garth marenghi s darkplace

Garth Marenghi’s Darkplace

I’m Garth Marenghi. Author, dreamweaver, visionary… plus actor. You are about to enter the world of my imagination. You are entering my Darkplace.

Nadie con dos dedos de frente podría tomarse en serio estas palabras, pero es que nadie con dos dedos de frente parece ser quien está detrás de ellas.

Garth Marenghi, autor de bestsellers terroríficos de a kilo, especie de sosias de los Stephen King de este mundo, absoluto ególatra, millonario por chiripa y delusional profesional.

La historia va como sigue: la cadena británica Channel 4 encargó a Marenghi que escribiera una serie basada en su mundo literario e iconográfico personal para aderezar las noches de una época perdida en la memoria, allá por los años ochenta. La ficción televisiva de corte fantástico danzaba constantemente en la línea que separa la imaginación desbordada de la directa chapuza.

Marenghi contó con la ayuda de su editor, amigo y confidente, Dean Learner y ambos pusieron en marcha «Garth Marenghi’s Darkplace», thriller sobrenatural sobre los avatares paranormales del doctor Rick Dagless, protagonista absoluto y héroe de la medicina y todo eso de los más allás, papel que además interpretaba el propio Marenghi.

Dagless era secundado por el doctor Lucien Sanchez (Todd Rivers) y la doctora Liz Asher (Madeleine Wool), latin lover y mujer florero respectivamente, y por Thornton Reed, el director del hospital interpretado por el mismo Dean Learner.

Resulta que Channel 4 quedó horrorizada ante el producto y con la diplomática excusa de «no tener espacio en la parrilla» despachó a Marenghi y Learner y no llegó a emitir la serie jamás, que quedó condenada a la noche de los tiempos sin que nadie hubiera podido verla jamás.

Hasta que el señor Marenghi ha decidido, 20 años después, rescatarla de su archivo personal en las mazmorras de su propia mansión para mostrarla al público, que será testigo una vez más que los grandes genios a menudo son ignorados.

La cosa se complica.

Porque en el fondo todo es una gran estafa, una enorme broma metatelevisiva orquestada en 2004 por dos freaks del humor británico. Matthew Holness como Marenghi y Richard Ayoade (el Moss de «IT Crowd») como Learner (mas Matt Berry, otro monstruo -también en «IT Crowd»- en el papel de Todd Rivers/Dr. Sanchez) se montan un juego iconoclasta, salvaje y post-todo a costa de las teleseries de bajo presupuesto de los años ochenta.

De modo parecido a lo que hicieron Tarantino y Rodriguez en su «Grindhouse», para entendernos, «Darkplace» busca el error, la chapuza, lo cutre de una material anticuado y desgastado para que nos traguemos sin reproches la ineptitud de sus supuestos creadores.

Y la recreación es perfecta. Desternillante, hilarantemente perfecta. Atención al arsenal de recursos que esgrimen estos señores: desde reencuadres de urgencia y sin segundas tomas hasta músicas sintéticas, efectos sonoros demodés, maquillajes patilleros, errores de continuidad a tutiplén, diálogos postizos, decorados casposos, planos de recurso repetidos hasta la saciedad, sonorización de baratija, voces mal redobladas, actores que miran a cámara y demás. Amén de mandar deliberadamente al garete toda lógica narrativa y credibilidad.

Perdonadme lo directo, pero descojone a cada plano.

Así que el juego es múltiple, las capas narrativas son varias: por un lado tenemos a una caterva de personajes aparentemente reales (Marenghi, Learner, Rivers) que sueltan declaraciones al más puro estilo mockumentary en un decorado que hipotéticamente se preparó para unas entrevistas previas a la recuperación de la serie. En ese plano, los personajes tienen vida propia: Marenghi es el escritor exitoso pero de nula calidad literaria (aunque él ni lo sepa); Learner es un editor ricachón con una oscura vida personal (se le intuyen líos de faldas relacionados con la justicia; no queráis saber); Rivers es un actor de éxito en culebrones de pacotilla; y Wool es una actriz de tercera que murió en extrañas circunstancias (de hecho, no aparece haciendo declaraciones).

Y luego hay otro plano, el de la propia serie, que no deja de ser la excusa para dar sentido a todo el montaje desmitificador. De modo que al final en «Darkplace» es casi más importante la forma que el fondo.

