Reseña de Cómo ser feliz, de Eleanor Davis (Astiberri)
“Este libro no trata sobre cómo ser feliz”. Lo avisa la propia Eleanor Davis al principio de su último cómic que, efectivamente, SÍ trata sobre cómo ser feliz. O por lo menos habla de gente que busca esa felicidad. Cuanto menos, gente que trata de encontrar algo parecido a ese idealizado estado metaterreno intentando aprender a aceptar el dolor, a encajar en sociedad, a entregarse a su propia parte emocional, a sobreponerse a la idea de que no ama porque, quizá, el ser humano es incapaz de semejante gesta emocional.
Cómo ser feliz aparca el relato largo que con tan buenos resultados transitó la autora americana en sus anteriores Tú, una bici y la carretera y, especialmente, El difícil mañana, para buscar la parte por el todo en el formato cuento. Este puñado de historias breves confirman que su exquisita mano narrativa puede adaptarse a cualquier terreno y que su campo expresivo es libre y amplio, heterodoxo pero perfectamente cohesionado. Aquí la fantasía, la ciencia ficción, el folklore o la sátira cotidiana funcionan como ecléctico envoltorio, más o menos codificado, para un fin común. Radiografiar nuestra sociedad contemporánea señalando sus varios dolores internos: la soledad, la aceptación de la muerte, el hastío urbano en una sociedad obsesionada por lo “alternativo” y lo “natural”, el vacío afectivo y el aburrimiento emocional, ese montón de emociones que no verbalizamos pero que, nos guste o no, están ahí. Esa felicidad autoimpuesta mediante la supresión de los sentimientos y de los pensamientos intrusivos.
Todas las historias que componen Cómo ser feliz oscilan entre lo naturalista y lo extraño, entre lo literal y lo alegórico. Y del mismo modo el acercamiento formal es rico, variado y versátil. Aquí hay historias en blanco y negro, otras con colores planos y las de más allá coloreadas en acuarela. Hay relatos veloces con trazos urgentes y expresivos, otros con un planteamiento visual más sofisticado, los de más allá con una narrativa visual estilizada y elegante. Dan todos ellos la medida de una autora que hasta ahora nos había cautivado por su naturalismo, pero que en esta ocasión se permite exhibirse, recrearse con mayor convicción en sus propias capacidades formales.
Y sí, el libro juega mucho la carta de la búsqueda del dolor mediante lo cómico, de la oscuridad disfrazada de color. Pero sea como sea, y quizá precisamente gracias a ese dominio de los distintos planos emocionales superpuestos, resulta difícil no sentirse apelado, directa o metafóricamente, por las historias de Eleanor Davis en general y de este profundo libro en particular.
Cómo ser feliz: buscando la felicidad
Por qué leer Cómo ser feliz
Eleanor Davis sigue montada en una excelencia creativa que revalida título a título. En este caso, en el formato breve de un puñado de historias impecablemente escritas y dibujadas que, a pesar de su radiante apariencia, sirven como espejo de nuestros miedos cotidianos y nuestras inseguridades más hirientes.