Lo mejor de octubre, 2023
Una selección casera. Destacamos lo mejor del mes de entre todo lo que hemos visto, leído y jugado, a razón de un título por categoría. Ha habido más y casi tan bueno pero, a nuestro juicio, nada mejor en los últimos 30 días que estas cinco perlas:
La mejor película de octubre: El chico y la garza, de Hayao Miyazaki
Con la permanente amenaza de jubilación encima, cada (raro) estreno del maestro del anime se nos revela como una especie de última ocasión. Especialmente porque cada una de estas películas por un lado reafirma de nuevo el estatus de quien lleva años siendo un cineasta esencial y por el otro aparenta ser la culminación de su arte. Es el caso de El chico y la garza que, sin ser su mejor obra, sí parece la definitiva en tanto que refleja la extrema depuración artística y temática del Studio Ghibli mientras que ejerce de compendio de todas sus bondades. También de varios de sus temas y motivos habituales: los lazos familiares como ancla espiritual, el paso a la edad adulta en un tránsito que implica cruzar un umbral mágico, la conexión casi ecologista del ser humano con la naturaleza, la aceptación de la muerte como algo que debe motivar la propia experiencia vital. Todo esto está en una película extremadamente sensible, exquisita y un pelín caótica de más, que entronca con El viaje de Chihiro y le sirve como deliciosa revisión.
Lee nuestra crítica de El chico y la garza
La mejor serie de octubre: Nuestra bandera significa muerte – Temporada 2 (HBO Max)
Más aventuras piratiles de nuestra panda preferida de zarrapastrosos queer. Ya está. Esto podría ser todo lo que tenemos que decir. No necesitábamos más que eso, una nueva ración chiflada de caos, muerte, destrucción, amor y buen rollo LGBTIQ+. Y esto es justo lo que nos han dado Stede, Barbanegra y compañía. Una colección de capítulos que han aportado novedades (la presencia algo disparatada de otra bucanera de renombre histórico, Zheng Yi Sao), que han puesto a sus personajes en una situación casi introspectiva, de búsqueda de la identidad romántica, y que han cultivado lo que siempre se le dio mejor cultivar a la serie: el sentimiento de familia, de comunidad, de diversidad y aceptación en un contexto social rudo pero inclusivo. Mucho amor.
El mejor libro de octubre: Entre las sombras de la noche, de Leila Mottley (Letras de plata)
Una joven afroamericana medio arruinada que empieza a prostituirse para ganarse la vida. Un hermano, el suyo, que ejerce de eterna promesa del hip hop sin haber planchado aún un solo disco ni haber ganado un solo pavo con ello. Un chaval casi huérfano al cargo de la primera. Polis que abusan de su poder y su privilegio racial y social. Podríamos pensar que la novela debut de la norteamericana Leila Mottley es una de esas crónicas más o menos burdas de la depresión urbana que se articulan encadenando una tragedia tras otra. Y aunque hay un cierto fatalismo aquí, el ritmo eléctrico de Entre las sombras de la noche sacude la narración con un aliento casi policíaco: hay también agentes corruptos, crónica callejera de altos vuelos y drama legal. Un inicio de carrera potente que sabe transmitir pasión, inteligencia y emoción juvenil.
El mejor cómic de octubre: Alison, de Lizzy Stewart (Errata Naturae)
Hibridando cómic, narrativa y libro ilustrado la londinense Lizzy Stewart encuentra un espacio de expresión ágil, libre y profundo. Un lugar donde desplegar una historia íntima, casi humilde, francamente apasionante. La de Alison, una joven aspirante a pintora que cae en las tóxicas manos de una especie de amante-mecenas mayor que ella, un pintor consagrado que la agasaja y anula partes iguales. No es esta, afortunadamente, la única compañía que marcará a la joven, quien a lo largo de las siguientes décadas y recorriendo algunos de los cambios socioculturales más relevantes de la Europa de los 70, 80 y 90, irá creciendo como pintora y persona, trazando nuevos amores y encontrando en otra artista, una escultora, una compañía vital que terminará marcándola para siempre. Stewart articula un acercamiento honesto lleno de verdad y compasión, pero también de crítica agria (hacia la masculinidad tóxica) y ocasional mala leche (hacia el mundo del arte, patriarcal y cerrado). Un artefacto literario y visual de infinita elegancia y aún mayor capacidad emotiva.
El mejor videojuego de octubre: Super Mario Bros. Wonder (Nintendo Switch)
Poco esperábamos un nuevo Mario en 2D, especialmente uno que (a priori) siguiera la línea de puntos trazada por los ya gastados New Super Mario Bros. Menos aún nos esperábamos la explosión creativa que ha supuesto esta entrega, una vuelta de tuerca a absolutamente todos los conceptos mecánicos y artísticos del marioverso capaz de renovar el interés a golpe de sorpresa. Yendo a casi a idea loca por nivel Wonder es una psicodélica caja de juegos, trucos y ocurrencias que juega justamente a eso, a salirse por la tangente subvirtiendo las expectativas en pos de la más pura e indisimulada diversión: aquí no sólo hay el plataformeo clásico sino también una colección de pasatiempos, microactividades, fases de carreras, de ritmo y de búsqueda de objetos ocultos, de nuevos power-ups y de habilidades capaces de dar una vuelta de 180 grados al gameplay. Un perfecto, gozoso y excitante homenaje a Mario que evoca y transgrede al mismo tiempo todo lo que sabemos de él para renovar su proyección en el futuro: Nintendo sigue teniendo cuerda y capacidad de sorpresa para rato.