Lo mejor de octubre
Una selección casera. Destacamos lo mejor del mes de entre todo lo que hemos visto, leído y jugado, a razón de un título por categoría. Ha habido más y casi tan bueno pero, a nuestro juicio, nada mejor en los últimos 30 días que estas cinco perlas:
La mejor película de octubre: La leyenda del Rey Cangrejo, de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis
De la Italia rural de finales del XIX a la severa Tierra del Fuego esta especie de ficción que quiere parecer un documental sin huir de poderosos mecanismos de género plantea la vida de su enigmático protagonista como una enorme migración, una aventura introspectiva hacia la propia redención. Minería emocional, folklore italiano, fatalidad, realismo mágico bien entendido y esencia de western setentero colisionan en esta muestra de cine atávico donde la desnudez es estilo. Una búsqueda metafórica de El Dorado en la que la muerte parece estar viva y en la que el silencio grita más que las palabras.
La mejor serie de octubre: She-Hulk. Abogada Hulka – Temporada 1 (Disney+)
Fulminada en Twitter, convertida en punching-ball de trolls e incels, despreciada por intrascendente por los más intensitos fans del género superheroico, convertida en pequeño hazmerreír en la comunidad. Todos ellos podrían ser motivos suficientes como para coger ya de entrada cierta simpatía al último televisivo de Marvel. Pero Hulka guarda bastante más en su musculoso corazoncito verde. No sólo una ligereza refrescante y un carisma irresistible (gran parte de él, propiedad de Tatiana Maslany) sino también un puñado de interesantes reflexiones sobre la posición de la mujer urbanita contemporánea: las varias caras que se ve obligada a adoptar en el entorno laboral, la exposición continua al escrutinio masculino y la tiranía de la imagen. Hulka ha puesto su dardo en la masculinidad frágil y ha pinchado bastantes culos.
El mejor libro de octubre: El mar de la tranquilidad, de Emily St. John Mandel (Ático de los libros)
Qué mano tiene Mandel para la ciencia ficción. Para insertar sus códigos en una narración naturalista. Y para combinar tonos y sugerir sutiles reflexiones sobre el deseo, la responsabilidad, el exilio o la predestinación. Su más reciente obra es espejo de todo eso y prueba de la agilidad narrativa de la canadiense. Un puzle que empieza como un muestrario de piezas dispersas, interconectadas por un elemento mínimo pero poderoso, pero que terminan encajando en una historia que no sólo plantea una aproximación interesante al género sino que también dibuja un protagonista memorable que articula todas esas cuestiones que le otorgan espesura filosófica.
El mejor cómic de octubre: Escucha, hermosa Márcia, de Marcello Quintanilha (Astiberri)
Por si el prestigio que ya acumula Marcello Quintanilha no fuera suficiente, el Fauve d’Or, máxima distinción del festival de Angoulême, garantiza palabras de entusiasmo para su última obra: Escucha, hermosa Márcia, es un tebeo exquisito. Una visión íntima pero expansiva hacia una familia de clase obrera en el Brasil contemporáneo de las favelas y la delincuencia callejera descrita con audacia, crudeza y esperanza. Expresada con un infinito cuidado hacia sus personajes -su trío protagónico es memorable en sus descripciones individuales y sus dinámicas grupales- y mostrada con un trazo vivaz que se acompaña de una vibrante paleta de colores. Espectacular en todos sus apartados.
El mejor videojuego de octubre: Bayonetta 3 (Switch)
Parece increíble y seguimos intentando asumirlo, pero siendo sinceros hay algo que incluso ha superado el impacto de finalmente tener con nosotros, después de tantos años, el nuevo Bayonetta. Y eso es el propio juego. Hype pulverizado. Cereza ha vuelto más a lo bestia que nunca, generando nuevas capas jugables, coqueteando con los multiversos e inyectando inéditas cotas de asombro (e hibridación de géneros) a su fórmula hack’n’slash, de la que Hideki Kamiya y los suyos son indiscutibles reyes. Bayonetta 3 es una escalada de disfrute, un chorrazo de nuevas ideas y un portento de ingeniería jugable que vuelve a colocar a Platinum Games en el cielo del que nunca (y lamentablemente lo han hecho varias veces) debieron descender.