The Jetsons
¿O es que os creíais que «Futurama» fue la primera? De eso nada, como en tantos otros ejemplos en el fascinante, dulce mundo de la animación, «abandonad toda esperanza de originalidad: Hanna-Barbera ya lo habían hecho antes».
Estoy hablando de una comedia animada ambientada en un mundo futuro hipotéticamente, sólo hipotéticamente, utópico. Los «Jetsons» («Los Supersónicos», como se prefiera), llegaron a las pantallas dominicales de la ABC ¡y en color! como lógica respuesta-continuación al megaexitazo «Los Picapiedra», que en aquellas épocas aún seguían en antena. Es cierto que George Jetson y clan no gozaron de la desmesurada popularidad que sí conocieron los de Piedradura, pero sí se convirtieron en un icono más de una productora que iba sobrada de ellos. Que levante la mano quien no haya oído hablar de Scooby Doo, de Maguila Gorila, del Oso Yogi o de Don Gato, pero antes que salga del agujero en el que ha estado metido los últimos 50 años.
Total, que de toda tropa de esas características siempre uno le acaba cogiendo un especial cariño a alguno de los elementos que la pueblan. A mí de los Looney Tunes me gustaba la mofeta Pepe; de Disney, Donald cuando era más cabrón; del Tex Avery época MGM, Droopy; y de Hanna-Barbera, pues eso, los Jetsons.
¿Y cómo no sentir debilidad por ellos? Era una sitcom, como «Las chicas de oro», como «Alf» (eso es lo que veía un servidor en esas épocas), lo cual ya molaba. Pero además transcurría en el futuro (concretamente en 2062), como en las películas de «Star Trek» y de «La guerra de las galaxias». Solo que con mucha más coña, como «La loca historia de las galaxias». Lo mejor de cada casa, vamos.
Luego, posteriormente uno se daría cuenta de que sus delirios futuristas y sus arranques irónicos no estarían demasiado lejos de la sorna de Tati y sus «familias perfectas en mundos modernos», o del cachondeo fantacientífico que más tarde seguiría cultivando Douglas Adams. Y ya a lo kamikaze referencial podríamos unir su brillante temporada original al corpus literario distópico que todos conocemos (Orwell, Huxley y demás). ¿Por qué no?
Sea como fuere, los primeros «Jetsons» conocieron una única temporada allá por los sesenta, (de setiembre de 1962 a marzo de 1963) con el regustillo del «American Way of Life» aún en boca de todos. La idea era aplicar los mismos principios que «Los Picapiedra» solo que varios milenios en el futuro. Es decir, familia «tipo» (padre, George; madre; Jane; hijo, Elroy; hija, Judy; perro, Astro; más asistenta, la automática Rosie) viviendo en una absoluta cotidianidad, con problemas parecidos a los nuestros pero sacando el máximo jugo al entorno. En este caso, infinidad de triquiñuelas mecánicas, utilitarios en forma de nave espacial, back packs, robots, extraterrestres y así.
Delicia de ciencia ficción para las masas, futurismo convertido en la rutina de la familia en cuestión: George obligado por su indeseable jefe a probarse un traje revolucionario, Elroy, pequeño geniecillo en potencia, enrolándose en unos boy scouts espaciales, Jane metiéndose en un concurso Miss Sistema Solar. Y así durante 24 episodios que no bajaron en ningún momento el nivel de ingenio, el tono de cotidianía surrealista ni, clásico entre los clásicos, el constante humor cartoon de batacazo, carrera y golpes varios.
Pero no sólo. Citaba a Tati. No sé si es gratuito o no, igual sí. Pero también es cierto que, como el geniecillo francés, los responsables de «Los Jetson» tenían entre ceja y ceja una consigna muy clara: el humor surge del gag visual, bien, pero nunca hay que despreciar el poder cómico del sonido. De modo que a aquella divertida musiquilla incidental tan como de estar por casa (domótica) se unía una sinfonía de ruidillos, efectos sonoros, pops, crunchs, beeps y ticks, contribuyendo al ambiente definitivo de inocencia retrofuturista, el producto visionario más naïf de la historia.
Y un festín humorístico de altura.
En fin, comentaba que el éxito de «The Jetsons» no fue tan arrollador como el de sus abuelos prehistóricos, pero su popularidad se ha ido manteniendo a lo largo de casi 50 años que han visto la comercialización de cómics, videojuegos, merchandising variado y hasta nuevas temporadas (en los años 80) y varias películas animadas, crossover con Los Picapiedra incluído.
A mí me da igual. La idolatraría de todos modos. Yo y cualquier amante de la ciencia ficción menos ortodoxa que no tenga demasiados prejuicios: absténganse talibanes de los preceptos asimovianos. Todos los demás, a amar y poner en su justo pedestal (flotante) a George, Jane, Elroy, Judy, Astro y Rosie.
Que se lo merecen, demonios.
¡Yo la veía! No sé si en valenciano o en castellano, pero me gustaba bastante (sobre todo como se desplazaban y tal). Qué tiempos aquellos.
Aunque la verdad, es que ni siquiera sabía el nombre -.-
Pues ahí lo tienes. ¡"Los Supesónicos"!
Jejeje… me alegro de rescatar recuerdos y entrañabilismos
¡Saludos!
GRANDES, Bluto, GRANDES!
Dejaron un enorme legado en el mundo de la animación que, afortunadamente, sigue presente hoy día, 60 años después.
Que sepas que, como seguidor ferviente del universo de Hanna/Barbera, me rindo a tus pies por dedicar esta entrada-homenaje a unos señores que nos regalaron un puñado de personajes a cada cual más entrañable y carismáticos. Tanto que cuesta creer que no se haya vuelto a repetir.
P.D. Yo también adoro a Donald
Jeje, garcias por los parabienes, Zack y por el comentario: que sepas que acabas de clavar el último clavo de tu… retrato de "Lector del Año de La Casa". Que te lo has ganao.
Los Hanna-Barbera fueron grandes hasta el final, y en varias ocasiones hasta muy grandes y sí, crearon ese universo propio de personajes ultraentrañables. Respecto a eso de que "no se ha vuelto a repetir" planteo… ¿estarán Pixar en el camino de algo parecido?
Saludos, compañero inagotable de frikismos (así es como lo llaman ellos, a mí me parece "ser normal" ¿a que sí…? ea, pues eso)
Otro más que se apunta al aplauso ante esta entrada de las series de culto.
Hanna/Barbera, que gran casa con tantos personajes por los que no pasa el tiempo.
A mi tambien me encantaba esta familia del futuro.Yo creo que la vi de peque en TV3 y aunque no la he vuelto a ver, me gustaba mucho más que los Picapiedra.
"Bluto", creo que no andas desencaminado cuando mencionas a "Pixar" como la posible sucesora en cuanto a crear personajes animados y carismaticos.¿Alguien puede mencionar algun estudio de animación que tenga más de un personaje destacable?.Creo que no,jeje.
Saludos
Apuntado, Ash!
Y convenientemente anotado las adhesiones que despertaba esta serie, mito entre los mitos de los sábados matutinos…
Y yo creía que la gente se acordaría más de Pedro, Pablo y compañía…
¡Saludos a todos!