratándose al final de una jornada con filmes bastantes mediocres y olvidables en general.
The Night Sitter
La tarde dio el pistoletazo de salida con The Night Sitter, que en todo momento nos recuerda a la reciente The Babysitter de Netflix, de la cual copia su idea, personajes y maneras, sin llegar a la diversión y excelencia de esta. En ella, una canguro se hace cargo de dos niños durante una noche, pero su único propósito es robar en la casa, cuyo propietario se dedica a presentar programas de televisión sobre lo paranormal. No obstante, todo se irá al garete cuando se tengan que enfrentar a tres brujas, cuya maldición se ha desatado en la propia vivienda, y cuyo objetivo es desangrar a los niños que encuentren en su camino.
Con un juego de colores que parece realizado con focos de las verbenas del pueblo, el filme adolece de falta de ideas y se intenta basar en la fuerza de sus personajes, aunque no todos son interesantes ni están bien desarrollados. Su comedia negra no termina de encontrar el camino, aunque algunos chistes funcionen, y el terror desplegado no asusta ni sirve para crear una rica atmósfera, cuando tenía todos los ingredientes necesarios. No hay sido la peor manera de comenzar la tarde, aunque sí ha resultado una elección bastante soporífera.
★★
Heretiks
Heretiks venía precedida por el éxito de su director con anteriores largometrajes, como la estupenda Howl o la popular en festivales The Seasoning House. Incluso director y productora fueron a presentar la cinta, destacando sus efectos especiales y las ganas que tenían de presentarla ante el madrileño público del Nocturna. Pero desgraciadamente, ha sido pura decepción, cargada de clichés, con un presupuesto pequeño que se nota en todos los aspectos, un diseño de producción aburrido, unos efectos digitales que cantan La Mandanga y un ritmo algo pesado en ciertos momentos.
Cuenta la historia de una joven que, a comienzos del Siglo XVII, puede ver a los muertos e interactuar con ellos, razón por la que se le condena a la hoguera. Pero un grupo de monjas le conceden asilo en su residencia para evitar la sentencia, aunque será peor el remedio que la enfermedad, ya que un oscuro secreto se esconde en sus paredes y las monjas empiezan a suicidarse en extrañas circunstancias, todas relacionadas con un suceso del pasado en el lugar.
El director del festival, Sergio Molina, presentó la película destacando que se trata de una obra que bebe de los clásicos, pero su loquísimo final delata que Hyett no lo tenía tan claro. Una pena, la verdad, aunque a este director le seguiremos otorgando más oportunidades, sin duda, porque en la película vemos mucho más potencial del extraído en el resultado final.
★★1/2
St. Agatha
St. Agatha era otro título más o menos esperado en esta sexta edición del Festival Nocturna, al estar dirigida por Darren Lynn Bousman, cineasta de varias secuelas de la saga Saw, Repo! The Genetic Opera o 11/11/11. Un director con mucha trayectoria, pero sin ningún título demasiado rescatable. Y St. Agatha tampoco va a ser el gran título de su carrera, pero sí fue lo mejor del día.
A finales de los años 50, una joven maltratada por su padre, sin dinero y que se queda embarazada, es aceptada en una especie de residencia de monjas que ayudan a jóvenes embarazadas con problemas económicos, para que puedan dar a luz sin obstáculos en el camino. Pero esas monjas no tienen tan buenas intenciones como parece, sino que quieren a los vástagos de las muchachas para propósitos oscuros.
Pese a una realización muy televisiva y alargarse en demasía, los flashbacks, donde se nos muestra el pasado de la chica protagonista, y la maldad de las monjas, salvan esta cinta de la quema. Un título interesante y con una idea argumental mucho más macabra de lo que puede parecer a simple vista. A destacar también el buen hacer de su elenco actoral.
★★★1/2
Blood Fest
Había ganas (aunque también algo de sueño) por ver qué nos deparaba Blood Fest, que parte de una premisa loca pero genial: un director de cine de terror decide crear un parque temático para proyectar cientos de filmes del género, el sueño húmedo de todo fan, sin duda. Un joven y su pandilla de amigos, adictos a este tipo de películas, no dudan en acudir, aunque pronto se arrepentirán cuando descubran que los actores son auténticos asesinos, y se tendrán que enfrentar a vampiros, zombies u hombres lobo, todo con explicación científica mediante.
Aunque el filme es divertido y comparte nuestra pasión por el cine de miedo, donde las referencias al género y sus obras maestras son constantes, resulta una obra algo floja, aunque es perfecta para una sesión vibrante de medianoche. Y no escatima en sangre ni en violencia hacia jóvenes, que eso siempre se agradece.