Y con todo esto, se produce una salvaje hibridación de géneros en los que se conjuga la ficción televisiva de corte terrorífico, el drama médico más de baratija, y el documental tipo making of.

Un delirio en el que nadie se atreva a buscar trazas del humor británico más elegante. Ese que tiene como referente «Yes, Minister», por ejemplo. Quitad, quitad, «Darkplace» (además de sudor rancio) transpira mucho de la comedia televisiva más guarra, la de «The Young Ones», «La pareja basura» o las animaladas de Hale & Pace, y gustará más que a nadie a los fans de todo lo que huela a serie Z destroyer. En realidad, puestos a buscar paralelismos con productos pretéritos, casi podría emparentarse con aquella ficción australiana sobre un hospital desquiciado llamada «Deja la sangre correr». Era descaharrante también, si me preguntáis.

En cualquier caso, «Darkplace» es una serie muy británica, capitaneada por un personaje patético, un mindundi con pátina de trascendentalismo de churrería, grasiento y rancio. Un médico, héroe de mierda que soluciona todos los casos y salva a la humanidad cada día y después se marca un ceñudo monólogo introspectivo, un tipo frío y resolutivo pero con un corazón de oro bajo la carcasa de hombre duro. Claro, «Darkplace» practica esa sistemática destrucción del don nadie con delirios de grandeza tan querida por la televisión británica.

Y por el camino homenajea por la vía burra al terror ochentero de baja estofa, al gore barato de garrafa y a los productos fantásticos, ya sea con demonios, monstruos, mutantes o espíritus.

Más tarde, para colmo, se dio una expansión al universo Marenghi en otra absurdidad delirante perpetrada por el dúo Ayoade/Holness, spinoff directo de «Darkplace»: El complejo de Dios de Dean Learner lo llevaba a montarse su propio supuesto talk show trasnochado. En «Man to Man, with Dean Learner» entrevistaba a una serie de personajes, siempre interpretados por Holness, el primero de los cuales era el propio Marenghi. Nueva vuelta de tuerca y expansión de la onda corrosiva: aquí les tocaba recibir a los programas de entrevistas y de paso al lujo televisivo más rancio.

Pero otro día podemos hablar de «Man to Man».

De momento, quedaos con «Darkplace», que le haréis una putada a vuestras arterias.

Aviso: consumir a cucharaditas, que tanto sebo empacha. Ya es la idea.

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Xavi Roldan empezó la aventura casahorrorífica al poco de que el blog tuviera vida. Su primera crítica fue de una película de Almodóvar. Y de ahí, empezó a generar especiales (Series Geek, Fantaterror español, cine gruesome...), a reseñar películas en profundidad... en definitiva, a darle a La casa el toque de excelencia que un licenciado en materia, con mil y un proyectos profesionales y personales vinculados a la escritura de guiones, puede otorgar. Una película: Cuentos de Tokio Una serie: Seinfeld

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Comentarios

  1. Esta serie es enorme, una pena que solo sean 6 capis, pero por otra parte, quizás el estirarla más le hubiera hecho bajar la calidad y volverse repetitiva como suele pasar.
    Con cosas como el momento fallo de racord en el que sale en la misma escena con hasta 3 cosas en la mano, el cámara a un lado grabando, me partía de risa. Y desde luego dio un nuevo significado al concepto de becario ^^ .

  2. Jaja, creía que en La Casa éramos los únicos que nos habíamos deleitado alguna vez con las bondades del buen Garth Marenghi… juas, realmente eres una Perra Verde.

    Pero sí, yo creo que le sienta mejor el formato miniatura de 6 episodios, que si no ya habría sido estirar demasiado la broma…

    De todos modos, si te quedas con ganas, prueba con eso de "Man to Man with Dean Learner", que no es tan rematadamente bueno, pero sigue teniendo su qué

    Abrazos!

  3. Sin palabras. Gracias por descubrir-me esta enfermiza serie. Solo llevo 2 episodios seguidos pero ya tengo el cerebro liquado y con ganas de una nueva dosis de turmix. Una pena que cueste encontrarla subtitulada.
    Saludos desde el lugar oscuro de Garth Marenghi.

  4. XD

    Un placer, siempre es agradable contribuir a la destrucción masiva de sentidos comunes…

    Gracias por tus palabras y… duro con la caspa!

    Saludos :D

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