Películas de gore extremo
Todo cinéfilo lleva un masoquista dentro. No, demasiado pretencioso y probablemente incierto. Todo cinéfilo habitante de La Casa de los Horrores lleva un masoquista dentro.
Así está mejor.
Sí, amigos, esta página no abandona su condición de «familiar», pero a partir de ahora ya será sólo porque los que la poblamos somos como una familia. Y es que hemos decidido devolver los Horrores a La Casa, aunque sea durante un rato.
Lo chungo se instala por estos lares, porque nuestra relamida cinefilia de filmoteca, esa que dice adorar a Bergman sobre todas las cosas y que tiene a Yasujiro Ozu por un semidiós, (demasiado) a menudo necesita encontrar salidas a su latente sed de sangre, menudillos, ojos sacados por cucharas y a su enferma curiosidad por lo malsano y lo desequilibrado. Es una constante búsqueda de los límites de la asquerosidad audiovisual, a medio paso de la ilegalidad, SIEMPRE desde el punto de vista de la ficción, que finalmente ha encontrado su lugar: «Gruesome» es una nueva sección casera no apta para casi nadie, donde tendrán cabida las películas gore extremo. Las más enfermas, extremas, grotescas y desagradables que uno pueda echarse a la cara. Y lo de «no apta para casi nadie» va en serio: dudamos de ser capaces nosotros mismos de darle demasiada continuidad, habida cuenta de las cosas que por ahí se encuentran. Pero prometemos intentarlo.
Y conste que con todo esto no queremos hacer una reflexión profunda de ninguna clase, ni sobre los límites del arte, ni sobre la violencia en la mirada del espectador, ni sobre la ética del audiovisual ni nada por el estilo; sólo reseñar un puñado de películas que, en nuestra opinión, desafían en mucho la cordura, el buen gusto y la correcta digestión.
Así que avisados quedáis, leedlo antes de desayunar.
Ojo: gore, cine extremo, desagradable… pero dentro de la legalidad
Nos parece una obviedad esta aclaración, pero vaya a ser que entre gente buscando lo que no es. Todo lo que se leerá en esta sección será desagradable en invitará a replantearse el amor por el séptimo arte. De verdad que las salvajadas vistas en alguna de las películas que conforman esta sección tienen difícil parangón. Pero en ningún momento se caerá al terreno de lo ilegal. Vamos, que si buscas snuff o similar, ya puedes ir saliendo. Si quieres déjanos un comentario antes y así ayudamos un poco a limpiar el mundo de gente chunga, pero poco más. Nos gusta ponernos a prueba a nosotros mismos y a nuestros estómagos, delante de una pantalla, pero no estamos para que nos encierren, ni tenemos intención alguna de que eso ocurra.