★★1/2
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La tarde en Madrid estaba siendo oscura, gris y lluviosa, perfecto símil de nuestros adentros al saber que está a punto de cerrarse la sexta edición del Nocturna, posiblemente la mejor en calidad de títulos y organización, así como en su trato a los medios de prensa, todo muy de agradecer.
Pero hay que acudir al cine con una sonrisa en el rostro y una canción en el corazón, así que vamos dispuestos a emocionarnos con Please Stand By, una feel good movie con muy poco de fantástico, como ya avisó el director del certamen en su presentación.
Please Stand By
En ella, una joven autista (Dakota Fanning) escribe un guión para un concurso de la saga de cine galáctica Star Trek. Ingresada en un centro de asistencia, debe escapar y viajar hasta Los Angeles ella sola si no quiere saltarse el plazo de dicho concurso. Por el camino se encontrará a todo tipo de personajes, buenos y malos, mientras la encargada de su residencia y su hermana mayor la buscan a la desesperada. Un filme simpático y bello, que busca sacarte la lágrima, y que pese a no tener una excesiva relación con la temática principal del festival, se agradece, por sus buenas interpretaciones, sus notas de humor, y por lo entretenida y rápida que resulta.
★★★1/2
El muñeco diabólico
Le tocaba el turno a uno de nuestros psicópatas favoritos, todo un icono del cine de terror que se ha metido en nuestras vidas de lleno, porque ¿quién no ha llamado alguna vez Chucky a algún niño pequeño muy trasto o comparado con el Muñeco diabólico a cualquier juguete con mala pinta? Le tocaba el turno a la proyección conmemorativa, treinta años después, del primer Muñeco diabólico (Child’s Play en su título original, que daba también juego al eliminar pistas sobre el auténtico asesino del filme).
Don Mancini, guionista de todas las secuelas y director de las tres últimas, además de creador del famoso «moñeco» presentó el filme con bonitas palabras hacia Madrid, sus paisajes y su gente, haciendo además referencia a los dos Chuckys de carne y hueso que se pueden ver en la Puerta del Sol haciendo de las suyas. Se mostró emocionado por la fuerza de su personaje tres décadas después y agradeció a todo el público su presencia.
No desvelo mucho si cuento que el filme de 1988, dirigido por Tom Holland, cuenta la historia de un asesino llamado Charles Lee Ray y apodado Chucky, que gracias a la magia que le ha enseñado un santero, logra introducir su espíritu en un muñeco de la cadena Good Guys, cuando un policía le ha malherido y está a punto de darle caza. Dicho muñeco acaba dando con sus huesos en la casa del pequeño Andy, convirtiendo su vida en un infierno y dando matarile a aquellos que acabaron con él o le traicionaron.
Un clásico ochentero que guarda menos comedia de la que creemos, envejece perfectamente y supone el inicio de una saga que continúa hasta nuestros días con gran vitalidad y unas ideas locas pero eficaces. Larga vida a Chucky, el regalo para estas Navidades.
★★★★1/2
The Ranger
Tras la loquísima proyección de Mandy, de la que hablo en otro artículo, la última sesión, la más golfilla de todas, fue a parar a The Ranger, un mediocre slasher con un muy escaso ratio de muertes, que tiene un buen punto de partido, recordando a la maravillosa The Green Room, pero hasta ahí las comparaciones: una banda de punk acaba en una casa en el campo en mitad de un parque natural protegido, donde una de las chicas del grupo pasaba su infancia junto a su tío. Los chicos están siendo perseguidos por la policía tras el asesinato de un agente, y una vez se creen a salvo acaban topando con un desquiciado Ranger que la protagonista conocía en su infancia, y que aboga por el respeto de las normas a punta de rifle.
Como decía, una película de asesino sin máscara que resulta soporífera, tiene un ritmo penoso y tarda mucho en arrancar. Un último filme nada destacable, pero que no logra empañar el buen hacer de un festival tan delicioso y bien organizado como el Nocturna. Esperamos volver a aullar a Cthulhu en 2019.
★
Dos de las mejores películas que han pasado por el Festival de Cine Fantástico Nocturna de Madrid, sin duda, han sido Ghostland de Pascal Laugier, y What Keeps You Alive de Colin Minihan, ya sea por su crudeza, lo extrañas que puedan resultar o un soplo de aire fresco dentro del cine de terror mainstream norteamericano (ambos títulos son canadienses, igual hay que mirar hacia más al Norte, como hace Nicolas Cage). Ambas películas provocan sentimientos encontrados al debatir sobre ellas, pero resulta estimulante que así sea y que se trate de dos cintas bien realizadas e interpretadas.
A ambos cineastas les esperamos con ansias en próximos festivales. Y por favor, también en salas comerciales, ya que sus obras están muy por encima de la media en el género que nos ocupa.