Lo mejor de marzo, 2023
Una selección casera. Destacamos lo mejor del mes de entre todo lo que hemos visto, leído y jugado, a razón de un título por categoría. Ha habido más y casi tan bueno pero, a nuestro juicio, nada mejor en los últimos 30 días que estas cinco perlas:
La mejor película de marzo: Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly, de Alice Diop
No podía ser más contundente el debut en la ficción de la esencial Alice Diop, un abrasivo y silencioso drama basado en el caso real del juicio a una madre que dejó morir a su hija. Tampoco podría ser más intenso, doloroso, elegante y rico en reflexiones. Desde una estudiada distancia radiológica y un posicionamiento de radical honestidad ética, narrativa y expositiva Diop lanza dardos hacia el concepto de maternidad más o menos convencional, lo monstruoso de unos actos inexplicables y el posicionamiento y percepción social sobre la mujer negra en la Europa contemporánea. Una película necesaria e impecable en absolutamente todo lo que propone.
La mejor serie de marzo: The Last of Us – Temporada 1 (HBO)
Todas las miradas del submundo gamer estaban puestas aquí. Todo el mundo permanecía expectante desde que se anunció. Con la primera temporada ya sentenciada nos atrevemos a decir que la adaptación del totémico videojuego de Naughty Dog que se han marcado Craig Mazin y Neil Druckmann podría haber pulverizado cualquier expectativa. No es sólo la mejor adaptación jamás lograda de un medio al otro, es, en sí misma, un producto sobresaliente en todas sus facetas: irreprochable en lo formal, exquisita en el guion, valiente en lo temático. Está cuidadísima hasta el último detalle, es humana hasta el quiebro emocional y tiene al frente a uno de los dúos más poderosos de la ficciones postapocalípticas, Joel y Ellie, interpretados por dos actores espléndidos, Pedro Pascal y Bella Ramsey. Así sí.
Lee nuestra crítica de The Last of Us (Piloto)
El mejor libro de marzo: El retrato de casada, de Maggie O’Farrell (Asteroide)
No podía ser de otra manera: Maggie O’Farrell no podía publicar un nuevo libro y que la noticia pasase desapercibida. Con El retrato de casada, la irlandesa vuelve a calarnos hondo con otra ficción histórica, esta vez centrada en la figura de Lucrezia De Medici. Nos lleva pues a la Florencia del siglo XVI, con la acostumbrada exquisitez formal que se traduce en una lectura bella y riquísima en descripciones; y desde ahí nos agarra por el pescuezo, poniendo en evidencia los males endémicos del patriarcado por vía de una historia de mujeres injustamente invisibles, silenciadas e ignoradas. Una historia de antes, sí, pero fácilmente extrapolable a los días que corren confirmando que, ay, aún nos queda mucho. Otra maravilla formal, otra historia arrebatadora de impacto que deja cicatriz. En definitiva, otra obra maestra.
Lee nuestra reseña de El retrato de casada, de Maggie O’Farrell
El mejor cómic de marzo: Aquí hay avería, de Lorenzo Montatore (ECC)
María Medem, Ana Galvañ, Nadia Hafid, Genie Espinosa. No se me ocurren muchos nombres más que puedan rivalizar con el de Lorenzo Montatore en una hipotética lista sobre les autores más rabiosamente úniques de nuestro panorama comiquero actual. Con Aquí hay avería, la trágica historia del compulsivo Viti, no hace sino refrescar su envidiable posición autoral perfeccionando su discurso y añadiéndole una capa de fascinación irresistible: nunca antes había resultado tan absorbente como en esta historia, oscura y psicodélica, de drogotismo (la adictiva abismina) y posterior síndrome de desenganche, de inspiración y desinspiración, artística y vital. Un amargo retrato de la depresión y la soledad cuyo mensaje se engarza con su planteamiento estético pop deudor, como siempre, de Bruguera, el cartoon clásico y Super Mario.
El mejor videojuego de marzo: Resident Evil 4 Remake (PC, familia PlayStation, familia XBox)
Capcom, la mejor Capcom que hemos visto en años, sigue marcando músculo. Tras los felices remakes de Resident Evil 2 y 3 ahora se ha atrevido con otra vaca sagrada, una cuarta entrega que en su momento ya fue referencial y hoy es capaz de mantener erguida su propia leyenda. Y bueno, hay aquí algunas fricciones jugables y narrativas, pero lo cierto es que en todo lo demás este Resident Evil 4 es una auténtica pieza de irresistible entretenimiento digital. Un imparable terremoto jugable divertidísimo, aterrador y desafiante que evoca el descerebre de tiempos pasados mientras muestra una inteligencia suma para adaptarlos a nuestras sensibilidades gamer contemporáneas. ¿Reciclaje? Sí. ¿Tremendo melocotonazo? También.